sábado, 21 de abril de 2007

Jornada: Decide el Vaticano abolir el limbo



Reflejaba una visión "demasiado restrictiva de la salvación", concluyen teólogos

Decide el Vaticano abolir el limbo

Desde el siglo XIII formó parte de la tradición católica; al paraíso, niños no bautizados
DPA

Washington/Vaticano, 20 de abril. El Vaticano ha decidido abolir el concepto del limbo, el lugar en el que según la tradición cristiana quedaban en eterna espera de la comunión con Dios los niños que mueren sin bautismo, por reflejar una "visión excesivamente restrictiva de la salvación".

La Comisión Teológica Internacional, dependiente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó hoy con autorización del Papa Benedicto XVI un documento con las conclusiones de tres años de estudio sobre la cuestión del limbo, según informó la agencia noticiosa católica estadunidense Catholic News Service (CNS).

La Iglesia mantiene la doctrina de que debido al pecado original es el bautismo la vía normal para la salvación. Pero el conocimiento teológico actual permite afirmar que Dios en su misericordia "quiere la salvación de todos los seres humanos", señala la Comisión Teológica. La gracia está sobre el pecado, asegura, y la exclusión del cielo de bebés inocentes no refleja el amor de Cristo por los más pequeños.

"Nuestra conclusión es que la gran cantidad de factores que hemos considerado nos otorgan serios fundamentos teológicos y litúrgicos para tener la esperanza de que los niños no bautizados que mueren serán salvados y disfrutarán de la visión divina", destaca el documento de 41 páginas titulado La esperanza de salvación para niños que mueren sin haber sido bautizados.

La comisión subrayó que consideraba el tema una cuestión pastoral urgente por la gran cantidad de niños nacidos de padres católicos no practicantes y porque muchos otros son víctimas del aborto antes de nacer, reportó CNS.

El limbo nunca fue definido como parte del dogma de la Iglesia, pero desde el siglo XIII formó parte de la tradición, cuando los teólogos afirmaron que los niños muertos sin haber sido bautizados no accedían a la visión de Dios, pero tampoco sufrían porque no tenían conciencia de lo que habían sido privados, refutando así la enseñanza de San Agustín, de que se veían irremediablemente condenados al infierno.

En 1970 se había instaurado en la Iglesia católica un rito fúnebre para niños muertos sin bautizar que los padres habían intentado llevar al bautismo.

La Comisión Teológica Internacional, de 30 miembros, actúa como asesora del Vaticano y en particular de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Sus pronunciamientos no son considerados estrictamente parte de la enseñanza de la Iglesia, pero a veces son tomados en cuenta por el Vaticano.

El actual presidente de la Comisión es el cardenal estadunidense William J. Levada, quien analizó las conclusiones sobre el limbo con el Papa en enero pasado.

Cuando la comisión inició la investigación sobre el limbo, era presidida por el entonces cardenal Joseph Ratzinger.

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