■ Prevé caída en el consumo, la actividad económica y el empleo
EU, al borde de “fuerte desaceleración” que puede mutar en recesión, dice FMI
Estados Unidos está a la puerta de una “fuerte desaceleración”, que puede incluso mutar en recesión, advirtió este jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI). El riesgo de que los problemas en el sector financiero estadunidense se conviertan en caídas en la actividad económica, el consumo y el empleo fueron señalados como la causa de la esperada baja del producto interno bruto de la mayor economía del mundo, de la que México depende tanto en comercio exterior como en inversiones.
“La evolución de los precios de los activos, el crédito agregado y el endeudamiento neto de los hogares en Estados Unidos durante el actual episodio de tensión financiera, parece coincidir con episodios anteriores que estuvieron seguidos por recesiones”, añadió el organismo, al dar a conocer una parte del informe que presentará en su asamblea anual la próxima semana en Washington.
México destina a Estados Unidos ocho de cada 10 barriles de petróleo crudo que exporta, y desde ese país llegan anualmente 24 mil millones de dólares de remesas, un flujo de recursos que en agosto de este año tuvo un decrecimiento de 12.2 por ciento, atribuido por el banco central a la desaceleración de la economía en aquella nación.
En el reporte publicado ayer, el FMI sostuvo que Estados Unidos sufrirá una desaceleración económica profunda o inclusive una recesión, conclusión a la que llegó después de comparar la crisis financiera actual con episodios similares ocurridos durante los últimos 30 años.
Las presiones inflacionarias mundiales están disminuyendo pero aún representan un peligro, especialmente en las economías emergentes, donde los precios de las materias primas probablemente permanecerán altos y volátiles, aseguró el organismo. Indicó que los precios de las materias primas habían declinado desde sus máximos, pero seguirán altos, debido a restricciones en la oferta y bajos inventarios.
Después de muchos años de un auge inmobiliario, la economía de Estados Unidos fue sacudida por la crisis bancaria que comenzó en su mercado hipotecario subprime y se esparció a Wall Street, conformando la peor crisis financiera desde la Gran Depresión.
“Ahora está claro que estamos viendo el impacto más peligroso sobre los mercados desde los años 30, planteando una gran amenaza para el crecimiento global”, mencionó Charles Collyns, subdirector del departamento de investigación del FMI, en una conferencia de prensa en que se presentó el reporte.
El FMI rastreó 112 casos de tensión financiera en 17 países industrializados durante los últimos 30 años.
Sólo cerca de la mitad dieron lugar a recesiones en la economía real, pero los datos sugieren que las recesiones relacionadas con el sector bancario pueden ser entre dos y tres veces más severas y durar entre dos y cuatro veces más que en un típico ciclo negativo.
“El colapso de los precios inmobiliarios está en el corazón de la crisis crediticia de Estados Unidos, desatando récord de embargos y aniquilando los balances de instituciones financieras con activos hipotecarios”, comentó Subir Lall, otro subdirector del departamento de investigación del FMI.
El FMI comparó la inestabilidad de Estados Unidos con seis crisis relacionadas con los bancos que afectaron a Finlandia, Noruega, Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos a comienzos de 1990, y a Japón durante toda esa década. La mitad de estas crisis involucraban al sector bancario y las restantes eran con valores o en los mercados de divisas extranjeras.
“Basado en esta métrica, el actual episodio de tensión financiera clasifica como una de las más intensas para Estados Unidos y una de las más generalizadas, afectando prácticamente a todos los países en la muestra”, señaló.
Particularmente, desaceleraciones o recesiones precedidas por tensiones relacionadas con los bancos tienden a implicar pérdidas acumulativas en la producción, dos o tres veces más grandes, y tienden a durar de dos a cuatro veces más, comentó el FMI. Restaurar la base de capital de los bancos es decisivo para aliviar la desaceleración, estimó.
Para limitar la repercusión sobre la economía real es, por lo tanto, de primordial importancia que el daño al sistema bancario en Estados Unidos y Europa sea contenido rápidamente con medidas de largo alcance, señaló el estudio.