viernes, 29 de febrero de 2008

El Sendero del Peje


Nos escribe nuevamente Federico Arreola y nos pide que publiquemos su carta. Va:
Estimado Víctor:Ojalá publiques esta carta en tu blog. Por favor, si puedes, que sea con el siguiente encabezado: "Joaquín, Víctor es lo que quisiste pero no pudiste ser: un periodista simplemente libre".Joaquín, Víctor es lo que quisiste pero no pudiste ser: un periodista simplemente libre.Hace años, yo admiraba a Joaquín López Dóriga. Era, a mi juicio, uno de los periodistas más trabajadores, más esforzados de México. Me impresionaba su capacidad para participar en programas de radio y de televisión y para escribir una columna política. También, me parecía digno de aplauso su empeño por la objetividad periodística.En la actualidad, sigo reconociendo que Joaquín es un periodista trabajador y esforzado como pocos. Pero la objetividad se le perdió conforme fue incrementándose su éxito en la televisión. Y al perder objetividad, perdió libertad. Por eso se le dificulta tanto entender lo que tú haces, Víctor, en El Sendero del Peje. Más allá de algunos excesos verbales en los que suelen caer tus colaboradores y tú (he pasado de los 50 años de edad y ya me asustan algunas palabrotas), has convertido a El Sendero en el medio de comunicación más importante de México, si no por otra cosa, porque en tu blog se expresan muchos mexicanos que no ven reflejado su pensamiento ni sus aspiraciones en los medios de comunicación tradicionales. Si la televisión o la radio en las que tan bien le ha ido a López Dóriga, estuvieran abiertas a todas las ideologías, El Sendero del Peje no sería seguido por nadie. Pero dado que la televisión y la radio ocultan tantas cosas que pasan en el país, la gente busca informarse por otros medios, preferentemente a través de El Sendero del Peje.Hoy leí la columna de López Dóriga. Le espanta que tú te hayas atrevido a criticar a López Obrador. Pobre, no comprende que pueda existir gente libre. A mí me ha parecido de lo más correcta tu critica a Andrés Manuel. Seguramente a Andrés le molestó lo que le dijiste, Víctor, pero ese no es problema tuyo, sino de Andrés. Y por lo visto también representa un gran problema para López Dóriga. No porque éste simpatice con Andrés Manuel, sino porque su mente no está diseñada para aceptar que se cuestione al líder.Según López Dóriga, tu naturaleza es la de atacar a todos, incluyendo a tu inspiración, Andrés Manuel. Es falso, desde luego. Tu naturaleza es la de expresarte con libertad absoluta, lo sabemos muchos. Tu naturaleza y tu vocación y poco a poco la libertad tendrá que ser tu oficio. Para eso nacen los que se dedican al periodismo. Pero no todos, por desgracia, cumplen con el llamado de la naturaleza. López Dóriga, estoy seguro, también nació para ser libre. Pero le ha faltado vocación para ejercer el oficio con libertad. O, tal vez, le han sobrado intereses.

El Sendero del Peje


El día de hoy Joaquín López Dóriga le dedica
su columna de Milenio a este blog. En su columna Joaquín hace una serie de acusaciones y señalamientos que considero necesario responder. Dice López Dóriga:
En PrivadoPor Joaquín López DórigaEl sendero del Peje
Y quieren convertir lo obvio en necesario. Florestán.Desde antes de que Andrés Manuel López Obrador iniciara oficialmente su campaña presidencial, en 2005, un grupo de sus duros, encabezado por Víctor Hernández, hizo una aportación a la ciberpolítica al crear El sendero del Peje, espacio de culto y propaganda, instrumento de golpeteo, descalificación, calumnia y difamación, herramienta para intimidar e insultar.En el sendero cabía todo lo que fuera apoyo a su candidato, y desde ahí salieron los peores ataques a quienes consideraban no sus contrincantes, sino sus enemigos, tachados con los peores adjetivos, el más reiterado el de traidor y vendido.El blog tuvo un éxito nunca visto y se convirtió en un referente. Ningún otro candidato tenía ese espacio cibernético, no con esa eficacia e influencia.El tono, de por sí intolerable, aumentó sus decibeles hasta llegar a niveles insospechados conforme se acercaba la fecha de la elección presidencial, el 2 de julio de 2006, y rebasó todos los límites racionales con el conflicto poselectoral, donde se exacerbó aún más el ya exacerbado clima político y social.Era El sendero del Peje y, por lo tanto, era intocable, lo que allí se decía no tenía nada que ver con la verdad ni con la realidad, sólo con los impulsos de su inspirador y guía. Uno y otro, El Peje y su sendero, llegaron a ser indestructibles. El tono del blog se fue endureciendo en la medida en que su guía se endurecía, y luego viniendo a menos en la medida que su guía se debilitaba.Así, El sendero del Peje comenzó a comerse a su inspiración y ser más duro que él, al punto de rebasarlo y lanzarse contra un sector del perredismo que ha pintado una raya con el ex candidato presidencial.El domingo, luego del mitin en la torre de Pemex, cuando AMLO calló a los que no dejaban hablar al diputado Javier González Garza, y deslindarse de la violencia contra el senador Carlos Navarrete, el blog del Peje se rebeló y se fue en su contra por “descalificar los reclamos del pueblo”.“No somos borregos, Andrés Manuel. Nos hemos roto la madre para apoyar a este movimiento, y no vamos admitir que se nos condene por exigirle a los primeros que deberían estar con este movimiento, los diputados y senadores del PRD, por sus actitudes blandengues y lacayunas”.En el sendero fueron señalados varios legisladores perredistas que corrieron a la PGR a levantar una denuncia, ahora sí, por amenazas, calumnia y difamación, y exigir el bloqueo del sitio.Para eso me gustaban, para delicados y cobardes. Por meses, desde ese blog, se denostó y calumnió, amenazó a cientos de ciudadanos lo que ellos, con su silencio, avalaron. Hoy que los tocan, piden que lo silencien.Por lo demás, el sendero es como el alacrán, atacar está en su naturaleza. Aunque sea a su inspiración.Nos vemos el martes, pero en privado.RESPONDO:Joaquín,Por principio de cuentas veo que te escandaliza el "tono" que se usa en este blog. No tengo problema en expresarme de manera higiénica, a pesar de que en la casa y con los amigos no sea ese el tono que usa la abrumadora mayoría de los mexicanos para expresarse. Si no es el caso contigo, me sorprenderé en demasía. Especialmente al referirte a figuras como Jesusa Rodríguez.Inicias tu columna acusando a este blog de haberse creado como espacio de culto, golpeteo, propaganda, calumnia y otros etcéteras, como una herramienta para "intimidar e insultar." Te equivocas, Joaquín. Y te equivocas por partida doble. Primero porque la creación de este blog no tuvo mayor intención que reseñar notas de los medios referentes a Andrés Manuel López Obrador. No nos interesó nunca (ni nos interesa) el golpeteo, la difamación o la calumnia. Lo único que nos interesó fue tener la libertad para expresarnos como se nos pegara la gana. Porque tal vez ignores esto, pero lo que me orilló a crear este blog fueron los constantes intentos de censura utilizados por un panista contra los temas referentes a la izquierda mexicana en el foro de internet en el que yo escribía antes de crear este blog.Lo cual nos lleva al punto número dos de tu equivocación, Joaquín. Lo que tu calificas como calumnia y difamación nosotros consideramos que simple y sencillamente se trata del ejercicio irrestricto de la libertad de expresión. Nos resulta verdaderamente hipócrita que sea solamente permitido el usar el tono del cual te quejas mientras sea a escondidas, fuera del alcance de los ojos y los oídos del público, siendo que esa esa la manera en la que todos nos expresamos cuando de verdad queremos ejercer nuestra libertad como individuos. Si tu preferencia es el esconder la libertad detrás de una fachada de supuesta higiene verbal, la nuestra no lo es.Por otro lado, me sorprende que nos acuses de descalificación, difamación y calumnia, cuando programas de Televisa como El Privilegio de Mandar y Tercer Grado se dedicaron precisamente a eso justo cuando faltaban pocos días para las elecciones presidenciales de 2006. ¿O no fue una calumia y una difamación en El Privilegio de Mandar el comparar a Andrés Manuel López Obrador con Hugo Chávez y sugerir que se convertiría en un dictador? Si mal no recuerdo, Joaquín, ese era precisamente el guión de la guerra sucia pagada por el Consejo Coordinador Empresarial y por el PAN. Pero de eso jamás te quejaste. Y de la cantidad de calumnias, difamaciones y mentiras (y verdades omitidas, que es peor) que se han dicho en Tercer Grado, programa en el que tú participas, ni para que hablar porque no acabo nunca.Pero la diferencia entre lo que hacemos nosotros y lo que hace Televisa, Joaquín, es que mientras Televisa busca por todos los medios posibles, así sean estos los más deleznables, el impedir un cambio verdadero en este país para de esta manera conservar sus privilegios como empresa, nosotros lo que buscamos es precisamente lo contrario; que México cambie de una buena vez por todas y que lo haga para bien.Te pregunto, Joaquín; ¿Qué clase de país quieres? ¿Uno en el que los directivos de una televisora maniobran para callar voces críticas, como la de Carmen Aristegui, y en el que las televisoras compran las voluntades de los políticos para aprobar leyes infames como la llamada Ley Televisa? ¿Uno en el que tenga uno que esconderse de la vista del público para hablar en completa libertad? Yo no, Joaquín. Y la primer trinchera de la lucha por la verdadera libertad en México es precisamente la trinchera del tono; el tomar la decisión de hablar y opinar como a uno se le pegue su gana.Me resulta también muy curioso, Joaquín, que los auténticos golpeteos usados por directivos de Televisa contra Carmen Aristegui no hayan recibido descalificación alguna de tu parte. Publica la revista Proceso en su edición de esta semana
una grabación con expresiones de directivos de la televisora para la que trabajas que verdaderamente son alarmantes, dado el tono de desprecio hacia el trabajo profesional de Carmen. Pero, nuevamente, de esta grabación no ha habido descalificación alguna de tu parte.¿Qué es peor, Joaquín? ¿Una mentada de madre o llamar "traidor" al político que le da la espalda al pueblo al que le pide el voto, o pretender silenciar la voz de una periodista profesional y reconocida como Carmen Aristegui?Curiosamente dice uno de los directivos de la Televisora para la que trabajas según la grabación que difundió Proceso:
–Es que, la verdad, la jefa de Raúl es ella –revira Tejado Dondé. Ya lleva un mes de incendiaria; desde hace un mes, va a todos los foros, nos mienta madres, pide que nos quiten canales (…) es el noticiero de los más escuchados en la radio. ¡Somos nosotros! Pues esto… ya me doy, la verdad…"Incendiaria", "mienta madres". ¿Es eso lo que de verdad les molesta, Joaquín? ¿Que existan voces críticas que no se agachen ni se doblen ante el guión que dictan los poderosos?Continuando con tu columna, nos acusa de que lo que se decía en este blog durante el conflicto postelectoral no tenía nada que ver con "la verdad ni con la realidad." No obstante, no ofreces en tu columna un sólo ejemplo que respalde semejante acusación. Y eso SÍ se llama calumnia, Joaquín.Peor; nos acusas de faltar a la verdad cuando la Televisora para la cual trabajas mintió de manera descarada el primero de Diciembre de 2006 al asegurar que la toma de protesta de Felipe Calderón, con la cual USURPÓ la presidencia de la república, se llevó a cabo "en completa calma." Ahí están las grabaciones, Joaquín. No hay forma de desmentirlas.En todo caso, si lo que quieres es que se determine quien falta a la verdad, hagamos entonces esto; propongamos entre los dos a un equipo independiente que evalúe los contenidos de este blog y los contenidos de Milenio, de Radio Fórmula y de Televisa, y que sea este equipo independiente quien determine quien falta a la verdad y quien incurre en difamación, calumnia y golpeteo.Digo, si es que de verdad esa es tu preocupación.Más adelante en tu columna dices que nos fuimos contra Andrés Manuel López Obrador simplemente por que expresamos nuestro desacuerdo con la recriminación a los reclamos del pueblo. No sé si te tomaste la molestia de leer BIEN lo que escribí esa vez (da la impesión de que no), pero claramente dije que si bien no estamos de acuerdo con la violencia y con las agresiones físicas, tampoco estamos de acuerdo con que se le recrimine al pueblo por ejercer su derecho a reclamarle a los políticos. El que yo en lo personal haya estado en desacuerdo con AMLO en ese punto en particular NO implica, ni por error, que nos hayamos ido "en contra" de Andrés Manuel. Implica una diferencia de opinión respecto a un asunto muy específico, pero tú lo sacas de contexto y lo presentas como un acto de rebelión, cuando simpe y sencillamente volvemos a ejercer nuestro derecho a tener una opinión. ¿O suponías que en este blog seguimos la línea directa de la oficina del Gobierno Legítimo? ¿Pensabas que no somos ciudadanos independientes con opinión propia? Si fue el caso, te equivocaste, Joaquín. Nosotros somos ciudadanos libres y tenemos todo el derecho a no estar de acuardo con AMLO en asuntos específicos sin que esto implique menoscabo alguno en nuestro apoyo hacia el Presidente Legítimo de México.Raro, además, que seas tú quien se manifieste como lo haces por una simple diferencia de opinión, siendo que tanto tú como la televisora para la que trabajas, no han parado de atacar a AMLO incluso desde antes de las elecciones de 2006. Eso se llama HIPOCRESÍA, Joaquín.Hacia el final de tu columna mencionas la denuncia que puso ante la PGR el diputado perredista (y ex-panista, vale la pena recordar) de Nueva Izquierda Francisco Javier Santos Arreola acompañado por Antonio Ortega Martínez, señalado como hermano de Jesús Ortega Martínez y te quejas de que ahora se quejan de lo que antes avalaron con su silencio. Esto también me resulta curioso, puesto que realmente lo que estás haciendo, desde mi punto de vista, ya que esa es la interpretación que le doy a tus palabras, no es recriminarles a estos dos diputados federales por su acusación dolosa y sin fundamento alguno (porque lo es), sino el que se hayan tardado tanto en hacerla. Curioso, eso sí, que no cuestiones en lo más mínimo el que se nos acuse de hacer amenazas puesto que te dices lector del blog y jamás se ha amenazado en este blog a nadie. Más bien pareces avalar la calumnia que los diputados de Nueva Izquierda hicieron contra nosotros.Te salió muy bien el aplaudir sin mover las manos, Joaquín. Tengo que admitirlo. Lástima que al hacerlo dejaste muy clara cual es tu postura respecto a este incidente: la de censurar las voces que te resultan incómodas.Para finalizar, Joaquín, te reitero que aquí el problema de fondo no es el tono ni el lenguaje, sino el ejercicio irrestricto de la libertad de expresión. A ti no parece gustarte el prospecto de que exista un medio que no se ajuste a la línea que dictan los poderosos. Pero para mi ese es el punto principal del uso del lenguaje y del tono que usamos en este blog; romper con un cerco informativo e ideológico que tanto Televisa como la parte más deleznable de la clase política ven con malos ojos por considerarlo un peligro para sus intereses.Te equivocas, Joaquín, si supones que el ejercicio de la libertad de expresión es el ejercicio de la calumnia y la difamación. Como también te equivocas si supones que callarse la verdad y ajustarse a la línea de los poderosos para poder tener un yate y cuantiosos lujos es algo a lo que deberíamos aspirar todos los comunicadores.

Revista NUEVA, del 12 de Febrero de 2008ESO, Joaquín, es precisamente lo que ha impedido que en México se ejerza la verdadera libertad de expresión. Nosotros, Joaquín, preferimos la libertad.

MilenioPortada


Cartón: Helioflores


UniversalPortada


Cartón: Rocha


Cartón: Helguera


Cartón: Fisgón


Jornada: Astillero


Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx
Negocios de familia
Suegro de Mouriño prospera
Contratos por 550 millones
Diezmos contratistas en Campeche
El presente año pinta mejor que nunca en Campeche a los familiares políticos de Juan Camilo Mouriño. En los primeros dos meses, Constructora Escalante y Construcciones y Materiales Peninsulares, empresas del suegro del actual secretario de Gobernación, ya han conseguido contratos de obras del gobierno calderonista por al menos 550 millones de pesos. Empresarios locales que no tienen parientes en el gobierno hispano-mexicano aseguran a esta columna que las firmas de Eduardo Escalante, padre de la esposa de Juan Camilo Mouriño, sólo consiguieron contratos federales por unos 180 millones de pesos en 2006, aunque el monto alcanzó unos 350 millones de pesos durante el primer año de ejercicio administrativo del binomio FC-JC (por cierto, esta demostración inaugural de favoritismo sexenal, en 2007, generó protestas de otros constructores locales a quienes parecieron totalmente amañados los procesos de adjudicación a la Primera Familia de Campeche. Por esa razón fue sustituido el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en la entidad).
La familia Escalante es la principal constructora de Campeche y sus negocios han florecido con gobernadores priístas (el despegue se dio con Eugenio Echeverría Castellot) y con panistas ocupantes de Los Pinos. Pero, según los denunciantes, desde que llegó J.C. Mouriño al poder (por la vía indirecta) hay una abierta predilección por las empresas familiares, sobre todo en la mencionada delegación de la SCT. “Es una historia parecida a la de Facopsa, la empresa mediante la cual Cosme Mares fungía como prestanombres de los Fox. En Campeche no se asigna un contrato federal si no es aprobado por Carlos, uno de los hermanos de Juan Camilo que al estilo clásico de los Salinas o los Bribiesca cobra porcentajes a los interesados en asignaciones o concursos”, explican los empresarios que además narran con gran detalle la historia del enriquecimiento acelerado de los Mouriño, siempre involucrados, dicen, en situaciones irregulares. Una de ellas, la más famosa en la entidad, es el suministro de menos gasolina de la marcada oficialmente en las bombas surtidoras, maniobra clásica que ahora será castigada con multas y cárcel, según reformas aprobadas ayer en el Senado.
Vías familiares alternas de progreso económico son apenas unas de las muchas tretas y coartadas que hay en el mundo de complicidades entre los poderes económico y político. Pero el propio comisionado calderonista para el negocio del siglo (la apertura de Pemex a capitales privados) ha firmado a finales de 2003 convenios a nombre de las empresas de su propia familia. El conflicto de intereses del llamado Iván está claro en cuanto a que siempre ha ocupado cargos gubernamentales o de representación social relacionados con la especialidad comercial de su familia (fue presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y subsecretario de Energía) y en cuanto que actualmente sus propios familiares desarrollan ambiciosos proyectos energéticos a los cuales afectaría o beneficiaría la información privilegiada y el comportamiento de uno de sus miembros, el secretario de Gobernación que encabeza la Operación Comercial Pemex y otras variantes de corte energético.
En el océano de cinismo en que nada la clase política mexicana, a nadie ha de extrañar que el acusado de corrupción o conflicto de intereses se exculpe mediante el simple expediente de negar aquello de lo que haya constancia escrita e inclusive indagación judicial. Desde el poder todo se puede, así es que con gran facilidad Mouriño comunica a los mexicanos cuán afortunado ha sido él y cuánta de esa fortuna ha hecho a un lado para regalarle a los ciudadanos (¡suertudotes!) la oportunidad de que él sea funcionario público. El precio que ha pagado, dijo ayer desde Baja California Sur, a donde fue a cerrar tratos en materia de alianzas subcontinentales dirigidas por Estados Unidos, “no fue menor: le he arrebatado tiempo a mi familia, renuncié a las acciones de cerca de 80 empresas (…) y también dejé muchas de las comodidades que tienen los que viven en el interior del país”. Encarrerado en la retórica, pero no en el esclarecimiento jurídico y ético de las cosas, Mouriño pretende hacer creer que se le acusa de hechos sucedidos cuando tenía corta edad, aunque alguno de los documentos en que firmó como apoderado general de su empresa para transacciones con Pemex es de 2003. Vaya, Mouriño ni siquiera estableció si es cierto o falso de lo que se le acusa, aunque esgrimió adjetivos como mezquino, inmoral y doloso para descalificar lo que, por otro lado, destinará a la misma esfera de su poder (más tráfico de influencias y conflicto de intereses), pues pondrá “a disposición de las autoridades competentes toda información que se me requiera, para que sean éstas quienes emitan una opinión en el plano legal”. No, pos sí. Señor procurador Medina Mora, diga si procede alguna acción contra el acusado Mouriño. Señor secretario de la Función Pública, diga si su jefe es sospechoso de algo. Licenciado Calderón, determine si hay irregularidad, inmoralidad o infracción legal… Raúl Salinas (ahora metido en pleitos físicos con su cónyuge, Paulina Castañón, de la que está en proceso de divorcio económico) y los hermanos Bribiesca podrían asegurarle al colega Mouriño que, mientras dura el sexenio, ningún subordinado se atreve a procesar o a castigar al favorito o los favoritos de la Corte.
Astillas
Por “desorden generalizado” se declaró “cancelada” la sesión de ayer de la Cámara de Diputados en la que el panismo pretendía que se aprobara irregularmente un trámite para autorizar a Calderón a recibir una medalla en Centroamérica… En la Autónoma Metropolitana también se cancela una sesión que buscaba arreglos para levantar la huelga en esa universidad… Obama y Hillary dicen que de llegar a la Casa Blanca podrían retirarse del TLCAN al que Calderón y antecesores han considerado intocable, sagrado… Y, mientras el machismo televisivo arremete contra una diputada veracruzana no por su desempeño como legisladora o política, sino por su actuación en una película (muy mala, según los adelantos vistos) en la que actúa como teibolera, ¡feliz fin de semana!

Jornada: Rayuela


Fernando del Paso
¿Por qué no comenzamos por nacionalizar el petróleo?
Cuando en 1939 el novelista inglés Evelyn Waugh visitó México a sueldo de la empresa angloholandesa Royal Dutch Shell para escribir su libro Robo a mano armada sobre la nacionalización del petróleo realizada por Lázaro Cárdenas, dijo que “nadie en el gobierno mexicano pretendió que los trabajadores del petróleo obtuvieran algo con la expropiación”, y agregó: “ciertamente, nada han recibido”.
Waugh no se imaginó nunca que esa nacionalización iba a propiciar la creación de una formidable elite de ejecutivos y trabajadores que harían de Pemex una fortaleza inexpugnable dedicada no sólo a extraer el oro negro de las profundidades de la tierra o del mar: también a exprimir al resto de los mexicanos. Sueldos estratosféricos, dinero a millonadas para el sindicato, privilegios y prebendas que apenas si soñaban los trabajadores de otras industrias, largas vacaciones que ningún otro grupo de trabajadores disfrutaba, créditos para la vivienda con enormes facilidades de pago, aguinaldos espléndidos, jubilaciones a los cuarenta o cincuenta años de edad con un alto porcentaje del salario, atención médica y quirúrgica de por vida para el trabajador y sus familiares más cercanos…
Y a esto se agregó –y continúa agregándose– la corrupción, los fraudes, las concesiones a empresarios y a los empresarios-políticos o políticos-empresarios: todo esto logró que el petróleo nunca fuera nuestro. Andrés Manuel López Obrador, en una entrevista reciente con Carmen Aristegui –en la CNN– lo demostró con unas cuantas palabras: en Venezuela el litro de gasolina cuesta cincuenta centavos. En México, ocho pesos. ¿Dónde quedó, dónde queda el resto, los siete pesos con cincuenta centavos? En los bolsillos de esa elite y de sus cómplices.
Pemex es de Pemex, no es de los mexicanos. Nunca lo ha sido. ¿Por qué no empezamos por nacionalizarlo para beneficio, esta vez sí, de todos? ¿Quién puede acabar con ese monstruo? ¿Quién le va a poner el cascabel al gato?
Para terminar, una aclaración: Lázaro Cárdenas no fue derrocado cuando nacionalizó el petróleo –como fue el caso de otros mandatarios latinoamericanos que intentaron hacer reformas que amenazaban los intereses comerciales de ingleses o norteamericanos: Balmaceda en Chile, Hipólito Irigoyen en Argentina y Joao Goulart en Brasil– no porque Roosevelt fuera un gran hombre.
No. Wauhg, en un libro lleno de horrores y estúpidas acusaciones, como fue el suyo, atina cuando explica la benévola actitud de Roosevelt: “una guerra europea daría por terminada la cuestión en todos sentidos (puesto que) Estados Unidos, antes que ver un cargamento de petróleo dirigirse hacia los poderes centrales (de Europa), probablemente ocuparía los campos petrolíferos (mexicanos) en nombre de las compañías”.
No sobra recordar que, en ese entonces, México le vendía petróleo a Alemania.

JornadaPortada: Rayuela


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