jueves, 8 de mayo de 2008

SDP: Salinas





MEXICO, D.F., 7 de mayo (UNIVERSAL).- Hombre formado en el sistema priísta, secretario de Estado en al menos cuatro ocasiones y único político que ha sido líder de dos partidos políticos distintos, Porfirio Muñoz Ledo tronó en contra del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y dijo que sólo ha regresado a evidenciar el profundo debilitamiento de Felipe Calderón.


Ambos tienen el mismo ADN: la ilegitimidad, sentenció hiriente, para salir al paso de las críticas del ex mandatario, que vincula ahora al máximo líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, con el ex presidente Ernesto Zedillo, a quien Muñoz Ledo considera víctima de las argucias de Salinas de Gortari.


“El padrino ha regresado a establecer la filiación de Calderón con un ADN en la mano. ¡Qué se podía esperar de esa dinastía, donde hay ilegítimo uno e ilegítimo dos”, sentenció irónico el ahora líder de las izquierdas en México, coordinador del bloque de partidos del Frente Amplio Progresista (FAP, Partido de la Revolución Democrática, Convergencia y Partido del Trabajo).


“¿A qué viene y quién lo llama? Y, ¿por qué aparece justo ahora y por qué le dan tanto eco? Porque es un gobierno que se está desfondando, el de Calderón. Viene a decirnos, no sé si por instrucciones de más arriba, de un país al Norte, que la culminación de su obra es lo que está haciendo Calderón”.


“Llega como si fuera papá en defensa de su cachorro; un león sin melena en defensa de su cachorro. Carlos se siente el padrino de la película, el calvoleone de la política mexicana”, sentenció, gesticulador, grandilocuente, de grandes aspavientos y ademanes, el ex líder del PRI y del PRD.


Acusa directamente a Salinas de Gortari de ser promotor de la desnacionalización y privatización en México, cuando inició el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, “lo que llamó John Saxe Fernández la estrategia polea, recordando a James Polk, diplomático norteamericano que preparó la anexión de Texas a Estados Unidos”.


Ahora, el creador de la estrategia Polka en México se llama Carlos Salinas de Gortari, es el proceso de debilitamiento de la economía del Estado mexicano “y ahora que el gobierno se está desfondando, él viene a reclamar la paternidad sobre la obra y a apoyar a Calderón”.


“Yo le diría, si estuviera en el caso del ocupante de Los Pinos: No me defiendas compadre”.


Muñoz Ledo asegura que la reaparición y las declaraciones de Salinas le dan la razón a López Obrador, quien lo identificó hace años como “el jefe del complot” en México.


“No basta más que verlo, tiene una mentalidad truculenta”.


“Salinas tiene un pensamiento conspiratorio, todo para él es conspiración. No pueden ver la política como hechos de la historia sino como hechos de la intriga. Pero nos hace un favor: demostrar que en México no existe Estado de Derecho, porque si lo hubiera, estaría tras las rejas”.


Sin pausa y sin descanso, de un solo hilo, a la primera pregunta, Muñoz Ledo suelta todo: “Es excesivo y mentiroso su ataque a Ernesto Zedillo, quien lo castigó mucha levedad para lo que Zedillo sabía”, advierte el ex secretario del Trabajo, ex secretario de Educación Pública y ex representante de México en la ONU.


“Es el responsable mayor, y está probado en todos los libros especializados de la crisis del 94 es Salinas y el que le dio la puntilla, porque no se pusieron de acuerdo en noviembre de ese año, cuando se reunieron, no se pusieron de acuerdo en la transmisión del problema, quien le dio la puntilla fue la administración de Zedillo, eso sí es cierto”.


“Pero todo el fenómeno, que fue de lenta gestación lo generó Salinas, por sobrecalentamiento de la economía, lo generó por endeudamiento, lo generó por bonos del Tesoro pagaderos en dólares, eso está perfectamente estudiado. La crisis estaba totalmente madura en el momento que estalló”.


“Yo diría, entre Salinas y Zedillo, mientras Salinas por una demencial ambición personal le dio al traste a la economía y al Estado Mexicano; Zedillo, por ser su economista aplicado, sin más, aunque terco, prefirió hacer concesiones políticas y democráticas a cambio de mantener la estabilidad de la economía”.


Muñoz Ledo asegura que él fue “el principal negociador” en ese trance con Zedillo. “Es más, yo se lo dije: para mí usted está cediendo cuestiones políticas para seguir su proyecto económico. ¡En buena hora! Pero no estamos de acuerdo con su proyecto económico, lo discutí con él, era de un dogmatismo intransitable”.


A manera de reconocimiento, recuerda que con Zedillo hicieron la reforma electoral de 1996 -Muñoz Ledo era entonces líder de la Cámara de Diputados por el PRD-.


Zedillo aceptó, dice, la pérdida de la hegemonía del PRI en la política mexicana al aceptar el control de la oposición de la Cámara de Diputados, aunque “a regañadientes”. Zedillo aceptó también, continúa, “la alternancia democrática en el poder en el Ejecutivo por primera vez en la historia de México por la vía pacífica. Esos, esos son méritos, aunque en su gestión económica y muchas otras cosas no estemos de acuerdo”.


- ¿La historia exonera a Zedillo?


- Mira, la palabra exonerar al exonerar se habla de criminales. La historia no exonerará jamás a Salinas. Tiene crímenes contra la economía nacional, contra la integridad del país, contra la ciudadanía y muy posiblemente fue cómplice de crímenes del orden común. No lo afirmo, no vaya a ser que se aparezca el chupacabras.



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