Varios de los candidatos a jefes delegacionales o diputados locales del PRI han adoptado la campaña que llevó a la gubernatura a Enrique Peña Nieto. Usan los 50 compromisos que rematan con el “te lo firmo y te lo cumplo”, que el mexiquense mantiene ahora como parte de su publicidad gubernamental. La propaganda de la candidata a jefa delegacional Nallely Gutiérrez es un ejemplo de ello. Por cierto, ayer se dedicó a recorrer varias colonias de las desérticas calles de la Venustiano Carranza junto con un payaso, un saltimbanqui, globos, cornetas, dulces, con una fila de autos atrás. Algunos vecinos salieron de sus casas porque el sonido era similar al de las ambulancias. Tras el susto, recibieron volantes con la imagen de Nallely, a quien es difícil reconocer en persona, ya que sus fotos en mantas y volantes, quizás con exceso de photoshop, no se parecen tanto a ella.
Fidel Herrera se tomó la foto atendiendo al niño Édgar Hernández Hernández, el presunto primer caso de influenza humana que se registró en México y en el mundo. Después lo llevó a la escuela de la mano, por las calles, y se hizo más fotos. Y ahora, el folclórico gobernador de Veracruz ha anunciado, aunque usted no lo crea, que el “Niño Cero” tendrá su estatua. Sí señor, ¿por qué no?, su estatua de bronce. Caray. Sin palabras.
Apunte final: PAN y PRI van de la mano. El primero usa a su favor la guerra del jefe del Ejecutivo contra el narcotráfico; y el segundo ha decidido aprovecharse de las promesas incumplidas de campaña de Felipe Calderón. Beatriz Paredes, por lo pronto, ya puso en marcha la estrategia: en cada entrevista, reprocha a los panistas lo de “Presidente del empleo”.