miércoles, 2 de abril de 2008

Televisa...no cambia





Esta “pequeña” lista, está dedicada al flamante locutor (que no periodista, ojo) que el día de ayer, 1 de abril nos dio una lección ejemplar de cómo conducirse en el ring mediático, especialmente el ring cobijado por televisa.



1.- Comenzar trivializando la entrevista. Ejemplo: llamar asuntos de Estado a la serie mundial o el caso Hugo Sánchez.
2.- Dejar entrever un caso que la opinión pública reprobó anteriormente, para poner ésta idea en el público antes de empezar la entrevista. Ejemplo: juego de palabras entre Los Cardenales (equipo de béisbol) y los cardenales de la iglesia católica.
3.- Reforzar la trivialización con algunas risas socarronas forzadas y algún comentario que degrade aún más el tema a tratar. Ejemplo: pasemos a temas más triviales; su candidatura.
4.- Forzar ecuaciones para tergiversar el discurso del adversario-acusado-entrevistado. Ejemplo: saqueo = privatización = fraude en el PRD (sic).
5.- Cuestionar la autoridad moral del entrevistado para opinar sobre algunos temas. Ejemplo: equiparar la elección presidencial con la elección interna del PRD, en la que se supondrá de antemano que el entrevistado tiene tooooodo que ver.
6.- Minimizar el linchamiento mediático adjudicando la responsabilidad de la amplificación de un conflicto a las partes en conflicto. Ejemplo: todo lo que hemos dicho nosotros palidece frente a lo que se dicen entre ustedes.
7.- No cuestionar a las fuentes adecuadas para dar las respuestas que uno busca, y mejor buscar cuestionar a la figura más visible. Ejemplo: si vamos a hablar sobre una elección fraudulenta en el PRD, no cuestionar a la comisión de vigilancia o el órgano correspondiente, sino al militante más mediático (es decir AMLO).
8.- Burlarse de consignas anteriormente expresadas por el adversario-acusado-entrevistado para restarle importancia. Ejemplo: ¿Quiere un recuento “Nota por nota”?
9.- Cuando el adversario-acusado-entrevistado esté a mitad de un argumento, interrumpirlo para jalarlo al tema que más me conviene ventilar. Ejemplo: Entrevistado - … lo que pasa es que la comunicación…Entrevistador – hablemos del PRD.
10.- Minar la credibilidad del adversario-acusado-entrevistado dejando en claro que no le crees una sola palabra de lo que dice. Ejemplo: Hacer gestos de incredulidad y después rematar diciendo no le creo.
11.- Equiparar dos conceptos completamente diferentes para alegar una falsa incongruencia del adversario-acusado-entrevistado. Ejemplo: comparar una elección de estado con el hecho de que un militante de un partido se exprese a favor de un candidato en la elección interna de un partido, aún sabiendo que una de estas acciones es ilegal y la otra no.
12.- Sintetizar conceptos distintos para obtener uno nuevo que realmente deje sin sentido las acciones del adversario-acusado-entrevistado. Ejemplo el presidente legítimo del PRD se pronunció a favor de un candidato.
13.- Cuando se muestran materiales videográficos para poner en contexto la entrevista, y se recurra al efecto de pantalla doble, no poner la cámara de frente al adversario-acusado-entrevistado para mostrarlo desinteresado, desgarbado y/o irreverente al no ver de frente la cámara.
14.- Erigirse como voz pública para corresponder con el lineamiento goebbeliano de “todos piensan que…”. Ejemplo Nadie se la cree que es presidente legítimo.
15.- Expresar con onomatopeyas, gestos o afirmaciones prematuras la sensación de que lo que dice el adversario-acusado-entrevistado ya está muy gastado. Ejemplo: Entrevistado – reconocieron las irregularidades…Entrevistador – si si si si si (puede ir acompañado de un manoteo).
16.- Posponer el tema que, en teoría sería el eje de la entrevista. Ejemplo: si si, ahorita te dejo hablar del petróleo.
17.- Presionar al adversario-acusado-entrevistado para que exprese la opinión que yo quiero expresar. Ejemplo: bueno, ya dígame entonces es mejor anular la elección, ¿no?
18.- Equiparar a dos personajes distintos en circunstancias distintas para aumentar la confusión en el público (similar a la estrategia no. 11). Ejemplo: Comparar a Vicente Fox cuando expresó su preferencia por un candidato presidencial con Cuauhtémoc Cárdenas cuando pide la anulación de la elección interna del PRD.
19.- Utilizar frases coloquiales, cuyo uso es generalizado en las escuelas primarias y secundarias para hacer enojar a alguien. Ejemplo: Eso sí calienta.
20.- Nunca dejar al adversario-acusado-entrevistado terminar una respuesta cuando quiero demostrar su incongruencia. Ejemplo: interrumpirlo hasta el punto en el que el entrevistado diga ¡No me dejas terminar!
21.- Repetir insistentemente una pregunta que ya contestó el adversario-acusado-entrevistado para tratar de obtener la respuesta que quiero. Ejemplo: Entrevistador: ¿Van a tomar carreteras? Entrevistado: no Entevistador: …pero ¿van a tomar carreteras? ¿no van a tomar carreteras?
22.- Tomar algún prejuicio racista o sexista e implantarlo a la fuerza en el discurso del adversario-acusado-entrevistado. Ejemplo: o sea, las mujeres por delante.
23.- Sacar de contexto cualquier frase del adversario-acusado-entrevistado para sacarle jugo. Ejemplo: usted dijo que iba a haber violencia el 24 de febrero.
24.- Ser condescendiente con el adversario-acusado-entrevistado e incluso usar con él las frases con las que le enseñas a tu mascota a no morder. Ejemplo: tranquiiiiilo tranquiiiiiilo shhh.
25.- Cuando haya oportunidad, recordarle al adversario-acusado-entrevistado que se le está contando el tiempo al aire y sugerir sutilmente que hasta debería agradecer por el tiempo que se le asignó de entrevista. Ejemplo 1: Entrevistado – Estoy conciente de los tiempos de la televisión. Entrevistador – Pues no parece. Ejemplo 2: ya lleva 40 minutos de entrevista. Ejemplo 3: lleva 10 minutos hablando de ese tema.
26.- Comparar al adversario-acusado-entrevistado con algún personaje que no sea de su agrado, o incluso con adversarios políticos. Ejemplo: Comparar a AMLO con Fecal.
27.- Tratar al adversario-acusado-entrevistado como ignorante o persona con facultades mentales diferentes. Ejemplo: a ver, léeme éste parrafo.
28.- Justificar el linchamiento mediático aduciendo que no se le está haciendo promoción al invitado en cuestión. Ejemplo: Esto es entrevista, no spot.
29.- De preferencia, poner al invitado físicamente descubierto completamente sin sentarlo ante un escritorio o en un sillón para provocarle la mayor incomodidad posible. Incluso, ponerle una silla con el respaldo muy inclinado, para que, en cuanto se recargue, se vea desgarbado o desinteresado.
30.- Siempre mantener una actitud de superioridad física e intelectual con el adversario-acusado-entrevistado, aunque esto no tenga fundamento.
Gracias Loret de... como se llame por recordarnos la razón de hacer medios alternativos.

Cartón: Helioflores


MilenioPortada


UniversalPortada


Cartón: Hernández


Cartón: Fisgón


Jornada: Astillero


Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx
■ “Periodismo” selectivo
■ Te invito para pegarte
■ Enjundia facciosa en Televisa
No fue periodismo lo que se ejerció ayer en Televisa Chapultepec durante una “entrevista” a Andrés Manuel López Obrador sino una celada vengativa, una programada demostración de soberbia y desmesura y una comprobación al aire del encono profundo que guardan los dueños, directivos y estrellas de la principal empresa nacional de televisión al aspirante presidencial al que contribuyeron a defraudar electoralmente en 2006. Carlos Loret de Mola fue ayer impaciente y cortante, obsesivo en la búsqueda de descarrilar declarativamente a su presunto invitado, faccioso en cuanto se transmutó en contrincante dispuesto a saltar verbalmente encima del visitante para romperle el ritmo discursivo, de por sí lento, y para oponer a la visión y el verbo del malamente entrevistado las opiniones y deducciones de un anfitrión que manejó una “apertura” informativa, luego de año y medio de golpeteo, como una concesión personal o como el cumplimiento forzado y de mal humor de un trámite necesario para que la contaminadora empresa y sus empleados puedan adjudicarse un falso engomado de verificación democrática.
La agresividad matutina desplegada ayer en el canal dos de televisión abierta contrasta notablemente con el tono rutinariamente utilizado en ese y otros programas al entrevistar a funcionarios y políticos que son cuestionados por encima, tratados con amabilidad que todo lo diluye o, en caso extremo (sólo cuando es necesario), exhibidos sin enjundia ni persecución en sus contradicciones y errores, solidariamente pillados en falta pero sin que el conductor estrella asuma una postura adversa militante, propia más de quien forma parte de un litigio de partido que de quien se supone que actúa como periodista sin consigna. Con el mayor desparpajo, sin tribunales del santo oficio electrónico enfrente, desfilan por foros y programas de Televisa (y, con más descaro, en Televisión Azteca) los principales culpables de las desgracias del país y son tratados con complacencia general que, para aparentar acuciosidad, es salpicada con interrupciones menores, precisiones que suelen servir como preámbulo de más demagogia, y supuestos chispazos de ingenio y profundidad que no se vuelven insistencia, desesperación, descompostura facial, enojo evidente ni ruptura de reglas básicas ya no de periodismo sino incluso de cortesía.
La nueva tesis Televisa (te invito para pegarte) tendrá, desde luego, ilimitada oportunidad de demostrar que su puesta en práctica de ayer con López Obrador sólo fue la circunstancial inauguración de una nueva faceta periodística en la que los conductores de programas informativos se comportarán de similar manera con la amplísima nómina de políticos susceptibles de ser contradichos, impugnados y desprovistos del hilo argumental que desearen exponer (y que ya no habrá más entrevistas a modo, con guiones prestablecidos en los que el compareciente cómodamente se encuentre las preguntas para las que lleva respuestas aprendidas de memoria e incluso reacciones y frases estudiadas para enfrentar los cuestionamientos presuntamente peliagudos que también han sido convenidos. Por ejemplo, las entrevistas a Juan Camilo Mouriño). Ya se verá si frente a Felipe Calderón, a Mouriño o a otros miembros destacados del sistema al que Televisa pertenece se producirán joyas de enjundia persecutoria como las mostradas ayer por el economista que ha sido considerado uno de los líderes globales jóvenes de Latinoamérica.
Ya por último, sobre este tema, ha de señalarse que a pesar de la presión ejercida en su contra, y del entrampamiento en que quedó respecto a un párrafo de sus planteamientos de campaña en el que aceptaba cierto tipo de asociaciones de capital privado en Pemex, López Obrador pudo comenzar a instalar un nuevo golpe seco a la compañía gallego-michoacana, MuCal, a partir de contratos recientes en los que según eso aparece la firma del tesorito de Bucareli y, por otra parte, al darle más fuerza mediática a la denuncia sobre negocios con Repsol autorizados por Calderón cuando era secretario de Energía y ya instalado en Los Pinos.
Astillas
Salvo la ambición desbocada, parece que no tenían ningún plan notable los empresarios provisionalmente encargados de la administración federal que buscan hacerse del petróleo nacional (a menos que se quiera llamar “plan” a la práctica elemental de despojo en mercados y estaciones del Metro comúnmente llamada “descontón”). En el colmo de la impericia, el calderonismo cree posible resucitar al Zombi de Bucareli para que, convertido en algo parecido a los repartidores de directorios telefónicos casa por casa, lleve ejemplares del “diagnóstico” gubernamental sobre el petróleo a gobernadores y a obispos que, obviamente, le dan la suave al sedicente secretario de gobernación... Ayer fue el último programa de Charlas sobre filosofía que durante 15 años se transmitió semanalmente por una de las difusoras del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión (SJRT). Producido por el Departamento de Filosofía de la Universidad de Guadalajara, el citado programa fue sentenciado a muerte en razón de las nuevas políticas culturales del gobierno de sacristía que encabeza Emilio González Márquez, el donante de 90 millones de pesos para la construcción de un santuario cristero. En delante, todo lo que se difunda en las estaciones propiedad del Estado deberán “competir” con la radio comercial, a pesar de que el artículo sexto del acta constitutiva del SJRT, del 12 de enero de 1999, establece que no se perseguirán fines de lucro… Organizaciones de derechos humanos, feministas y ciudadanos en general se manifestaron ayer en Monterrey para exigir que uno de los diarios de aquella ciudad restituya en sus páginas la columna A bocajarro que escribía Sanjuana Martínez. Deseosos de entregar una carta con sus puntos de vista a directivos del diario, los manifestantes se quedaron con el texto en sus manos porque nadie lo quiso recibir… Y, mientras el director de la Comisión Federal de Electricidad (toda la CFE es Slim) usa impropiamente el nombre de la Fundación Heberto Castillo, y se escuda tras “testigos sociales”, ¡hasta mañana, con la evolución patrimonial de Fox declarada tres años bajo reserva por el calderonismo cómplice!

JornadaPortada: Rayuela


Jornada: PEMEX


Jornada: Bancos


Jornada: PEMEX


■ Favorecida por Calderón, traerá el combustible desde Perú para utilizarlo en generación eléctrica
Repsol venderá a CFE el gas más caro del mundo, denuncia AMLO
■ Esa intermediación de la empresa española le costará a México 21 mil millones de dólares entre 2011 y 2016, dice
■ La trasnacional se benefició de información privilegiada, acusa
Enrique Méndez y Alma E. Muñoz

La intermediación de la trasnacional española Repsol para la compra de gas licuado a Perú, y su venta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para generación de energía eléctrica, le costará 21 mil millones de dólares a México, entre 2011 y 2016, debido a que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa aceptó adquirir el combustible a esa empresa con base en el índice Henry Hub, el más caro del mundo.
Al presentar ayer los detalles del contrato, Andrés Manuel López Obrador confirmó –como lo publicó La Jornada el 29 de febrero pasado– que Repsol se benefició de información privilegiada de la actual administración federal para hacerse del negocio. Sin embargo, explicó, debido al alto precio del gas se elevará el costo de la energía eléctrica que, alertó, será trasladado al consumidor.
En cambio, explicó, para Repsol, “que se ha convertido en la empresa favorita” del presidente Felipe Calderón, esta operación constituye una de las más importantes y rentables, debido a que a Perú sólo le pagarán 6 mil 26 millones de dólares por el gas durante 15 años, por lo que su utilidad únicamente por ser intermediario será de aproximadamente 15 mil millones de dólares.
En conferencia de prensa, el ex candidato presidencial presentó ayer un conjunto de documentos que comprueban cómo la trasnacional española se beneficiará con la venta de 500 millones de pies cúbicos diarios de gas importado de Perú, a partir de un convenio suscrito durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo. Informó que se constituirá una comisión anticorrupción que investigue este caso, y que entregará la información a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, para que ésta a su vez requiera una investigación a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Anticipó también que cuenta con información adicional sobre contratos obtenidos por el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, cuando fue apoderado legal de Transportes Especializados Ivancar, y advirtió que no se permitirá un albazo legislativo que pretenda aprobar una reforma administrativa para permitir la participación de empresas privadas en la explotación y exploración de petróleo.
Este martes, López Obrador proporcionó detalles del contrato entre la CFE y Repsol, avalado por funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex), de la Secretaría de Energía (Sener) y de la Comisión Reguladora de Energía, como resultado de la licitación pública internacional 181664067-009-006 (LI-509-06), por un “servicio de recepción, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado y suministro de gas natural a la CFE para la zona de Manzanillo, Colima”, y luego de que otras compañías trasnacionales abandonaron el proceso.
Sostuvo que la firma del contrato entre Repsol, la CFE y Pemex es “un botón de muestra de cómo la privatización del sector energético significa jugosos negocios para las empresas extranjeras, en perjuicio de los intereses nacionales”, y además afecta a la economía del país y representará “un daño al erario”.
Explicó entonces que, a partir de un análisis del “gobierno legítimo” basado en información pública y fidedigna, se detectó que el costo máximo del gas que Repsol traerá de Perú es de 2.45 dólares por millón de BTU (unidades térmicas británicas).
Dicho costo se desglosa, a su vez, de la siguiente manera: costo de producción, 60 centavos de dólar por millón de BTU; transporte por gasoducto a la planta de licuefacción, 40 centavos de dólar; licuefacción, un dólar, y transporte por barco a Manzanillo, 45 centavos de dólar.
Así que, detalló, en suma los 500 millones de pies cúbicos diarios durante 15 años representan un costo real de apenas 6 mil 26 millones de dólares.
Sin embargo, la Comisión Federal de Electricidad –acusó– aceptó pagar a la trasnacional española, a precios actuales, 21 mil millones de dólares, y por lo tanto, Repsol tendrá una utilidad extraordinaria de aproximadamente 15 mil millones de dólares.
El negocio para Repsol, dijo, se deriva del hecho de que mientras el gobierno de Calderón firmó el contrato con la trasnacional española con el índice más caro del mundo, fluctuante y con tendencia al alza, la empresa ibérica “tuvo la ‘oportunidad’ de firmar con el gobierno de Perú un tope al precio del gas que asegura que el incremento acumulado anual no será superior a 5 por ciento en los primeros seis años del suministro, y de 7 por ciento en los cinco años siguientes”.
Refirió que la Contraloría del gobierno peruano inició, desde 2006, una investigación sobre las condiciones del contrato para la explotación de yacimientos de gas en Camisea, en la zona desértica central de ese país, a diferencia de México.
López Obrador sostuvo que desde 2005 la CFE trabajaba de manera interna en la elaboración de un proyecto para el suministro de gas natural y otro para la construcción de una planta de regasificación en Manzanillo, e “inexplicablemente” Repsol conoció de esos planes y, con la información privilegiada, operó para meterse al negocio.
Así, dijo, la empresa española se sumó al consorcio que originalmente había obtenido en 2000 la concesión para la explotación de gas en la región de Camisea, y en diciembre de 2005 el entonces presidente Alejandro Toledo firmó el decreto para permitir la venta de gas a México y en la costa oeste de Estados Unidos.
Sin embargo, en México la Comisión Federal de Electricidad publicó hasta junio de 2006 las bases de licitación para el suministro de gas y la construcción de la planta de regasificación; esto significa que Repsol amarró el contrato para la obtención del gas desde año y medio antes que la paraestatal iniciara los trámites oficiales.
El contrato, dijo, tiene vigencia a partir de 2011, pues desde 2008 y hasta esa fecha, se prevé concluir la planta de licuefacción, cuando Repsol estaría en condiciones de comenzar el suministro del gas a México.
Sería conveniente, concluyó López Obrador, que se iniciara una auditoría a la CFE, porque esta operación podría implicar una quiebra de la empresa, y consideró que éste también es el propósito del gobierno federal: terminar de arruinar a Petróleos Mexicanos para justificar su privatización.

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