viernes, 16 de mayo de 2008
Jornada: Mouriño
■ Documenta Javier González Garza el entramado político diseñado en esa dependencia
Con Calderón al frente de Energía se programó beneficiar a los Mouriño
■ El proyecto del parque eólico La Venta II, en Oaxaca, fue licitado en 2005 por la CFE a la empresa española Gamesa, quien compró torres a Gándara-Censa, adquirida por el padre del funcionario
Georgina Saldierna
El coordinador de los diputados perredistas, Javier González Garza, denunció ayer la existencia de un entramado político-empresarial cuidadosamente diseñado desde la Secretaría de Energía (SE) por Felipe Calderón, Juan Camilo Mouriño y Dionisio Pérez Jácome, para otorgar contratos que han beneficiado a la familia del actual secretario de Gobernación.
Una demostración de ello, dijo, lo constituye la construcción del parque éolico La Venta II, en Oaxaca, cuyo proyecto fue impulsado por Calderón y Mouriño entre 2003 y 2004, cuando ambos estaban en la mencionada secretaría. Dicho plan fue licitado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y otorgado en 2005 a la empresa española Gamesa, quien por su lado compró torres eólicas a la compañía Gándara-Censa, la cual fue adquirida por el padre del actual titular de Gobernación, Manuel Carlos Mouriño Atanes, en 2004, precisamente cuando se elaboraba el plan para construir la planta generadora de electricidad.
El legislador dijo: Mouriño hizo el proyecto, se puso de acuerdo con su padre, quien compró la empresa Gándara, y esa firma es la que fabrica las torres para Gamesa. Todo eso es demostrable, subrayó el perredista, quien tomó parte de esta información de la prensa española y mexicana.
Durante una conferencia de prensa, González Garza recordó que el PRI y el PAN se opusieron a que la comisión especial para el caso Mouriño ampliara sus investigaciones a la CFE. “Con ello lo que se quiere ocultar es la existencia de un diseño empresarial y político cuidadosamente elaborado para beneficiarse de la ilegal apertura del sector energético, promovida y operada por Calderón, Mouriño y Pérez Jácome”, dijo
“Hace unos meses decíamos que este grupito se estaba preparando para participar en el sector energético, y aquí hay una demostración”, insistió, para luego señalar: “Ya basta de raterías”.
Destacó que ese tipo de negocios son los que se tratan de evitar ante la apertura a una iniciativa privada que tiene nexos y que está encumbrada en los principales puestos políticos del país.
Acompañado por los diputados del Frente Amplio Progresista (FAP) Ricardo Cantú, Elías Cárdenas y Octavio Martínez, González Garza calificó de falsas las conclusiones de la comisión especial ya citada, según las cuales el secretario de Gobernación no cometió tráfico de influencias al firmar, como apoderado legal de las empresas de su familia, contratos con Pemex cuando era diputado y subsecretario de Energía. Explicó que el funcionario violentó el artículo 50 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, el cual refiere que las dependencias y entidades se abstendrán de recibir propuestas o celebrar contrato alguno en las materias a que se refiere esa legislación, con las personas que desempeñen un empleo, cargo o comisión en el servicio público, o bien las sociedades de las que dichas personas formen parte, sin la autorización previa y específica de la Secretaría de la Función Pública, cosa que no tiene Mouriño.
Pese a lo anterior, expuso que el FAP no presentará ninguna denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR), porque al titular lo nombró Calderón y tienen esa complicidad. No va a poder actuar contra su jefe, lamentó.
Sobre la empresa Gándara-Censa, informó que está ubicada en Pontevedra, España, y fabrica equipo para la industria de refinación y petróleo, reactores Rise, separadores de alta presión y tanques de almacenamiento de gas licuado de petróleo, así como torres eólicas.
La firma fue adquirida por Manuel Carlos Mouriño Atanes en 2004, cuando su hijo Juan Camilo era subsecretario de Energía, Calderón el secretario y Pérez Jácome el director de la Comisión Reguladora de Energía, que aprobó el proyecto de La Venta.
La compra de la firma se hizo a pesar de que presentaba pérdidas. En 2004 tenía ventas por 12.8 millones de euros, pero para finales del presente año se estima que dicha cifra se elevará a 28.4 millones y tendrá ganancias por un millón.
Además de proveer a Gamesa de la torres eólicas, en diciembre del año pasado la alcaldesa de Progreso, Yucatán, Reina Quintal, informó que Gándara-Censa iniciaría en 2008 la construcción de una planta en un terreno que fue comprado al gobierno de Yucatán por la inmobiliaria GES, que pertenece al Grupo Energético del Sureste, también propiedad de los Mouriño.
González Garza señaló que faltan muchas cosas por aclarar, por ejemplo, los contratos de GES con el IMSS, el ISSSTE y secretarías de Estado; concesiones de gasolineras, apoyos ilícitos de las Pymes, más contratos con Pemex, así como el convenio para modernizar la central nucleoeléctrica Laguna Verde y concesiones de transportes. También se refirió a contratos de gas de la Comisión Federal de Electricidad con Repsol, que representan una ganancia de millones de dólares.
Jornada: PEMEX
■ El tabasqueño propone que se inviertan los excedentes petroleros en la paraestatal
Hacer de Pemex palanca del desarrollo, el proyecto de AMLO: Sheinbaum
■ También plantea que el Estado asuma la deuda de la empresa y crear un comité anticorrupción
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
Mientras el proyecto del “presidente usurpador”, Felipe Calderón, pretende privatizar la industria petrolera, el de Andrés Manuel López Obrador busca hacer de Petróleos Mexicanos (Pemex) “una empresa nacionalista, que sea palanca del desarrollo”, señaló Claudia Sheinbaum al participar en el segundo foro de debate acerca de las iniciativas en la materia.
La secretaria de patrimonio nacional del “gobierno legítimo” presentó la propuesta alterna del político tabasqueño, la cual, detalló, parte de cinco ejes fundamentales: reagrupar Pemex en una sola entidad; canalizar a la empresa los recursos obtenidos por excedentes petroleros, unos 150 mil millones de pesos sólo este año; que el Estado absorba la deuda de la empresa; fomentar la investigación y el desarrollo tecnológicos, y crear un comité anticorrupción, con la finalidad de que no se repitan los Pemexgate o los “casos Mouriño y Bribiesca”.
El tema del foro fue Los principios que deben regir la reforma energética de México, y ahí Sheinbaum reconoció el esfuerzo de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) y de los brigadistas en defensa del petróleo que permitieron, dijo, “abrir este debate”; frase que no gustó a varios panistas y priístas, y provocó que el senador Santiago Creel endureciera el gesto.
Precisó que para lograr que Pemex supere la situación de crisis en la que la han sumido, López Obrador propone reagrupar a la paraestatal en una sola empresa, no como está ahora, dividida en subsidiarias y filiales.
También, agregó, se propone una mayor integración energética entre Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro, por medio, entre otras acciones, de sustentar parte del crecimiento de la generación eléctrica en el uso de derivados pesados.
Asimismo, la propuesta de López Obrador está enfocada a canalizar todos los excedentes petroleros, con excepción de los recursos que se reparten a estados y municipios, a la inversión en Pemex. Este año, expresó, se podrá disponer de 150 mil millones de pesos por ese concepto, mismos que la paraestatal puede invertir en exploración, refinación, petroquímica, mantenimiento e inversión en ductos, así como en investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía.
La utilización de los excedentes en actividades estratégicas, remarcó Sheinbaum, “permitiría invertir en proyectos urgentes, sobre todo para mantener la producción de crudo en campos existentes y recuperar reservas”, fundamentalmente en aguas someras y en tierra, donde “tenemos cuando menos 45 mil millones de barriles de reservas probadas, probables y posibles”.
Otro punto, detalló, es que el Estado absorba la deuda por 50 mil millones de dólares que Pemex tiene en Pidiregas, debido a que se trata de un adeudo con contratistas privados a que se obligó a la empresa y, por tanto, el país debe debe asumirla.
Además, agregó, López Obrador incluye en su propuesta otro punto central: fortalecer las áreas estratégicas de Pemex y la ingeniería nacional, así como al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) con el propósito de que vuelva a jugar un papel fundamental en la investigación y desarrollo de tecnología.
A la pretensión del gobierno y del PAN de poner en manos de empresas privadas la producción de gasolina y petroquímicos, además del manejo de los ductos, hay que responder, recalcó Sheinbaum, que “los ingresos de empresarios para construir y operar refinerías, y para el transporte y almacenamiento, vendrían de la misma fuente que para Pemex: la venta de hidrocarburos en el mercado nacional”.
Explicó que la ventaja económica de que Pemex opere refinerías y ductos es que utilizaría las ganancias para su propio fortalecimiento y el beneficio del país, “en vez de que se queden en unas cuantas manos privadas”.
Parte toral del proyecto alterno de Andrés Manuel López Obrador, dijo, es garantizar el funcionamiento de un comité anticorrupción en el consejo de administración de Pemex.
Aclaró que la tarea principal de ese comité, que funcionará en forma paralela a los mecanismos de auditoría que ya tiene la paraestatal, será evitar conflictos de interés y corruptelas en la asignación de contratos.
Que Calderón retire sus iniciativas, exige Muñoz Ledo
El coordinador del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, pidió que Felipe Calderón retire sus seis iniciativas para modernizar Pemex, dado que se trata de una reforma “notoriamente inconstitucional y claramente nociva del interés del país”.
Durante su intervención, advirtió que se trata de un proyecto impulsado por la administración Bush, e incluso reveló que en el más reciente informe del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos se dice con toda claridad que Washington “debe enfocarse en promover una mayor producción petrolera en México, mediante una participación de empresas privadas en ese país, como parte de la nueva política económica hemisférica”.
Muñoz Ledo recalcó que todas las iniciativas, incluida la que se presentó el miércoles pasado, no son sino rendijas, y alertó del peligro de caer en la trampa de “las empresas espejo o paralelas”.
Además, demandó al Congreso de la Unión que antes de discutir la apertura de Pemex al capital privado como pretende Calderón, se atiendan otras prioridades, como la reforma del Estado.