lunes, 22 de septiembre de 2008

SDP

PALABRAS DE LUIS MANDOKI POR EL RECONOCIMIENTO DE SDP AL PREMIO A "FRAUDE: MÉXICO 2006"

Por Victor Hernández

Envía carta de agradecimiento a Federico Arreola, director general de SDP y prodctor del documental

El cineasta mexicano Luis Mandoki envió una carta con palabras de agradecimiento a Federico Arreola, director general de SDP y productor del documental FRAUDE: México 2006, recientemente premiado en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Angeles como mejor documental. A continuación reproducimos la carta enviada por Mandoki:

Federico,
Me conmovieron tus palabras en el SDP del lunes. Sin embargo, insisto, esta película no hubiera sucedido sin tu compromiso y tu fe, ni sin la participación de tanta gente entregada, que sigue creyendo en un México mejor.

Conforme pasa el tiempo, miro a las instituciones de la República, carcomidas, apolilladas, huecas. Si alguna vez fueron las estructuras que sostenían al país, hoy se están derrumbando. La polilla está ganando. La polilla, la corrupción, tanta polilla, tanto político corrupto. Y ya todos sabemos quienes son. Y también sabemos quienes no lo son, quienes verdaderamente trabajan creyendo en el país, por el país.

Podríamos decir que están locos. Pues es una locura ser honesto en medio de un mar de ladrones, plantarte en principios cuando lo que impera es la ley del más astuto, del que se vende mejor.

La proyección de FRAUDE en Los Angeles fue muy interesante pues fue visto por gente no tan contaminada por los medios de incomunicación mexicanos. La película provocó un estupor: ¿por qué esta información no les había llegado por otro lado? Muchos decían, este será un documento histórico. Es posible que algún día jóvenes mexicanos lo vean y digan, “¿Cómo es posible que tal cinismo imperaba en mi país hace no tanto tiempo?”

Pero finalmente, lo que quiero decir aquí es, “Gracias a ti Federico, y gracias a ti, Víctor, pues ustedes son un oasis de información en un mar de mentiras y ocultamientos, un ejemplo para los jóvenes que empiezan o que algún día serán periodistas. Ya tienen un referente.”

MilenioPortada

Cartón: Helioflores

UniversalPortada

Cartón: Hernández

Cartón: Rocha

Cartón: Helguera

Jornada: EUA

León Bendesky
leon@jornada.com.mx

Miles de millones

En los últimos seis meses el gobierno estadunidense ha hecho cuatro intervenciones de gran escala en el sistema financiero, sin haber logrado detener los efectos destructivos de la crisis.

Facilitó recursos para la venta de Bear Stearns, nacionalizó las empresas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y la aseguradora American Internacional Group (AIG). Ahora se propone una intervención masiva en el sector que no tiene precedentes desde la década de 1930.

Tres medidas componen esta nueva estrategia y aparecen hoy como una exigencia en esta fase de la crisis financiera. Así, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal han tenido que dejar de intervenir paso a paso y ahora lo hacen de manera general. Con ello, sin embargo, se abre un nuevo entorno de incertidumbre.

Primero, han garantizado una buena parte de los activos financieros de la denominada industria de fondos mutuales del mercado de dinero que perdían valor a pasos acelerados en las últimas semanas. Estas son las cuentas bancarias que pagan algún interés y es una forma de inversión para los depositantes, que era convencionalmente considerada la más segura, pues el dinero está en efectivo y se puede retirar sin plazos de espera. Pero en la semana anterior esas cuentas ya no se pagaban a los clientes a la par, es decir, dólar por dólar, sino que su valor había descendido. El riesgo era enorme para el público y para el sistema bancario. Son 50 mil millones de dólares los que se han garantizado.

Segundo, el Tesoro comprará las deudas impagables del sector hipotecario para tratar de frenar la caída de los precios de las viviendas y, con ello, las pérdidas de los bancos. El gobierno se volverá así dueño de los créditos de hipotecas más riesgosos y deberá administrarlos mediante una agencia que se creará especialmente y tratará de venderlos con la menor pérdida posible. Los criterios de gestión de esa agencia serán responsabilidad del secretario del Tesoro y deberá informar al Congreso dos veces por año.

Esta medida consiste en tratar de “desapalancar” a los bancos y en cierta medida a los deudores que tienen hipotecas, o sea, reducir la proporción de la deuda que tienen con respecto a sus activos, que es la situación provocada por la caída de los precios de las casas. El problema es que cuando esto se hace en una dimensión tan grande como la que ahora representa el mercado hipotecario en Estados Unidos, es muy probable que el precio de los activos (las viviendas) siga cayendo y se acumulen más pérdidas, pero ahora para el gobierno.

En todo caso, la intervención propuesta equivale a separar los negocios de los bancos en una parte buena y otra mala, y el gobierno se quedará con esa última. No se sabe cómo afectará esto a la estructura financiera vigente antes de la crisis ni cómo se ordenarán las operaciones de los bancos para limitar la gestión de los riesgos de sus carteras. En todo caso la cifra que se ha estimado en la propuesta de intervención en los mercados es de 700 mil millones de dólares, lo que alza el límite superior de la deuda nacional a 11.3 billones de dólares (trillones en la nomenclatura usada en Estados Unidos)

Tercero, y en este campo aún no hay una oferta clara del Tesoro y de la Reserva Federal, se tendrá que rediseñar el marco reglamentario de las operaciones del sector financiero y de la Comisión de Cambios y Valores (Securities and Exchange Comisión) para prevenir una nueva ronda de exceso especulativo que ponga en riesgo los depósitos de los ahorradores, la solvencia de los bancos y ahora, además, los enormes recursos públicos comprometidos en el salvamento que emprende el gobierno.

Esta última parte todavía está por atenderse, pero en el reacomodo que se ha dado en los últimos seis meses se está manteniendo una estructura en la que siguen unidos los negocios bancarios con los de inversión en las mismas empresas que ya se están reconfigurando. Éste es el caso de la compra que hizo Bank of America de Merrill Lynch o el de JP Morgan Chase que adquirió a Bear Stearns. Y aún están en vilo empresas grandes como Morgan Stanley, que es sólo una de las más visibles por ahora.

Esa falta de separación de uno y otro tipo de operaciones está en el centro del surgimiento de esta crisis. Se trata del esquema de organización financiera que se fue creando durante muchos años a medida que se debilitaban progresivamente los lineamientos de la ley conocida como el Acta Glass Steagall. Esa ley regulaba la separación de las actividades de los bancos comerciales y de las empresas de inversión luego de la crisis de 1929-1933.

Desde las décadas de 1960 y 1970 los bancos comerciales cabildearon fuertemente en el Congreso para quitar restricciones y ampliar los márgenes de las operaciones de inversión que realizaban. Finalmente, con la fuerte presión de Citicorp hacia fines de los 90 y con la anuencia del entonces secretario del Tesoro, Robert Rubin, y del presidente de la reserva Federal, Alan Greenspan, el gobierno de Bill Clinton derogó la ley. Hoy habrá necesidad de replantearse el esquema vigente y que ha estallado en pedazos, sobre todo con el gran costo que tiene para los ciudadanos que pagan los impuestos.

Jornada: Rayuela

Jornada: EUA

■ Pidió al Congreso estadunidense aprobar con rapidez el plan oficial de intervención

Paulson incita a otros países a rescatar sus sistemas financieros

■ El programa del gobierno cubriría a las instituciones extranjeras que operan en el país

■ Evidente, que las políticas externas de manos libres de Bush han sido desastrosas: Reid

Reuters

Ampliar la imagen El secretario del Tesoro estadunidense, Henry Paulson, ayer en una entrevista con la televisora ABC El secretario del Tesoro estadunidense, Henry Paulson, ayer en una entrevista con la televisora ABC Foto: Ap

Washington, 21 de septiembre. El secretario del Tesoro estadunidense Henry Paulson reforzó este domingo su iniciativa a favor de un rescate financiero sin precedente por 700 mil millones de dólares, y urgió al Congreso, de mayoría demócrata, a aprobar rápidamente el plan gubernamental porque sin una pronta intervención la economía de Estados Unidos está en riesgo de colapsarse.

Anunció que instará a sus colegas de otros países afectados por la crisis económica a diseñar planes para comprar los activos inviables a las instituciones financieras en problemas, “cuando sea oportuno”.

El gobierno republicano de George W. Bush pidió al Congreso avanzar velozmente con el plan para enfrentar la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. “Hay mucha gente en este país que necesita ayuda. Pero la mayor ayuda que le podemos dar al pueblo estadunidense es estabilizar nuestro sistema financiero ahora mismo”, destacó Paulson.

El secretario del Tesoro añadió que Estados Unidos está presionando a otros países para crear rescates de instituciones financieras similares al proyecto de su gobierno. “Voy a pedir a nuestros colegas de todo el mundo que conciban programas similares para sus bancos y entidades (financieras) cuando sea oportuno”, declaró Paulson a la cadena de televisión Fox. “Recuerden que vivimos en un sistema mundial”, subrayó. Aclaró que el plan de rescate del gobierno cubriría a las instituciones extranjeras que operen en Estados Unidos.

El funcionario dijo a la cadena ABC que era esencial prevenir un atascamiento del sistema, “porque si se atasca, va a tener un efecto adverso en la capacidad de la gente de conseguir empleo, en sus presupuestos, en sus fondos de jubilación, en el préstamo a pequeñas empresas, así que ahí es donde debe estar la prioridad”.

Reconoció la “frustración” de los contribuyentes frente a la persistencia de sueldos millonarios entre ejecutivos de entidades financieras, mientras el gobierno debe hacer frente a sus decisiones erradas. Pero a la vez advirtió que la prioridad es estabilizar los mercados.

Costo “asombroso”: Obama

El paquete de 700 mil millones de dólares se suma a unos 600 mil millones ya gastados por la administración Bush en la guerra de Irak. El Congreso debe subir el techo del endeudamiento a 11.3 billones de dólares, después de haberlo incrementado a 10.6 billones en julio, para cubrir el rescate de 200 mil millones de dólares para las financieras hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac.

Poco después, el candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, calificó de “asombroso” lo que costaría el rescate. Dijo que el resultado final debe ser la protección de los contribuyentes estadunidenses, y apuntó que debe incluirse un compromiso para disponer de nuevas reformas regulatorias.

El plan global de rescate entró en una fase de áspera discusión al plantear los demócratas en el Congreso sus exigencias para aprobar las medidas.

La oposición demócrata expresó sus expectativas de que se incluyan garantías para los contribuyentes, ayuda para quienes buscan mantener sus viviendas hipotecadas y límites a los pagos de ejecutivos de entidades que se coloquen bajo el parteaguas de la nueva legislación.

En tanto, trascendió que el banco suizo UBS, fuertemente golpeado por la crisis financiera, intenta beneficiarse del rescate crediticio lanzado por el Tesoro estadunidense. Christoph Mejer, portavoz del UBS, aseguró que la transferencia de deudas dudosamente cobrables de los bancos de Estados Unidos al Tesoro posibilitaría el resurgimiento de un mercado para estos activos, que apuntale la confianza de los bancos en todo el mundo.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, señaló que los demócratas trabajarán con los republicanos para dar forma a la medida de rescate, pero insistió en que no se deben perder de vista los intereses de los estadunidenses comunes.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que “ahora es evidente por sí mismo que las políticas externas de manos libres del gobierno de Bush han sido desastrosas. El pueblo tiene todo el derecho de estar indignado porque estemos en esta situación”.

En un resumen del plan, el Tesoro dijo que gestores privados manejarían los activos bajo la dirección de la dependencia. El precio de los activos hipotecarios en problemas, cuyo valor se ha derrumbado en la peor caída del sector inmobiliario de Estados Unidos en décadas, se determinará “mediante mecanismos de mercado en la medida de lo posible, como ser las subastas en reversa”.

La información del Departamento del Tesoro sobre el proyecto no especifica qué tipo de instituciones financieras califican para el rescate, pero parece abrir la puerta a firmas extranjeras. “Las instituciones financieras participantes deben tener operaciones significativas en Estados Unidos, a menos que el secretario (del Tesoro) tome una decisión, en consulta con el presidente de la Reserva Federal, de que se requiera una calificación más amplia para estabilizar los mercados financieros”.

El Tesoro estaría autorizado a adquirir activos hipotecarios de cualquier institución financiera con sede en Estados Unidos y estaría obligado a dar cuenta regularmente de sus actividades al Congreso.

Jornada: EUA

■ De NY a Sao Paulo analistas consideran “socialista” el salvataje financiero en EU

Los bancos que enseñaban a AL qué hacer, ahora están quebrados: Lula

Afp

Sao Paulo, 21 de septiembre. América Latina, más fuerte para enfrentar la actual crisis mundial por los últimos años de bonanza, criticó la especulación financiera al observar cómo Europa y Estados Unidos olvidaron sus lecciones sobre mercado libre y adoptaron recetas prohibidas a la región.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, declaró que veía “con tristeza que bancos muy importantes que estuvieron opinando, diciendo lo que debíamos o no hacer, midiendo el riesgo del país, recomendando a inversionistas si Brasil era o no confiable, están quebrando, están llamando a acreedores”.

Esos bancos “lo que determinaron no fue la libre circulación de capital, la generación de empleos y riqueza, sino la especulación; transformaron algunos sectores del sistema financiero en casinos, perdieron en la ruleta, y nosotros no queremos que Brasil sea víctima del juego”, indicó.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner comentó que veía “cómo ese primer mundo que nos habían pintado en algún momento como la meca a la que debíamos llegar, se derrumba como una burbuja”.

De Nueva York a Sao Paulo surgieron analistas que calificaron de socialista el salvataje de financiadoras hipotecarias (Fannie Mae y Freddi Mac) y aseguradoras (AIG), así como el auxilio a los mercados desplegado por los bancos centrales de Estados Unidos y Europa.

Nouriel Roubini, economista de la New York University, escribió que “con la nacionalización de AIG, los camaradas (presidente George W.) Bush, (Henry) Paulson (secretario del Tesoro) y (Ben) Bernanke (titular de la Reserva Federal) nos dan la bienvenida en USSA” (Unión Socialista Soviética de América).

Criticó que “Estados Unidos es ahora la mayor compañía mundial de seguros”, con un “socialismo para los ricos y Wall Street, el lugar donde los beneficios son privatizados y las pérdidas socializadas”.

El periodista Clovis Rossi, del diario Folha de Sao Paulo, dijo: “de continuar esta marcha rítmica de estatizaciones, (el presidente venezolano) Hugo Chávez sustituirá el rótulo dado a Bush. Sale ‘demonio’, entra ‘compañero’ ”.

El mayor efecto de la crisis se sintió en las bolsas regionales, donde la pérdida de valor de mercado de las empresas desde el 20 de mayo hasta el lunes último fue de 707 mil 300 millones de dólares, reveló la consultora Economática. Sin embargo, analistas y gobernantes subrayaron que sus países están fuertes y que el impacto en la economía real no será dramático.

En Brasil, la mayor economía regional, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, comentó que “en otras circunstancias Brasil estaría de rodillas”.

En México “no se anticipa ningún efecto” para el sistema financiero, según el presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Guillermo Prieto, aunque advirtió que aún “no sabemos para dónde va a seguir soplando el aire”.

El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, manifestó que la crisis llegó “de manera gradual, lo que ha permitido medidas contracíclicas y evitar el desplome de la actividad económica”.

JornadaPortada