Me envía Federico Arreola la siguiente carta en respuesta a lo que se publica el día de hoy en la columna Bajo Reserva de El Universal:
Don Raymundo Riva Palacio:Leí en El Universal de hoy domingo que te parece extraña la propuesta que he hecho a los lectores del Sendero del Peje. Sí, la de documentar (fotografiar, filmar) las irregularidades que se presenten en las elecciones internas del PRD. En la columna Bajo Reserva no sólo se afirma lo anterior, sino que también se sugiere que eso podría resultarnos contraproducente a quienes hemos realizado el filme "Fraude: México 2006". No entiendo por qué a los editores de El Universal les produce extrañeza que nos interese, a Luis Mandoki y a mí, seguir intentando denunciar los fraudes electorales en México dondequiera que se den. Las formas políticas en nuestro país son muy poco democráticas, lo que quedó de manifiesto no sólo en las elecciones residenciales de 2006, sino en el proceso de renovación de la dirigencia del PAN (al más puro estlo del viejo PRI) y ahora, tristemente, en la elección del nuevo líder del PRD. Durante toda la campaña por la dirigencia perredista algo, al menos, ha quedado perfectamente claro: los candidatos han recurrido a toda clase de trampas. Me pregunto por qué, para los editores de un diario como El Universal, es tan extraño que haya personas interesadas en denunciar lo que está mal.
Don Raymundo Riva Palacio:Leí en El Universal de hoy domingo que te parece extraña la propuesta que he hecho a los lectores del Sendero del Peje. Sí, la de documentar (fotografiar, filmar) las irregularidades que se presenten en las elecciones internas del PRD. En la columna Bajo Reserva no sólo se afirma lo anterior, sino que también se sugiere que eso podría resultarnos contraproducente a quienes hemos realizado el filme "Fraude: México 2006". No entiendo por qué a los editores de El Universal les produce extrañeza que nos interese, a Luis Mandoki y a mí, seguir intentando denunciar los fraudes electorales en México dondequiera que se den. Las formas políticas en nuestro país son muy poco democráticas, lo que quedó de manifiesto no sólo en las elecciones residenciales de 2006, sino en el proceso de renovación de la dirigencia del PAN (al más puro estlo del viejo PRI) y ahora, tristemente, en la elección del nuevo líder del PRD. Durante toda la campaña por la dirigencia perredista algo, al menos, ha quedado perfectamente claro: los candidatos han recurrido a toda clase de trampas. Me pregunto por qué, para los editores de un diario como El Universal, es tan extraño que haya personas interesadas en denunciar lo que está mal.