viernes, 17 de octubre de 2008

SDP

Llegó el momento de rescatar a los pobres, declara López Obrador

Por Gobierno Legítimo

Informa que se reunirá los próximos domingo y lunes con mujeres y hombres de las brigadas del Movimi

• Mientras la mayoría de las familias mexicanas espera una respuesta a su crítica situación económica, Calderón se pasea en un carrito de golf, señala

• Se une a las voces que exigen se revelen los nombres de los banqueros, grandes empresarios y especuladores que en una hora devoraron 6 mmdd

• Propone un Pacto en apoyo a la economía familiar y pide a legisladores del FAP que lo impulsen entre sus similares de otras fuerzas políticas

• Informa que se reunirá los próximos domingo y lunes con mujeres y hombres de las brigadas del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo


Ante el agravamiento de la crisis y la falta de dinero para cubrir los gastos familiares, Andrés Manuel López Obrador propuso la suscripción de un Pacto en apoyo a la economía popular, a partir del congelamiento de precios de artículos de consumo generalizado y tarifas de servicios públicos.

En una primera etapa, recomendó que se mantengan los precios de los siguientes básicos: la tortilla, el pan, el agua, la leche, el huevo, el fríjol, la lenteja, el arroz, el aceite, la carne de res y de cerdo, el pollo, el café, el azúcar y las pastas para sopa, hasta que haya crecimiento económico, se generen suficientes empleos y se recupere el poder adquisitivo del salario.

Aclaró que el Acuerdo a favor de la economía popular puede concretarse con la participación de los sectores productivos y sociales del país y mediante la aplicación de los instrumentos del Estado, como el presupuesto, las leyes, los decretos, los controles, los subsidios y la regulación, para congelar las tarifas de las gasolinas, el diesel, la energía eléctrica, el gas, el teléfono, el transporte público de pasajeros, los medicamentos, la renta de vivienda, las colegiaturas, el predial y el peaje de carreteras.

En conferencia de prensa, el presidente legítimo de México informó que solicitará a los legisladores del Frente Amplio Progresista –formado por el PRD, PT y Convergencia— que promuevan la mencionada iniciativa entre los representantes populares de otras fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión, para proteger al pueblo ante los embates de la recesión económica.

Durante la lectura de una Carta a la opinión pública, denunció que el presupuesto público siempre se ha utilizado para rescatar a las instituciones financieras en quiebra y a las grandes corporaciones, pero –subrayó— ya llegó el momento de destinar los fondos públicos a favor de la mayoría de las familias mexicanas.

Luego declaró: “Si de rescates se trata, rescatemos a los pobres y a las clases medias” y aseguró que “no es jugar limpio utilizar al Estado para defender intereses particulares y procurar desvanecerlo cuando se trata del beneficio de las mayorías”.

Al calificar como una reverenda hipocresía la cantaleta, el criterio neoliberal, de dejar que el libre mercado y la libre competencia resuelvan los asuntos económicos y que el Estado renuncie a su responsabilidad social, López Obrador condenó la determinación del gobierno usurpador de Felipe Calderón de rescatar de la crisis a los potentados, en particular a los banqueros y grandes empresarios.

En días pasados, expuso, se utilizaron 11 mil millones de dólares de las reservas internacionales para apoyar a especuladores y empresarios que contrajeron grandes deudas en dólares.

Y unió su voz a todas aquellas que exigen al gobierno espurio de Calderón que revele los nombres de los especuladores. “Estamos pidiendo por ejemplo que se nos diga quién compró, quién pompó, diría Chico Che, mi paisano. Quién pompó dolaritos, porque en 65 minutos se devoraron 6 mil 500 millones de dólares”, demandó.

También censuró la actitud de Felipe Calderón, de pasearse en un carrito de golf –conocido como boggie— en la inauguración de un complejo inmobiliario, mientras millones de mexicanos que son golpeados por la carestía esperan una respuesta a su angustiante, desesperante y grave situación económica.

Desde que Calderón Hinojosa usurpó la Presidencia de la República, hace 22 meses, el salario mínimo aumentó sólo 8 por ciento, mientras el precio de la tortilla creció 42 por ciento, el pan blanco 60 por ciento, la leche 25 por ciento, el huevo 80 por ciento y el fríjol 100 por ciento, en detrimento de la enclenque economía de millones de familias.

En sesión de preguntas y respuestas, el presidente legítimo de los mexicanos dio a conocer que el próximo domingo se reunirá con las integrantes de las brigadas en defensa del petróleo y que el lunes siguiente hará lo propio con los hombres de las brigadas del Distrito Federal.

Al dejar en claro que todavía no se determina la fecha de inicio de las acciones de resistencia civil pacífica en defensa del patrimonio nacional, reiteró que los mexicanos no permitiremos la privatización del petróleo ni una eventual trasgresión al texto constitucional, tampoco que se fortalezca la corrupción en Petróleos Mexicanos.

MilenioPortada

Cartón: Helioflores

Cartón: Carreño

Universal: Muñoz Ledo

Porfirio Muñoz Ledo
Bitácora Republicana
17 de octubre de 2008


La mano visible




Un antiguo amigo colocó en mis manos The New York Times y espetó: nunca creí vivir para verlo. Las ocho columnas: “El gobierno americano toma propiedad sobre la banca”. Vuelta espectacular de campana que nos remitió al génesis del periodo neoliberal al despuntar de los 80. Sentenciamos: “Un fantasma recorre Washington: el de José López Portillo”.

El colapso ha parido un nuevo estatismo en la conducción de la economía y enterrado los dogmas con que fuimos descalificados. En retrospectiva, resulta grotesco aquel afán de masacrar los valores públicos y combatir a quienes denunciamos las aberraciones de un sistema desregulador, ventajista e ineficiente. Afirma por ello Joseph Stiglitz: “La crisis de Wall Street es para el mercado lo que fue la caída del muro de Berlín para el comunismo”.

La operación obedece al resarcimiento de los recursos fiscales respecto de los apoyos otorgados, como lo propusimos en el caso de Fobaproa. La razón esgrimida es “la ausencia absoluta de confianza de los acreedores en la banca privada y de las instituciones financieras entre sí”. La reinstalación del poder público en el sitial de garante del interés general.

La concreción de nuestra arenga en los tiempos del oscurantismo neoliberal: “La mano invisible del mercado debe ser guiada por la mano visible del Estado”. El derrumbe de los privilegios concedidos a la economía financiera sobre la economía real y la necesaria conversión de la banca en un servicio público, como los correos o el telégrafo, que a cambio podrían privatizarse.

Analistas estadounidenses afirman: “Todavía no sabemos cómo vamos a salir de la crisis, pero sí sabemos cómo caímos en ella”. Ojalá nuestros tecnócratas de lento aprendizaje también lo entendieran. “La cuestión es si la nación va a aprender de sus errores”. Advierten el peligro de que, “una vez la economía recuperada, el ethos desregulatorio de las últimas décadas se reinstale en el gobierno”.

El riesgo es que se agudice “la escasa competitividad y la alta concentración del sector financiero” y que el rescate no evite “la pérdida de casas, el agravamiento del desempleo y el recorte de los programas sociales”. Prevén que Obama, además de cerrar la economía y reducir las importaciones petroleras, habrá de elevar los ingresos de las clases medias y trabajadoras, desafiando la inflación. El retorno al odiado “populismo”.

Paul Krugman pondera la audacia británica y subraya que la globalización es ante todo financiera: “Una burbuja en los condominios de Florida provocó una catástrofe monetaria en Islandia”. Así lo estima la Unión Europea, que inyectará a los bancos un billón de euros en garantías. El presiente del Consejo, Nicolas Sarkozy, en competencia con su compatriota socialista Strauss-Kahn —director del FMI—, propone una solución mundial mediante la convocatoria a una segunda edición de Bretton Woods.

Clama por el fin de la impunidad económica: “Hay culpables que deberían asumir su responsabilidad. Los que pusieron al mundo en esta situación debieran rendir cuentas”. Entre nosotros la inconsciencia ahoga todo arrepentimiento: el vernáculo Carstens sostiene que el nuestro era un problema “muy bien detectado, que no refleja debilidad macro, sino estrictamente especulativo”. Traducción del viejo apotegma: “Si el que manda se equivoca vuelve a mandar”.

Seguramente aconsejó a su jefe decir que “en México nadie tendrá que apretarse el cinturón”, supuesto que él está imposibilitado para hacerlo. O aquello de que “lo que en Estados Unidos es pulmonía, aquí sólo será catarro”, tal vez porque se considera inmune a padecimientos mayores. Más que insólita es la ceguera ante la corrupción y la cauda interminable de desaciertos que hacen peligrar hoy la integridad del país.

La reacción de la clase política mexicana fue “la mentira insostenible, la decisión inconsulta y el enanismo político”. A contrapelo de la historia, cuando el estatismo retorna por doquier, insiste en privatizar la energía, aun a costa de la protesta social. Qué duda cabe: es menester cambiar de tripulación antes que el barco naufrague.

Universal: FC

Cartón: Helguera

Cartón: Fisgón

Jornada: Desempleo

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