martes, 27 de mayo de 2008

Jornada: AMLO

Plan alimentario del gobierno de Calderón, demagógico: AMLO

Solamente perjudicará más a México porque apuesta a la compra de alimentos y no a impulsar la autosuficiencia productiva, señaló el político tabasqueño.

Alma Muñoz, enviada, y La Jornada On Line Publicado: 27/05/2008 18:12

Los Mochis, Sinaloa. Cuando se le preguntó si las medidas contra la carestía anunciadas por Felipe Calderón son palos de ciego, Andrés Manuel López Obrador respondió: “Calderón ha demostrado ser incapaz y no puede hacer otra cosa porque a él lo impusieron (en la Presidencia de la República) y está atado de pies y manos”. Así que el anuncio que realizó el lunes pasado, afirmó, es “pura demagogia” y no va a frenar la carestía.
Al contrario, sostuvo el "presidente legítimo", va a perjudicar más a México porque sólo apuesta a la compra de alimentos al extranjero, en lugar de aplicar un plan para impulsar las actividades productivas y lograr la autosuficiencia alimentaria.

Frente a ello, el político tabasqueño propuso otorgar apoyos a las actividades productivas, en particular a los ejidatarios y pequeños propietarios, la entrega de subsidios al campo y alcanzar la autosuficiencia en granos básicos, para dejar de depender del extranjero y para superar la actual crisis alimentaria a nivel mundial.

Al reunirse con brigadistas en defensa del petróleo de esta entidad, afirmó que la violencia y la inseguridad son fruto de la aplicación de la política económica neoliberal, impuesta desde hace 25 años, y que ahora mismo sigue aplicando Calderón Hinojosa: "¡Miren nada más como está Felipe Calderón! ¿Qué puede resolver en materia de inseguridad y violencia, si lo tienen agarrado, atados de pies y manos y mantiene acuerdos con gobernadores del PRI?". Nada, precisó.

En este mismo tenor cuestionó lo propuesto por la administración federal en materia educativa e inclusive en energética: "¿Cómo se va a poner orden en la educación, si (Calderón) sostiene un acuerdo con Elba Esther Gordillo –la lidereza del SNTE— a quien le entregó el manejo de la Secretaría de la Educación Pública? ¿Cómo va a sacar adelante al sector energético, si Calderón tiene compromisos con empresas petroleras extranjeras y acuerdos con el líder petrolero Carlos Romero Deschamps?".

Previamente, en una entrevista radiofónica, López Obrador calificó de "inexplicable, absurda y cínica" la afirmación de Calderón y del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que este año no habrá recursos excedentes por los altos precios del petróleo, porque aparentemente el dinero se usará para la importación de gasolinas y para financiar la compra de alimentos en el extranjero.

A los brigadistas también les comunicó que los legisladores del Frente Amplio Progresista, presentarán una propuesta para la industria energética ante el Senado, en razón de que el PRI y el PAN rompieron un acuerdo parlamentario y redujeron de ocho a dos el número de expositores en el debate que se realiza sobre la denominada reforma energética.
Para mañana miércoles, López Obrador continuará su recorrido por Mazatlán, Sinaloa, y Tepic, Nayarit, en donde se reunirá con integrantes del movimiento nacional contra la privatización del petróleo.

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lunes, 26 de mayo de 2008

SDP: AMLO



GUADALAJARA, Jalisco, 25 de mayo (LA JORNADA/REDACCION).- Andrés Manuel López Obrador, Presidente Legítimo de México, acusó al secretario de Hacienda del gobierno espurio, Agustín Carstens, de pretender desaparecer con una declaración más de 20 mil millones de dólares, producto de los excedentes por la venta del petróleo.

“Son perversas y mentirosas las declaraciones del secretario de Hacienda cuando señala que no habrá excedentes del petróleo por el gasto que representa para el país la importación de las gasolinas, esto es totalmente falso, no es posible que de manera deliberada y utilizando falsedades se desaparezcan todos esos recursos”, aseveró.

Ante miles de tapatíos reunidos en la Plaza de las Sombrillas, en el centro de Guadalajara, López Obrador adelantó que los legisladores del Frente Amplio Progresista van a exigir a la Secretaría de Hacienda un informe claro sobre el destino que se ha dado a esos excedentes, que de una manera tan burda pretenden desaparecer.

Recordó que para la adquisición de las gasolinas se destinan anualmente entre 10 y 12 mil millones de dólares, gasto que ya estaba contemplado en el presupuesto de egresos, pero que ahora es preciso conocer dónde están los recursos que se derivan del sobreprecio de la venta de los hidrocarburos y que para este año serán superiores a los 20 mil millones de dólares.


“No hay que olvidar que nunca se le ha informado al pueblo de México en qué se utilizan esos recursos, ni en este momento que el precio del barril del petróleo está por encima de los 100 dólares ni durante los seis años del gobierno de Vicente Fox en el que se obtuvieron excedentes del orden de los 10 mil millones de dólares por año”.


En lo que fue uno de los más calurosos recibimientos al tabasqueño en lo que va de sus reuniones con las brigadas por la defensa del petróleo, López Obrador insistió en que no va a dejar de luchar hasta lograr un verdadero cambio en México, luego de señalar que no sólo es la “política antipopular y entreguista” lo que ha llevado al país a la situación de pobreza que se padece en todos los ámbitos del país, sino la entrega al capital extranjero de los bienes nacionales.


“Para los mexicanos privatización es igual a corrupción, significan privilegios para unos cuantos y miseria y pobreza para el resto de nuestro pueblo, así ha sido con Teléfonos de México, con los ferrocarriles, con las líneas aéreas, con las minas y ahora quieren hacerlo con Petróleos Mexicanos, algunos de estos bienes fueron entregados en pago a grupos empresariales que apoyaron a Felipe Calderón en la campaña presidencial y organizaron la guerra sucia en contra de nosotros”.


Tanto en Guadalajara como en Ciudad Guzmán y más tarde en Colima, López Obrador sostuvo que lo que les duele a los grandes empresarios y al gobierno espurio es que en su momento pensaron “luego de robarnos las elecciones, que nosotros nos íbamos a hacer para atrás y dejarles el camino libre para que hicieran lo que quisieran, pero se van a fregar, porque no los vamos a dejar pasar en este intento por privatizar el petróleo”.

Destacó que por ello fue positivo el movimiento de los legisladores del FAP para tomar las tribunas, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado porque, aseguró, “ya habían acordado en las cúpulas del PRI y del PAN aprobar las iniciativas de Calderón, ya hasta tenían la fecha para ello, era el 22 de abril, pero gracias a esa decisión de nuestros legisladores se pudo detener este nuevo atraco y simultáneamente tuvieron que aceptar que se llevaran a cabo una serie de debates en el que habrán de contrastarse todos los puntos de vista, también ganamos tiempo para organizarnos y elaborar una estrategia para traspasar el cerco informativo del que se valen los potentados para asegurar sus intereses”.


Mencionó que entonces, los “potentados y los medios de comunicación, especialmente Televisa, se nos fueron encima con todo, dedicaban hasta 20 minutos en cada noticiero a la toma de las tribunas y se desgarraban las vestiduras diciendo que era un secuestro a la nación, llegaron inclusive a compararme con Hitler y con Mussolini, pero ¿qué tengo que ver con ellos?, si mis ideales son los de Morelos, los de Zapata, los de Juárez, no era para tanto la comparación, si yo soy de Tepetitán, Macuspana, Tabasco, pero estaban muy molestos porque evitamos este robo”, apuntó.


En este contexto convocó a los brigadistas a buscar medios alternativos de comunicación para hacer llegar a toda la población este mensaje de defensa del petróleo y la necesidad que tiene de él el país para convertirlo en palanca de desarrollo que junto con un cambio de política económica pueda revertir las condiciones de pobreza que no afectan nada más a las clases desfavorecidas, sino que empieza a tener repercusiones graves en las clases media y media alta, además de revertir la espiral de violencia e inseguridad que se apoderó de las calles de México.


Destacó que los del gobierno espurio siguen pensando, como ha sucedido siempre, van a perder el debate, pero apuestan a ganar la votación, “pero no, no van a ganar los debates y tampoco van a poder aprobar las iniciativas, llevamos cuatro debates y les vamos ganando cuatro a cero, y además vamos a llevar a cabo una consulta popular. Sí, reconocemos que hay una democracia representativa, a cargo de los legisladores, pero queremos también una democracia participativa como en todos los países verdaderamente democráticos, finalmente los legisladores tendrán la última palabra, pero la primera palabra siempre la va a atener el pueblo de México”.


Así, ante miles de brigadistas reunidos en Guadalajara, Andrés Manuel López Obrador reitero que se recurrirá a la democracia participativa, a una consulta popular, para impedir la privatización de Petróleos Mexicanos y afirmó que en el debate que se realiza en el Senado de la República “va ganando cuatro-cero” la línea que rechaza la reforma energética del gobierno espurio.

En la plaza de Las Sombrillas, el Presidente Legítimo de México Jalisco, remarcó las intenciones del gobierno panista que, confabulado con los priistas, pretende vender PEMEX. La eventual entrega del patrimonio nacional a particulares representa un riesgo para el país, porque entonces no habría desarrollo en el país, alertó.
“No sólo se perdería la posibilidad de convertir el petróleo en la palanca del desarrollo nacional, sino que de plano nos convertiríamos en una colonia, dependiendo en todos los sentidos de los extranjeros. Ya no se necesitaría, en la práctica, ni siquiera tener un presidente de la republica, bastaría con un gerente que representara los intereses de las mayorías. Por eso no queremos la privatización del petróleo”, precisó. La disyuntiva –añadió— es colonia o país y “nosotros queremos seguir siendo país, libre, soberano e independiente”

Reforma: PEMEX

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domingo, 25 de mayo de 2008

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Cartón: Hernández


Jornada: Arnaldo Córdova


Arnaldo Córdova

El debate constitucional

En los recientes foros sobre la constitucionalidad de las iniciativas petroleras hubo, puede decirse, un poco de todo. Pero quedó claro que desde el principio se dio una polarización entre quienes defienden la constitucionalidad de tales iniciativas y quienes acusan su inconstitucionalidad (o, más a menudo, su anticonstitucionalidad). Eso era inevitable, pues de eso se trataba. Pero fue un debate rico en materias (y también en ocurrencias).

En mi caso particular, aunque reconozco que en todas las notas periodísticas se reseñó en general lo que dije, también se puso el acento en mis malos modos de discutir (a Arturo Cano, de La Jornada, le parecí un “maestro regañón de sus alumnos”). Quiero pedir disculpas desde aquí a quien se haya sentido ofendido; pero entiendo que no íbamos a una fiesta ni a tomar el té.

Una línea permanente de la discusión se dio en torno a la interpretación de la Constitución. Me llamó la atención el que casi todos los defensores de la reforma fueran juristas de la Escuela Libre de Derecho, del ITAM, del CIDE y del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM. Y me llamó la atención, no tanto por lo que dijeron, que fue uniforme, sino por el tipo de cultura jurídica que mostraron tener. Todos ellos son jóvenes y muestran el mismo sello.

Sustentan convicciones de moda en el mundo de las ciencias jurídicas, que tienden a desacralizar el derecho; el derecho para ellos son sólo palabras y la ley es totalmente manipulable (se le puede usar como se quiera y para cualquier fin). El fin del derecho para ellos no es juridicizar las relaciones sociales, como dicen los juristas italianos, sino ponerlo al servicio de los intereses privados, manipularlo, manejarlo como se hace con cualquier herramienta. Así, el derecho acaba perdiendo su valor normativo para quedar en simples fórmulas retóricas.

Para ellos la interpretación de la Constitución es cosa sencilla: se trata de un conglomerado de palabras y basta ver qué dice cada una de ellas. No me explico cómo es que sólo creen en las palabras cuando nos dicen que la Carta Magna no es clara. Si el artículo 28, al hablar del sector estratégico del petróleo, no habla de la industria petrolera, quiere decir que ésta no es estratégica; si el 27 habla sólo del producto que corresponde a la nación, para ellos explotación quiere decir únicamente el usufructo de ese producto. Fue inútil que se les explicara que explotación es el proceso productivo y comercializador en su totalidad. Se salieron siempre por la tangente: cada quien interpreta las palabras como las entiende.

Miguel Carbonell, del IIJ, quiso sacarse de la manga un as, siguiendo el razonamiento de un joven jurista del CIDE: el Congreso sí puede interpretar la Constitución, al citar el inciso F del artículo 72, que no establece, por cierto, facultades del Congreso, sino el proceso mismo de elaboración de las leyes. Dice el citado inciso: “En la interpretación, reforma o derogación de las leyes o decretos, se observarán los mismos trámites establecidos para su formación”. Donde está la sociedad, está el derecho, decían los antiguos; hoy podríamos decir, donde está el derecho está su interpretación.

No me quedó claro si hicieron alusión a la opinión que sostuve, en polémica con Arturo Zaldívar, de que el único intérprete de la Constitución que autoriza nuestra Constitución es la Suprema Corte. Simplemente mezclaron los muchos conceptos que posee la palabra interpretación. Sólo que no entendieron que no se trata de saber qué dicen las palabras, sino de algo muy importante y que es la tarea de los jueces: decir el derecho. Esa expresión, en el caso de la Constitución, significa que la Corte es la que establece el sentido que debe prevalecer de lo que dice la Constitución. Por supuesto que en la vida real todo mundo “interpreta” (incluidos los legisladores), hasta para subirse a un autobús urbano, pero no se trata de eso.

Interpretar una ley por lo que dicen sus palabras, en filosofía del derecho (materia que yo impartí en la Universidad Michoacana) le llamamos “nominalismo”. Ya en otro artículo sostuve que en la interpretación de la ley hay que hacer varias tareas: analizar sus términos, por supuesto; interpretar el conjunto del ordenamiento y, por último, ligar esa interpretación a la vida de la sociedad. Eso requiere no instrumentalizar el derecho, convirtiéndolo en simple herramienta, sino tener claro que el derecho regula la realidad social y le da cauce. Todos los grandes filósofos del derecho han dicho que, al interpretar el derecho, hay que interpretar la vida social y ver si el derecho se ajusta a ella.

La caprichosa interpretación nominalista del derecho les permite a los defensores de la reforma no sólo deformar la función normativa del derecho, sino sus mismos conceptos teóricos. Un profesor del ITAM llegó a decir que los opositores a las reformas sustituyen la interpretación teleológica (saber los fines del derecho) por una interpretación “teológica” (la que, por supuesto, existe y consiste en interpretar textos sagrados o actitudes religiosas) que, según él, es “prender veladoras a las refinerías”. Como le dije a Arturo Zaldívar, para mí, cualquier juez en México, incluso un juez de paz, debería estar facultado para interpretar la Constitución, como en Estados Unidos, pero la llamada “Fórmula Otero” lo impide.

¿Por qué quieren negar que la Corte tenga la facultad de interpretación? Porque piensan que la interpretación es sólo asunto de palabras y, en ese caso, todos podemos interpretar la Constitución. No aceptan, como le dije también a Zaldívar, que la Constitución no es una ley, sino un pacto político hecho de instituciones. La Carta Magna no norma ni regula, instituye, y cada artículo suyo es una institución, a partir de la cual se deben hacer las leyes. ¿Por qué? Porque instrumentalizan la Constitución hasta convertirla en meras palabras. No se qué haya querido decir Miguel Carbonell cuando afirmó que los opositores querían “azuzar la Constitución como si fuera un fetiche”. Para eso sí que se requeriría de un colosal esfuerzo de interpretación y, probablemente, ningún juez estaría en grado de saberlo. Como se puede ver, la interpretación no es cuestión de palabras, sino de sentidos, de significados.

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sábado, 24 de mayo de 2008

POR ESTO!

Ni con la ayuda de Salinas Imprimir
viernes, 23 de mayo de 2008
* Desde Coahuila, Andrés Manuel López Obrador asegura que la Derecha panista NO podrá arrebatarle al Pueblo de México su patrimonio nacional aunque Carlos Salinas apoye al espurio Felipe Calderón en su intento de privatizar el petróleo

* “Hay quien dijo que la discusión de los debates no es un partido de fútbol; sin embargo, es un asunto de béisbol, en donde la representación del movimiento en defensa del petróleo va ganando tres carreras contra cero del equipo de los privatizadores”

* Debe someterse a consulta popular la denominada “reforma energética” fecalista porque el Pueblo tiene la primera palabra


MONCLOVA, Coahuila, 22 de mayo (REDACCION/LA JORNADA).- Andrés Manuel López Obrador aseguró que la Derecha panista no podrá arrebatarle al Pueblo de México su patrimonio nacional, aunque Carlos Salinas apoye al espurio Felipe Calderón en su intento de privatizar el petróleo y el mismo presidente pelele llame al Congreso de la Unión a aprobar la llamada “reforma energética”. Al reunirse con comités en defensa del petróleo de Monclova, Coahuila, Andrés Manuel retomó la pregunta que en el debate de ayer en el Senado hizo Sergio García Ramírez: “¿qué beneficios le han traído al Pueblo de México las privatizaciones?, y si en aquel espacio no hubo una respuesta a esta interrogante, en Monclova y en Saltillo la respuesta fue una: “¡Ninguno, ninguno!”. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

Con “mentiras” y falta de argumentos sólidos, el gobierno espurio pretende hacer creer a los mexicanos que la empresa más rentable del país, que genera excedentes por 20 mil millones de dólares al año y que contribuye con el 40% del presupuesto nacional no cuenta con recursos propios para su fortalecimiento y debe entregarse irremediablemente al capital extranjero para su rescate, “en realidad se trata a todas luces de un atraco, y de montar en el negocio del petróleo a un pequeño grupo de inversionistas extranjeros”. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

En la plaza central de Monclova, con un calor cercano a los 40 grados, López Obrador explicó que además de ser un recurso estratégico para el desarrollo mundial, el petróleo, cuyo precio por barril deja hoy una utilidad de 108 dólares, casi 60 más de lo presupuestado por el Congreso para este ejercicio, es fundamental para asegurar el desarrollo del país y garantizar el futuro de las generaciones venideras. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

Andrés Manuel López Obrador en Saltillo, capital coahuilense. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

Sostuvo que con la primera etapa de la resistencia civil pacífica se logró que los legisladores del PRI y del PAN se sentaran a debatir con los legisladores del Frente Amplio Progresista la propuesta del gobierno usurpador, que tiene la intención de entregar el hidrocarburo a compañías multinacionales petroleras.
Con expresiones propias del llamado rey de los deportes, hizo un balance de los foros sobre la reforma energética. “Hay quien dijo que la discusión de los debates no es un partido de fútbol, sin embargo es un asunto de béisbol, en donde la representación del movimiento en defensa del petróleo va ganando tres carreras contra cero del equipo de los privatizadores”, aclaró.
Luego, el Presidente Legítimo de México manifestó que el equipo de los privatizadores es semejante a los Yankees de Nueva York, porque ambos tienen una nómina que cuesta mucho, con peloteros muy caros, pero se encuentran en el último lugar de la serie y así van a seguir.
Al conceder una entrevista a los medios de comunicación, López Obrador reiteró su llamado a convocar a una consulta popular al pueblo de México, para conocer su rechazo o aprobación sobre la llama denominada “reforma energética”.
El Pueblo debe ejercer su derecho a manifestarse, mediante una consulta directa, porque siempre tendrá la primera palabra, aunque los legisladores tengan la última palabra, puntualizó.
A pregunta expresa de los comunicadores, sostuvo que debe haber democracia en los sindicatos mineros del país y demandó que el gobierno espurio de Calderón Hinojosa no intervenga en asuntos internos de cada representación.
Con “mentiras” y falta de argumentos sólidos, el gobierno ilegítimo pretende hacer creer a los mexicanos que la empresa más rentable del país, que genera excedentes por 20 mil millones de dólares al año y que contribuye con el 40 por ciento del presupuesto nacional, no cuenta con recursos propios para su fortalecimiento y debe entregarse irremediablemente al capital extranjero para su rescate, “en realidad se trata a todas luces de un atraco, y de montar en el negocio del petróleo a un pequeño grupo de inversionistas extranjeros”, enfatizó aquí Andrés Manuel López Obrador.
Al reunirse con comités en defensa del petróleo de este municipio, retomó la pregunta que en el debate de hoy en el Senado hizo Sergio García Ramírez: “¿qué beneficios le han traído al pueblo de México las privatizaciones?, y si en aquel espacio no hubo una respuesta a esta interrogante, en Monclova y en Saltillo la respuesta fue una: “¡ninguno, ninguno!”.
En la plaza central de Monclova, con un calor cercano a los 40 grados, López Obrador explicó que además de ser un recurso estratégico para el desarrollo mundial, el petróleo, cuyo precio por barril deja hoy una utilidad de 108 dólares, casi 60 más de lo presupuestado por el Congreso para este ejercicio, es fundamental para asegurar el desarrollo del país y garantizar el futuro de las generaciones venideras.
Destacó que los excedentes petroleros alcanzan para construir las refinerías, impulsar la industria petroquímica e instalar los ductos que el gobierno “espurio” pretende entregar al capital extranjero.
“En una política orientada a sacar provecho para unos cuantos a costa del sufrimiento de nuestro pueblo y en contra de la nación, lo hacen hoy de manera descarada, con mucho cinismo y con el apoyo de los grandes capitales y plantean la disyuntiva de mantener a México como un país o convertirlo en una colonia”.
Más tarde, en Saltillo, donde la participación ciudadana en el movimiento rebasó ya a la organización partidista, López Obrador insistió en “las mentiras del gobierno espurio, apoyado con medios de comunicación como Televisa, para convencer a la sociedad de la urgencia de privatizar y dejar a México como abastecedor de materia prima”.
Condenó también el argumento en el sentido de que sólo hay petróleo en aguas profundas, “eso nadie lo ha probado, sólo inventan eso de las aguas profundas para que las empresas extranjeras vengan a apropiarse del mejor negocio del mundo, a extraer un barril de petróleo por 4 dólares y venderlo a 112, cuando a pesar de lo mal administrado que está PEMEX y de la gran corrupción que hay en la paraestatal, es posible y necesario convertirla en palanca del desarrollo nacional con recursos propios de esa empresa”.
Antes de abandonar Coahuila, reconoció en entrevista el papel que asumió el gobernador de la entidad Humberto Moreira, al oponerse, junto con el Congreso local, “a esta reforma privatizadora y entreguista”, y convocó a otros gobernadores del tricolor a “decidirse por el respeto a la Constitución y la preservación de los bienes nacionales y no caer en la tentación de la privatización”.
Más tarde, al dialogar con la brigada de esta ciudad, hizo un recuento de los cuatro debates que hasta el momento han tenido lugar en el Senado de la República, que fueron, dijo, “resultado de la decisión de los legisladores del Frente Amplio Progresista de tomar las tribunas, para evitar el albazo que pretendía el gobierno espurio y aprobar a espaldas del pueblo una reforma anticonstitucional”.
Hizo entonces un comparativo del enfrentamiento de ideas en torno del petróleo entre los analistas, investigadores y especialistas enviados por el gobierno federal y aquellos que aún habiendo pertenecido a administraciones priístas se oponen a la privatización.
Vamos 4-0. Les hemos ganado los cuatro debates; ellos (quienes apoyan las reformas de Felipe Calderón) están como el equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York, con una nómina de peloteros muy cara, pero en el último lugar de la tabla.
Les ganamos los primeros cuatro debates y les vamos a ganar todos los que faltan porque nos asiste la razón”, sostuvo. López Obrador arribó a la ciudad de Monterrey por la noche, donde fue entrevistado por una cadena de televisión local y donde continuará hoy con las reuniones con los grupos de brigadistas en defensa del petróleo.

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Cartón: Fisgón

Jornada: Desfiladero

Desfiladero

Jaime Avilés

■ El Loro Negro: un espectáculo de teatro en defensa de Pemex

Al explicar ante la Comisión de Energía del Senado por qué se oponen a la privatización de Pemex, Claudia Sheinbaum y Luis Javier Garrido alabaron uno de los valores más importantes de la industria petrolera nacional: su neutralidad ante los conflictos mundiales que tienen como eje la disputa por el control de los hidrocarburos, un tema que Alfredo Jalife-Rahme había tocado ya en el suplemento “México entre el acoso y la resistencia”, que La Jornada publicó el pasado 18 de marzo.

Si el precio internacional del crudo llegó esta semana a 133 dólares por barril es porque Estados Unidos derrocha una fortuna cada día para proteger a Arabia Saudita y alimentar a sus vapuleadas tropas en Irak. Esto determina, en opinión del doctor Jalife, que el verdadero costo del petróleo en Medio Oriente ande “cerca de 200 dólares” por barril, cifra que incluye los gastos militares de Washington en la zona.

En cambio, la extracción del barril de petróleo en el Golfo de México se mantiene en 4 dólares porque en nuestras aguas y costas reina la paz. Por absurdo que parezca, eso será lo primero que perderemos si el Senado aprueba las iniciativas petroleras de Calderón. En palabras del doctor Garrido, si se autoriza la instalación de refinerías estadunidenses en nuestro suelo, éstas se convertirán de inmediato en “objetivos militares” para los enemigos de la Casa Blanca, y por lo tanto en un peligro permanente para la seguridad del país.

De acuerdo con esa lógica, Washington podría simular un ataque de Al Qaeda contra alguna de las nuevas refinerías gringas aquí, para justificar el ingreso de sus tropas a México: algo que el propio Calderón trató de facilitar ya, a principios de 2007, cuando los diputados panistas intentaron derogar la Ley Federal de Neutralidad que veta el ingreso de ejércitos extranjeros a nuestro territorio.

En abono de lo anterior, la doctora Sheinbaum añadió que “además, las refinerías extranjeras no ofrecerían nuevos empleos”, pues “llegarían con sus ingenieros y sus trabajadores”, y, por ende, con sus propios cuerpos de vigilancia y su propio tabulador de salarios, como el que se usa ya en las plataformas privadas de la sonda de Campeche, donde los obreros y técnicos extranjeros ganan 10 veces más que los mexicanos por hacer la misma faena.

A lo largo de los cuatro primeros debates en el Senado (13, 15, 20 y 22 de mayo) los expertos demostraron que las reformas calderónicas son contrarias a la Constitución, no sólo porque pretenden que los grandes consorcios foráneos lleven a cabo funciones que hoy tienen estrictamente prohibidas –explorar, extraer, vender, exportar, almacenar y refinar crudo–, sino porque, al autorizarlas, el Congreso auspiciaría la existencia de una industria petrolera pública y otra privada, lo que violaría el precepto que le reserva al Estado absoluta exclusividad en esa materia.

Sergio García Ramírez subrayó que el Senado cometería una aberración capaz de destruir todo el sistema jurídico vigente si admitiera –como desea Calderón– que las leyes secundarias modifiquen las disposiciones de la Carta Magna a la que están subordinadas. Eso, para decirlo pronto, sería como si en un ejército los soldados dieran órdenes a los generales.

Ante los balbuceos de los “defensores” de su proyecto, que recomiendan “perfeccionarlo” para evitar que la Suprema Corte lo rechace esta semana, Calderón volvió a sacar el espantapájaros de que nos queda petróleo “para nueve años” –aunque su secretaria de Energía insista en que hay “para 60”– y, dando nuevos manotazos en el atril de la impotencia, vociferó que gracias a la privatización de Pemex, México ahorraría “100 mil millones de dólares”. ¡Cómo no!

¿Quién puede creerle media palabra ya al hombrecito de Los Pinos que prometió aumentar el empleo, reducir la inflación, bajar la deuda externa y sofocar la violencia del narcotráfico, si el país naufraga en medio de la carestía galopante, el endeudamiento ilimitado, la desocupación de millones de personas desesperadas y la lucha sangrienta de los cárteles? Todo se paga en esta vida y Calderón está saldando con inmenso descrédito su irresponsabilidad y su ineficiencia, de acuerdo con la –tardíamente desmentida– encuesta de Ulises Beltrán, según la cual en los pasados tres meses su “aceptación” cayó de 34 a 6 por ciento.

Pero las penurias del espurio no terminan ahí. Para Raúl Carrancá y Rivas, Calderón podría verse “sujeto a juicio político” por presentar un paquete de reformas contrarias a la Constitución y, de acuerdo con la docta opinión del ex ministro de la Corte Juventino Castro y Castro, antes de poner sus iniciativas petroleras a votación del Congreso, está obligado a someterlas a consulta popular, tal como lo manda el artículo 26 de nuestra ley suprema.

Sin embargo, aunque derrotado por apabullante paliza tras los cuatro primeros rounds del debate, Calderón y sus petrosenadores –Manlio Fabio Beltrones, Francisco Pemexgate Labastida Ochoa y Santiago Creel– toman providencias para que, después de eso que la ultraderecha golpista considera un simple trámite, la mayoría del PRIAN apruebe la contrarreforma petrolera en plenos Juegos Olímpicos.

Este es el mayor peligro que hoy amenaza a México y para conjurarlo no hay otro recurso que la movilización en pos de un objetivo político central: lograr que el “gobierno” de facto respete el 26 constitucional y convoque a una consulta popular sobre la contrarreforma. Esta es, hoy por hoy, la demanda más importante del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que encabeza Andrés Manuel López Obrador y respaldan millones de mexicanos en todo el país.

Para contribuir a tan noble propósito, Desfiladero entrega a sus lectores, a partir de hoy, una obra de teatro cómica, susceptible de ser representada en espacios públicos, a fin de fortalecer la campaña informativa que, a pesar de la televisión y los levantacejas electrónicos, ha generado ya un amplio consenso contra la privatización de Pemex. Ustedes pueden disfrutar del espectáculo ahora mismo, buscando en Internet la siguiente dirección electrónica es: www.eloronegro.blogspot.com, donde además hallarán sugerencias acerca de cómo llevar a cabo la puesta en escena. A continuación, un fragmento mínimo:

Entran X y Y, dos revolucionarios de 1910 y platican lo siguiente: X: Mi general, con la novedad que nuestros hombres tomaron Jerez. Y: ¿Allá por el estado de Zacatecas? X: Sí, general. Pero luego tomaron Tequila. Y: ¿Allá por el estado de Jalisco? X: Sí, general. Pero luego tomaron Tehuacán. Y: ¿Por el estado de Puebla? X: No, general. Por el estado de cruda. Y: ¿Y cómo están las cosas en Cagüila? X: Más o menos. Anoche las tropas de Villa evacuaron Piedras Negras. Y: Ah, cabrón, ¿pos qué cenaron?

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