domingo, 24 de febrero de 2008

PMEX








Poner acciones de Pemex en la Bolsa de Valores o la llamada democratización del capital, es privatización, asegura López ObradorMéxico, Distrito FederalDomingo 24 de febrero de 2008*


Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Asamblea General por la Defensa de la Constitución y del Petróleo, realizada frente a la Torre de Petróleos


Amigas y amigos:


Estamos aquí juntos, una vez más, en este día de la Bandera Nacional, símbolo de la libertad y de la independencia de nuestro país, para reafirmar la decisión de millones de mexicanos de no permitir bajo ninguna circunstancia que se privatice la industria petrolera en beneficio de particulares, nacionales o extranjeros.


Hace 70 años, en 1938, el presidente Lázaro Cárdenas del Río, expropió la industria petrolera y con esa decisión histórica, ese gran estadista, no sólo hizo valer la soberanía nacional, sino que abrió un nuevo horizonte a la economía del país. Desde entonces, en buena medida, México se ha desarrollado por el dominio que la nación ejerce sobre el petróleo y de eso, también, dependerá el futuro de nuestro pueblo.


Para sacar al país y a nuestro pueblo del atraso y la pobreza, es indispensable desterrar la corrupción de la que se alimentan y nutren mutuamente el poder económico y el poder político de México. Pero también es posible darle nueva viabilidad a la nación y garantizar el bienestar de los mexicanos, utilizando dos recursos fundamentales: la vocación de trabajo de nuestro pueblo y el uso racional de los energéticos, en particular del petróleo.


El principal recurso del país es su gente: noble, generosa, creativa y trabajadora. No olvidemos que somos herederos de una cultura milenaria y de ahí dimana la mística de trabajo de nuestro pueblo. Tengamos presente el ejemplo de los que por necesidad se han tenido que ir a Estados Unidos, allá logran con esfuerzo salir adelante. Ya están enviando remesas, cada año, a sus familiares por 25 mil millones de dólares. Si el pueblo de México fuese un pueblo flojo, indolente, no mejoraría en ninguna parte.

Desgraciadamente, aquí, no hay oportunidades; desde hace mucho tiempo no hay movilidad social; antes el hijo del campesino, el hijo del obrero, del comerciante, del profesionista, podían progresar con el estudio o con el trabajo. Ahora está cancelado el futuro para las mayorías.

Sin embargo, estamos seguros que cuando transformemos a México y se termine la opresión, nuestro pueblo desatará toda su creatividad, su talento y laboriosidad para engrandecer a nuestra patria.Pero esta cultura extraordinaria de responsabilidad y trabajo, aunque es muy importante, no es suficiente. Hace falta también apoyarnos en la utilización del petróleo como palanca del desarrollo nacional.

Con el petróleo bien administrado podemos industrializar a México, crear empleos, abaratar el precio del gas, la gasolina y la electricidad, fortalecer nuestro mercado interno y garantizar el bienestar de la población.Ahora bien, conviene preguntarnos por qué si contamos con este recurso estratégico, que pocas naciones poseen y que es el motor de la economía mundial, los gobiernos neoliberales en vez de convertir a México en una potencia energética, han dejado de invertir en exploración, en refinación, en petroquímica, en investigación y desarrollo tecnológico, y nuestro país se ha convertido en exportador de crudo e importador de productos con mayor valor agregado.

La respuesta, aunque parezca increíble es que, desde hace 25 años, todos los gobernantes han mantenido como dogma, la idea fija el privatizar a Pemex, y no les ha importado arruinar a la industria petrolera para tener el pretexto de convertirla en un negocio de particulares.Tengamos en cuenta que la política económica neoliberal, no sólo ha empobrecido a la mayoría de los mexicanos, sino que ha propiciado la entrega de recursos y empresas públicas para provecho de unos cuantos.Desde 1983, han pasado a manos de particulares más de mil empresas públicas.

Muchas de ellas de gran importancia, ya entregaron Teléfonos de México, Ferrocarriles Nacionales, las minas, los aeropuertos, las dos líneas aéreas, los bancos. Han privatizado el 35 por ciento de la industria eléctrica nacional y ahora quieren montarse en el negocio del petróleo.Toda esta venta de activos del patrimonio nacional ni siquiera se ha traducido en mayor crecimiento económico, ni en mejores condiciones de vida para los mexicanos; por el contrario, la economía ha permanecido estancada y no se han generado empleos.

Por ello, nos hemos convertido en el país del mundo que más mano de obra exporta, expulsa, al extranjero.Hoy el salario mínimo es menor, en términos reales, que en 1980. De entonces a la fecha, la deuda pública pasó de 80 mil millones de dólares a 300 mil millones de dólares. Y lo más dramático, es que se padece de una monstruosa desigualdad económica y social.

A la luz de estos hechos debemos entender el por qué, sin ninguna justificación técnica, financiera o administrativa, el gobierno usurpador ahora pretende privatizar el petróleo.Aquí reiteramos que es falso que falte dinero o tecnología para modernizar la industria petrolera. Debe saberse que Pemex, a pesar de la corrupción y del mal manejo, es la empresa más rentable del país (extraer un barril de petróleo nos cuesta 4 dólares y se vende hasta en 80 dólares). Pemex es la segunda petrolera con mayor flujo de efectivo del mundo.
Los impuestos que pagó el año pasado, fueron de 60 mil millones de dólares, equivalentes al 38 por ciento del presupuesto del gobierno federal, y a más de tres veces, lo que pagaron de Impuesto Sobre la Renta, todas las empresas privadas del país.
En cuanto a la tecnología es mentira que, irremediablemente, tengamos que asociarnos con empresas extranjeras y no se pueda contratar. Además hay trabajadores, técnicos, geólogos e ingenieros petroleros mexicanos con mucha experiencia.
Sólo los tecnócratas acomplejados y vende patrias, pueden argumentar que hoy Pemex no puede y que su entrega al sector privado, nacional y extranjero, es la única salvación.No aceptamos, que se oiga bien y que se oiga lejos, nada que tenga que ver con privatizar Pemex o compartir la renta petrolera.
Tampoco aceptamos eufemismos que pretendan ocultar ese propósito. Para nosotros asociación con empresas extranjeras, bajo el pretexto que no hay tecnología, es privatización; el poner acciones de Pemex en la Bolsa de Valores o la llamada democratización del capital, es privatización; permitir la entrada del capital, nacional o extranjero en la refinación, es privatización; y aquí quiero también dejar en claro que la socorrida autonomía de gestión para que un consejo de administración “profesional” decida, supuestamente con independencia, el futuro de Pemex, también es privatización.
Es más, esto huele a lo que querían hacer con el SAT, antes de las elecciones del 2006; es decir, dejar la política de ingresos en manos de los potentados para evitar que desde el Poder Ejecutivo se promoviera una verdadera reforma fiscal. O a lo mejor quieren una especie de IFE, que supuestamente se maneja con independencia, cuando todos sabemos que sus integrantes no son más que empleados del PRIAN. Y por si fuera poco, todo ello es violatorio de la Constitución.
Los recursos energéticos no son del Estado ni mucho menos del gobierno, pertenecen a la nación. Son recursos de todos los mexicanos.Si realmente quieren fortalecer a Pemex, no hace falta modificar el marco legal, es cosa de reducir el gasto burocrático y terminar con los privilegios de los altos funcionarios públicos, para destinarle más recursos económicos; o cuando menos, entregarle los excedentes que se obtienen por los precios altos del petróleo, lo cual significaría aumentar al doble la inversión actual de este organismo, sin endeudamiento.
Pero sobre todo, lo que realmente hace falta es combatir la corrupción, empezando por hacer una auditoría, en la cual, entre otras cosas, se aclare la relación que existe de Felipe Calderón, Mouriño y Elías Ayub, con empresas extranjeras.Ahí está el caso del reciente contrato de compra de gas a Repsol de España, por 15 mil millones de dólares, asignado sin que se presentara ninguna otra oferta y con gas extraído en Perú y revendido a la Comisión Federal de Electricidad a precios elevadísimos.
Al mismo tiempo que se están quemando en la sonda de Campeche, en el complejo Cantarell, 700 millones de pies cúbicos de gas por día, porque no han querido, ni les conviene resolver el problema de la contaminación originada por la inyección de nitrógeno a los pozos petroleros. Esta irracionalidad no sólo ocasiona un daño ecológico, sino la pérdida de gas equivalente al 70 por ciento de todo lo que se compra en el extranjero.Ante todo esto, vale la pena que se sepa quién es Juan Camilo Mouriño, el actual Secretario de Gobernación y principal promotor de la privatización de Pemex.
Este funcionario es un traficante de influencias, como lo demuestra el hecho de que, siendo presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados y posteriormente Subsecretario en la Secretaría de Energía, con Felipe Calderón, obtuvo de Pemex contratos millonarios mediante el procedimiento de adjudicación directa para beneficio de su empresa familiar.
Al respecto, voy a entregar en estos momentos a los Coordinadores Parlamentarios del Frente Amplio Progresista, toda la documentación que poseo: minutas, contratos y datos técnicos que demuestran lo que estoy afirmando y que deben servir a nuestros legisladores para pedir, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, la realización de las auditorías correspondientes.Así mismo, convoco a servidores públicos, trabajadores petroleros, técnicos, empresarios y a todos los ciudadanos, a que aporten información sobre estos negocios realizados al amparo del poder público.No le demos vuelta al asunto.
Detrás de la pretensión de privatizar a Pemex, está la codicia de las minorías rapaces y de funcionarios corruptos. Estos derechistas inmorales ignoran lo que decía don Jesús Reyes Heroles. Don Jesús afirmaba que: “Los únicos negocios que a los políticos o funcionarios nos deben interesar, son los negocios públicos”.Nunca, como ahora, es tan aplicable la frase de Bertold Brecht, según la cual “el peor de todos los ladrones, es el político corrupto, lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.
Amigas y amigos:Defendamos el petróleo y la Constitución. Apoyemos el plan de resistencia civil pacífica que se ha dado a conocer para actuar de inmediato en caso de que quieran privatizar el petróleo.
No nos confiemos.
Aunque estén diciendo que no va a haber privatización, recordemos que eso mismo decían con el Fobaproa y cuando el Desafuero; actuemos de manera precavida; no olvidemos que recientemente, con la reforma a la Ley del ISSSTE, en 72 horas los legisladores del PRI y del PAN llevaron a cabo este agravio a los Trabajadores al Servicio del Estado.
Por eso, desde ahora, hagamos asambleas públicas, informemos a la gente y formemos las brigadas para la defensa del petróleo.Si antes no es necesario, el 18 de marzo, a las 5 de la tarde, nos volveremos a reunir en el zócalo de la ciudad. Les pido que nos ayuden a convocar a más gente, que hagamos el compromiso de que cada uno invite, cuando menos, a tres personas más y, desde luego, que para entonces estén presentes todos los brigadistas.Nosotros queremos la paz y por eso vamos a defender el petróleo. Si se entrega la renta petrolera a particulares, nacionales y extranjeros, no habrá forma de mejorar las condiciones de vida y de trabajo del pueblo y se estaría cancelando la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica.
El despojo del petróleo dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta, lo cual nos puede llevar a más sufrimiento, inestabilidad política y social, al predominio del uso de la fuerza y no necesariamente a la emancipación del pueblo.Por eso es preferible actuar ahora y no permitir que la derecha termine por desestabilizar al país.
Nosotros no queremos la violencia. Nosotros vamos a transformar a México por la vía pacífica. Nosotros vamos a seguir actuando de manera responsable, pero con firmeza y patriotismo.Antes de terminar quiero expresar mi más absoluto desacuerdo con la reforma Judicial que, entre otras barbaridades, pretende autorizar el allanamiento a los domicilios, desapareciendo garantías individuales que consagra la Constitución.
También solicito, de manera respetuosa, a los dirigentes de los tres partidos del Frente Amplio Progresista, que se exploren todas las posibilidades legales hasta lograr la libertad de los presos de Atenco, de Flavio Sosa y de todos aquellos, hombres y mujeres, que están encarcelados por motivos políticos o sociales.Amigas y amigos:En 1938, el pueblo, no sólo respaldó políticamente al general Cárdenas, sino que contribuyó con sus recursos para el pago de las indemnizaciones.Por eso más allá de lo que establece el Artículo 27 constitucional, está muy arraigada en la conciencia popular que el petróleo es de todos los mexicanos.
A nosotros nos corresponde defender esta conquista histórica. Hagamos el compromiso de no permitir que la derecha y sus aliados del PRI, nos regresen al porfiriato y nos conviertan en colonia.
¡El pueblo tiene la palabra!
¡La patria no se vende, se defiende!
¡En la democracia el pueblo manda!
¡Viva México!¡Viva la Bandera Nacional!
¡Viva la Expropiación Petrolera!
¡Viva el Pueblo de México!

MilenioPortada


UniversalPortada


Cartón: Hernández


JornadaPortada: PEMEX


Mario Di Costanzo *
La verdad son los hechos y no su explicación
No cabe duda de que si algo ha sobrado a Felipe Calderón y a su equipo son las explicaciones y justificaciones de la situación por la que atraviesa el país, así como los anuncios de grandes proyectos que llevarán a México al tan anhelado crecimiento económico.
Y señalo lo anterior en virtud de que durante la semana que termina el autodenominado “presidente de la estabilidad y el empleo” anunció con bombo y platillo la asociación de Petróleos Mexicanos (Pemex) con la empresa Industrias Derivadas de Etileno (Idesa) para la construcción de una planta petroquímica que producirá etileno.
A decir de Felipe Calderón, el proyecto requerirá una inversión de mil millones de dólares y generará aproximadamente 6 mil quinientos empleos; sin embargo, omitió señalar que el anuncio no es más que la redición del malogrado Proyecto Fénix, el cual fue cancelado durante la administración de Vicente Fox.
Hay que recordar que el 13 de noviembre de 1996 se reformó la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo, quedando especificados aquellos productos considerados como petroquímicos básicos, los cuales sólo podían ser producidos por la nación, y los secundarios, que podían ser producidos por particulares.
El etileno es un petroquímico que quedó definido como secundario, por lo que desde ese entonces está permitida su elaboración por parte de particulares.
Así fue como a Vicente Fox se le ocurrió que, dado que la ley permitía la elaboración privada de este petroquímico, fuese Pemex en asociación con particulares los que elaboraran dicho compuesto, el cual vale decir es el principal insumo para la elaboración de plásticos y otros petroquímicos.
Por ello, en mayo de 2003 Pemex Petroquímica inició la promoción del Proyecto Fénix, durante la cual identificó a 20 empresas potencialmente interesadas en ese proceso, y la culminó el 21 de octubre de 2004 con la selección de tres socios estratégicos en ese momento: Grupo Idesa, Indelpro y Nova Chemicals Corporation.
El proyecto no se concretó, entre otras cosas, porque Idesa e Indelpro nunca se pudieron poner de acuerdo sobre la ubicación del futuro complejo, ya que el primero pretendía desarrollarlo en Coatzacoalcos, Veracruz, mientras el segundo (filial de ALFA) proponía Altamira, Tamaulipas.
Sin embargo, gracias a esas discusiones trascendió que el principal obstáculo fue que entonces la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se negó a subsidiar el precio del gas que sería vendido al Proyecto Fénix para producir el etileno, porque se trataba de un subsidio de casi 300 millones de dólares anuales que recaería finalmente sobre los contribuyentes.
Por eso resulta lógico preguntarse por qué razón, si desde 1993 está permitida la elaboración de etileno para los particulares, ninguna empresa privada ha entrado a producirlo. Más aún, en la actualidad Petróleos Mexicanos es el único productor de etileno, controla el 100 por ciento del mercado y, a pesar de ello, Pemex Petroquímica cerró desde 2006 dos plantas productoras de etileno, una en Pajaritos y otra en Poza Rica.
Esto suena por demás absurdo, no sólo para muchos mexicanos, sino también para muchos ingenieros de Pemex que se preguntan las razones que llevan a una empresa a cerrar dos plantas productoras de un petroquímico que es insumo para fabricar plástico y del que son los únicos productores en el país.
¿Será que la verdadera razón de la asociación anunciada por Felipe Calderón entre Pemex e Idesa no es la creación de empleos o el desarrollo de infraestructura, sino más bien el interés de la empresa privada por obtener la materia prima (gas natural) para la producción de etileno a precios subsidiados, robarle el mercado a Petróleo Mexicanos y con ello continuar acabando con el potencial de ingresos en materia de petroquímica en el país?
En otras palabras, la asociación de Pemex con Idesa garantizará a ésta última la obtención gratuita del gas natural; o mejor dicho, la paraestatal pone el gas natural e Idesa se lleva las utilidades de la venta del etileno.
Peor aún si consideramos que Pemex cuenta con recursos suficientes para invertirlos en una nueva planta productora de etileno y que si acaso no los tuviera puede obtenerlos a través de financiamientos, ya que el mercado de su producto está garantizado, además de que no existen barreras de tecnología como se aduce en el caso de la perforación profunda.
Así, el proyecto anunciado por Felipe Calderón es en sí mismo el ejemplo más actual de lo que ha venido sucediendo en los últimos años en el sector energético del país: la materialización de una asociación delictuosa entre empresas privadas y gobierno contra el patrimonio de la nación. Es, en pocas palabras, la transferencia de la renta petrolera a los particulares, con el argumento de que se hace en beneficio de los mexicanos, olvidando que la verdad son los hechos y no las explicaciones.
Por ello debemos preguntarnos quién será el mayor beneficiario de esa asociación: ¿Pemex y los mexicanos o Idesa y sus accionistas?
* Secretario de la hacienda pública del “gobierno legítimo”

JornadaPortada: Lydia CAcho



Revela motivos por los cuales renunció a la fiscalía para delitos contra mujeres
Alicia Pérez Duarte: desde la PGR y la Corte se protegió a pederastas
Medina Mora ordenó que no se encausara a judiciales que torturaron a Lydia Cacho, afirma
Expresa su “decepción” por la actitud de la ministra Olga Sánchez Cordero ante el caso
Alfredo Méndez
Alicia Elena Pérez Duarte, ex fiscal de delitos contra mujeres de la Procuraduría General de la República (PGR), confirmó que su ex jefe Eduardo Medina Mora le ordenó, a finales de 2007, que detuviera la consignación de cinco policías judiciales que presuntamente torturaron a la periodista Lydia Cacho Ribeiro durante su detención en Cancún, Quintana Roo, y en su traslado a un penal en la ciudad de Puebla.
“El señor procurador Eduardo Medina Mora me dijo expresamente que me esperara (en referencia a que no ejercitara la acción penal), y en la espera, de pronto me quitaron el asunto (de la denuncia de Lydia Cacho) para mandárselo al fiscal para delitos contra periodistas”.
En entrevista exclusiva, la ex funcionaria refirió que desde octubre pasado ella y los agentes del Ministerio Público a su cargo concluyeron un proyecto de pliego de consignación que planeaba entregar, entre noviembre y diciembre, a un juez federal de la ciudad de México, pero “extrañamente” Medina Mora frenó el ejercicio de la acción penal contra los judiciales poblanos.
Pérez Duarte aseguró que su renuncia a la fiscalía especial fue para evitar ser una secuaz de “estos protectores de las redes de pornografía infantil, en las cuales el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia y sus cómplices protegieron no nada más a Kamel Nacif y a Jean Succar Kuri, sino a toda la red completa, que incluye las ciudades de Chihuahua, Tijuana, Mexicali y Cancún”.
Cuestionada respecto de si Medina Mora recibió presiones políticas para que le quitaran el caso de Lydia Cacho y lo enviara a la fiscalía especial para periodistas de la PGR, Pérez Duarte dijo: “No sé si el procurador recibió esas presiones, pero es evidente que sí, y es evidente porque cuando hablé con él, a principios de 2006, sobre el tema de la denuncia de Lydia Cacho, me dijo que subprocuradores y asesores de la PGR estaban de acuerdo en que debería seguir yo con la investigación del caso.
“Simplemente debía continuarla, porque Lydia, antes que nada, es mujer, y porque las víctimas que defiende son mujeres. Luego, para mí fue una sorpresa cuando hace dos meses el procurador le informa al fiscal de periodistas que era él, y no yo, el competente para continuar con esta indagatoria”, puntualizó.
Lydia Cacho fue detenida en Cancún el 16 de diciembre de 2005 por policías judiciales poblanos en cumplimiento a una orden de aprehensión librada en su contra por presunta difamación y calumnia en perjuicio del empresario textilero Kamel Nacif.
Un “Estado protector de mafias”
Durante 22 horas fue trasladada en un vehículo hasta la ciudad de Puebla. Pérez Duarte asegura que en ese tiempo dos judiciales amenazaron de muerte a Cacho y la sometieron a actos de tortura sicológica, pues esa había sido la consigna del llamado góber precioso y de su procuradora estatal, Blanca Laura Villeda. A su vez, Nacif le pidió a Mario Marín que actuara en contra de la periodista.
Entrevistada en la Casa de la Cultura de Coyoacán, adonde acudió a una mesa redonda en la que se analizó el caso de la red de pederastas revelada en 2005 por Lydia Cacho en su libro Los demonios del Edén, la doctora en derecho aseguró que renunció al cargo de fiscal para no ser cómplice de un Estado protector de mafias que fomentan la prostitución y pornografía infantiles.
Pérez Duarte dijo sentirse decepcionada del aparato de justicia mexicano que encabeza la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y fue implacable en su crítica hacia la ministra Olga Sánchez Cordero.
“Mi manifestación de profundo dolor por haber escuchado a una mujer que nos acompañó durante mucho tiempo en la lucha feminista por un México libre de violencia, y de repente oírla en la sesión de la Corte decir que sí hubo violaciones en el caso de Lydia, pero no en el sentido del artículo 97 constitucional (que se refiere a las violaciones graves de garantías). Eso lo viví como la traición de una amiga”, expresó.
A finales de 2007, la Corte analizó la petición que le hizo un año antes la Cámara de Diputados para que investigara si diversas autoridades de Puebla se confabularon en contra de Lydia Cacho en represalia porque puso al descubierto la existencia de una red de pederastas. Primero la Corte determinó, por mayoría de votos, que a los ministros no les correspondía investigar el tema de la pornografía infantil y la pederastia en México, pues eso sólo compete a la PGR.
Luego, en una votación de seis contra cuatro, el máximo tribunal optó por concluir que el caso de Lydia Cacho no representaba violaciones graves a sus derechos humanos.

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