martes, 18 de marzo de 2008

AMLO

CEREMONIA CONMEMORATIVA POR EL LXX ANIVERSARIO DE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA, REALIZADA EN LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
Amigas y amigos: Agradezco a todos, a todas ustedes, ustedes su participación en esta importante asamblea ciudadana. Agradezco de manera especial a Marcelo Ebrard, por estar aquí, con nosotros. Aquí estamos de nuevo, mujeres, hombres, adultos mayores, jóvenes, niñas y niños de todas las clases sociales y de todas las regiones del país. Como ustedes saben, a partir del fraude electoral nos propusimos la transformación de la vida pública de México. Desde entonces, hemos venido reiterando que los cambios que requiere el país no vendrán de arriba, de los potentados y usurpadores, sino de un movimiento popular, amplio, plural, organizado y capaz de abolir el régimen imperante de opresión, corrupción y privilegios; un movimiento que haga posible instaurar una nueva República, con una nueva economía, una nueva forma de hacer política y una nueva convivencia social más humana y más igualitaria. En pocas palabras, tenemos la convicción de que sólo el pueblo puede salvar al pueblo, que sólo el pueblo puede salvar a la Nación. Y hoy, con esta idea por delante, estamos enfrentando el más grande de todos los desafíos que nos haya tocado vivir. Hoy, precisamente, que conmemoramos el 70 aniversario de la Expropiación Petrolera, como paradoja de la historia, llamamos a defender con inteligencia, valor y patriotismo, esta gran conquista del pueblo de México. Ante la amenaza de privatizar la industria petrolera y abrirle la puerta de nuevo a las compañías extranjeras, hemos tomado la decisión, indeclinable, de impedir, con la organización y la movilización del pueblo, la consumación de esta desastrosa felonía. ¿Cuáles son nuestros argumentos para oponernos a la privatización de la industria petrolera? Tenemos razones fundamentales para rechazar la llamada reforma energética, lo explico: La primera razón es la defensa de nuestra soberanía nacional. Como sabemos, durante el porfiriato se otorgaron concesiones a compañías extranjeras para explotar el petróleo en nuestro territorio. Estas compañías no sólo dominaban en este ramo de la economía, sino que eran dueñas de grandes extensiones de tierras en donde se imponían de manera absoluta cometiendo graves abusos e injusticias. Uno de los logros más importantes de la Revolución Mexicana, fue que en el artículo 27 de la Constitución se estableció el principio de que a la nación le corresponde “el dominio directo de todos los recursos naturales”. Y tratándose del petróleo se definió que “no se otorgarán concesiones ni contratos… y la nación llevará a cabo la explotación… en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva”. A pesar de este ordenamiento constitucional, las presiones y amenazas de los gobiernos extranjeros impidieron, por más de veinte años, que se expidiera la ley reglamentaria del artículo 27. No pudo Carranza, no pudo Obregón, no pudo Calles. Inclusive, este último presidente, después de haber promulgado, en 1925, la Ley Petrolera que reglamentaba el artículo 27 Constitucional, tuvo que retractarse ante la evidencia de un plan de intervención militar de Estados Unidos para crear la República del Golfo de México. De modo que no fue nada sencillo hacer valer el dominio de nuestra nación sobre el petróleo. Para lograrlo se entrelazaron tres condiciones inmejorables: tuvimos la fortuna de contar con un Presidente popular, con sensibilidad política y, sobre todo, patriota, el General Lázaro Cárdenas del Río. Desde entonces no hemos tenido a un hombre público de esas dimensiones.También fue decisivo que en Estados Unidos gobernaba el presidente Franklin Delano Roosevelt, uno de los más grandes políticos del mundo, en el siglo XX. Durante su Presidencia, aplicó una política de buena vecindad con los países del continente americano. En ese entonces se reconoció la soberanía de Cuba y Panamá y ordenó la retirada militar estadounidense de Nicaragua y de Haití. La autenticidad de su política de buena vecindad tuvo su mejor ejemplo en el respeto a la soberanía de nuestro país. En los días posteriores a la expropiación petrolera, en una carta el General Cárdenas lo reconoce así. Citó textualmente: Mi gobierno considera que la actitud asumida por los Estados Unidos de Norteamérica, en el caso de la expropiación de las compañías petroleras, viene a afirmar una vez más, la soberanía de los pueblos de este continente, que con tanto empeño ha venido sosteniendo el estadista del país más poderoso de América, el excelentísimo señor Presidente Roosevelt.Desde luego que también influyó el hecho que el 12 de marzo de 1938, unos días antes del Decreto Expropiatorio, Hitler invadía con sus tropas Austria, y la Segunda Guerra Mundial había estallado. Esta circunstancia político militar, hizo entender al gobierno norteamericano que era preferible la vía de la negociación y contar con un gobierno antifascista en su frontera sur, que el uso de la fuerza contra nuestro país. Así fue como se llevó a cabo la expropiación de 17 compañías extranjeras que se negaban a respetar el laudo a favor de los trabajadores y se hizo valer la soberanía nacional. Con esta histórica decisión política se alejó el riesgo de la subordinación del poder público a empresas particulares extranjeras. Desde entonces, quedó de manifiesto que no se puede permitir que ningún interés económico o entidad superior extranjera esté por encima del Estado mexicano.Y en esto radica el riesgo actual de volver a abrir la puerta a las compañías extranjeras, las cuales, como sabemos, se llegan a constituir en poderes reales que con la fuerza de sus gobiernos, tienden a subordinar los intereses del pueblo y de la nación. Es cosa de pensar que si perdemos la soberanía, como sueñan los entreguistas, será muy difícil, por razones geopolíticas, recuperar el dominio de la nación sobre nuestros recursos energéticos. ¿Cuánto faltaría entonces para dejar de ser un país y convertirnos en colonia? ¿A caso queremos que los gobernantes sean una burocracia al servicio de los intereses externos? ¿Cómo representarían, con dignidad, estos empleados al pueblo de México?La segunda razón por la que no aceptamos la privatización del petróleo, es que sería una violación infame a nuestra Constitución Política. Como es sabido, la intención de las cúpulas del PRI y del PAN es llevar a cabo la privatización del petróleo, mediante la reforma a la Ley Reglamentaria del artículo 27, para permitir la celebración de los llamados contratos riesgo, contratos de servicios múltiples y la asociación con empresas extranjeras. Todo lo cual es rotundamente inconstitucional. Cuando Don Jesús Reyes Heroles fue director de Pemex, en 1969 ó 1970, y esto lo debería de saber su hijo, actual director de ese organismo público, Don Jesús eliminó los llamados contratos riesgo que, como él mismo decía, lo cito textualmente: “contratos riesgo, para Petróleos Mexicanos, y de seguridad y beneficio para los extranjeros”. La tercera razón es que detrás de la privatización está el interés de un grupo para hacer negocios privados al amparo del poder público. En este caso específico, privatización es corrupción. El 24 de febrero di a conocer cómo Juan Camilo Mouriño, actual secretario de Gobernación del gobierno usurpador, firmó contratos siendo funcionario público del sector energético, en beneficio de sus empresas familiares. Ante ello, este improvisado funcionario en asuntos de gobierno, que no de negocios, ha confesado que en efecto suscribió los contratos en cuestión, aunque de manera cínica alega que fueron éticos y legales. Lo cierto es que este funcionario armó toda una red de complicidades con personajes que ocupan puestos claves al interior de Pemex y en otras entidades del gobierno federal. Pero lo más grave de todo es la identidad de quien propicia este tipo de negocios turbios: el señor Felipe Calderón. Él es el principal promotor de las relaciones con las empresas extranjeras vinculadas al sector energético. Aquí quiero recordar que el primer contrato de servicios múltiples que se otorgó, violando la Constitución, a una empresa extranjera, se suscribió cuando Felipe Calderón era Secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex. Así, el día 14 de noviembre de 2003, sin que haya participado en la licitación ninguna otra empresa, se entregó a Repsol de España, un contrato por 2 mil 437 millones de dólares, para explotar yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos. Contrato que, por cierto, se encuentra en litigio en los tribunales, por inconstitucionalidad. Pero no sólo eso. A esta misma empresa Repsol de España, el gobierno usurpador, el año pasado, le entregó otro contrato, también sin que se presentara otra oferta, para la compra de gas por 15 mil millones de dólares. Es evidente que detrás de la pretensión de privatizar a Pemex, está la codicia de las minorías rapaces y de funcionarios corruptos. Esto no debe extrañarnos. Así ha sido la historia de la derecha. No olvidemos que durante el porfiriato, funcionarios del régimen, eran socios menores y fungían como consejeros de las compañías petroleras extranjeras. Por ejemplo, Enrique Creel, ministro de Relaciones Exteriores era consejero de la compañía petrolera “El Águila”, lo mismo que Porfirio Díaz, hijo. En tanto que el suegro y la esposa del dictador, eran accionistas de esta misma compañía. Es más: el dueño de El Águila le regaló acciones al presidente Díaz, quien años más tarde las vendería en París, durante su destierro. En vez de la privatización para seguir haciendo negocios privados en el sector energético, lo que realmente hace falta es combatir la corrupción, empezando por hacer una auditoría, en la cual, entre otras cosas, se aclare puntualmente la relación que existe de Felipe Calderón, Mouriño, César Nava, Elías Ayub y Dionisio Pérez Jácome, hijo, con empresas extranjeras. Es indignante que cuando en realidad lo que quieren es montarse en el negocio del petróleo, estén tratando de manipular a la opinión pública con campañas publicitarias, llenas de mentiras, como la del famoso “tesoro escondido en las aguas profundas del Golfo de México”. Las reservas más grandes de petróleo no están en las aguas profundas, sino en tierra y en aguas someras del Golfo de México. Usan el pretexto de las aguas profundas, junto con la vacilada del “efecto popote”, para tratar de justificar la pretendida reforma a las leyes y permitir la asociación con empresas extranjeras. Aquí reitero que es falso que falte dinero o tecnología para modernizar a la industria petrolera. Debe saberse que Pemex, a pesar de la corrupción y del mal manejo, es la empresa más rentable del país (extraer un barril de petróleo nos cuesta 4 dólares y se está vendiendo hoy en 93.55 dólares). Si realmente quieren fortalecer a Pemex, no hace falta modificar el marco legal, es cosa de reducir el gasto burocrático y terminar con los privilegios de los altos funcionarios públicos, para destinarle más recursos económicos; o cuando menos, entregarle los excedentes que se obtienen por los altos precios del petróleo, que este año serán de 200 mil millones de pesos, lo cual significaría aumentar al doble la inversión actual de este organismo sin endeudamiento de ninguna índole. En cuanto a la tecnología es mentira que, irremediablemente, tengamos que asociarnos con empresas extranjeras y no se pueda contratar. Inclusive, Pemex ya ha firmado tres contratos para perforar en tirantes de agua de más de 3 mil metros. Además hay trabajadores, técnicos, geólogos e ingenieros petroleros mexicanos con mucha experiencia. Recordemos que, apenas había transcurrido un año de la expropiación, cuando, a pesar de la sentencia de los dueños de las compañías extranjeras de que no podríamos sin su tecnología, los trabajadores mexicanos sacaron a flote a la industria petrolera. Ya para entonces el General Cárdenas informaba que “la vinculación sincera de los obreros con el porvenir de la industria, llega al punto en que ellos han concedido en postergar la aplicación del laudo, mientras dura el boicot organizado por las compañías e invertir una parte importante de sus ahorros en la misma industria”. “En la actualidad -decía el General- la industria petrolera no requiere fuertes inversiones; la experiencia ha convencido al gobierno de que a pesar de las dificultades para vender al precio del mercado, los ingresos por ventas realizadas le han permitido llevar adelante un programa de perforaciones, construcción de oleoductos, modernización y ampliación de refinerías, cuyos resultados se advierten en el incremento cada vez más sensible de la producción y permiten asegurar que el programa mencionado puede desenvolverse con los recursos propios del Estado”. Sólo los políticos y tecnócratas corruptos, acomplejados y vende patrias, pueden argumentar que hoy Pemex no puede y que su entrega al sector privado y extranjero es la única salvación. Otra razón fundamental para impedir la privatización de la industria petrolera, es que nos quedaríamos sin la posibilidad de desarrollar al país, en beneficio de la mayoría de los mexicanos. Como lo hemos dicho en otras ocasiones, con el petróleo podemos industrializar a México, crear empleos, abaratar los precios del gas, la gasolina y la electricidad, fortalecer nuestro mercado interno y garantizar el bienestar de la población. Si se privatiza el petróleo o se comparte la renta petrolera con empresas extranjeras, no tendríamos realmente cómo sacar adelante al país, se cancelaría el futuro para millones de mexicanos, se estaría condenando al pueblo sólo a sobrevivir, a seguir padeciendo por desempleo y continuaría creciendo, cada vez más, la migración a los Estados Unidos. Y por último, nos oponemos a la privatización porque queremos vivir en paz y sabemos que la paz es fruto de la justicia. Que se oiga bien, lo digo con absoluta responsabilidad: si se entrega la renta petrolera a particulares, nacionales y extranjeros, no habrá forma de mejorar las condiciones de vida y de trabajo del pueblo y se estaría cancelando la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica. El despojo del petróleo dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta, lo cual nos puede llevar a más sufrimiento, inestabilidad política y social, al predominio del uso de la fuerza y no necesariamente a la emancipación del pueblo. Recordemos que desde la Expropiación, en 1938, hasta nuestros días, el petróleo ha sido un instrumento de paz y de estabilidad política, precisamente porque ha estado en manos de la nación. Por eso es preferible actuar ahora y no permitir que la derecha termine por desestabilizar al país. Lo repito: son ellos los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes. Nosotros no queremos la violencia. Nosotros vamos a transformar a México por la vía pacífica. Nosotros vamos a seguir actuando de manera responsable, pero con firmeza y patriotismo. Amigas y amigos: Sería gravísimo el permitir la privatización del petróleo. Dejaríamos de ser un país libre y soberano; se rompería el orden constitucional; se elevaría a rango supremo la corrupción; nos quedaríamos sin la posibilidad de transitar por un camino propio con un modelo de desarrollo, que concilie el crecimiento con el bienestar, y el despojo del petróleo sería una fuente constante de fricciones, desacuerdos y conflictos. El General Lázaro Cárdenas, ese presidente gigantesco, el 5 de febrero de 1939, unos meses después de la expropiación, escribió en sus Apuntes: “La presencia de las compañías petroleras en México ha hecho mucho daño al país, la serie de crímenes y asesinatos dirigidos por los directivos de las empresas para asegurar sus instalaciones, su actitud altanera frente a las autoridades del país y su provocación constante para crear conflictos en el interior y en el exterior, son dolorosa experiencia de la nación mexicana, que ha pagado muy cara por su vieja política de ‘facilitar la inversión de capitales extranjeros para el desarrollo del país’”. Y agregaba que: “ni presión económica, ni el anuncio de la presencia de escuadras extranjeras en aguas mexicanas, haría tanto daño a la vida política de México, como el que se causaría con la devolución pacífica de los yacimientos petroleros a las compañías expropiadas. Retroceder o perder lo ganado sería una traición a la patria”. Amigas y amigos: Por todas estas razones, hemos tomado la decisión de llevar a cabo un plan de resistencia civil pacífica, en caso de que las cúpulas del PRI y del PAN, decidan cometer esta traición a la patria. Ya hemos avanzado en la organización. Están presentes –y los saludamos con mucho afecto-- los integrantes de los 32 Comités Estatales para la defensa del petróleo. También saludamos a quienes se han integrado a las brigadas para la defensa del petróleo. La movilización --como aquí lo dijo nuestra compañera Claudia-- comenzará cuando se presente la iniciativa de reforma a las leyes para privatizar el petróleo, ya sea en la Cámara de Diputados o en la de Senadores. Nuestros legisladores están también organizados, atentos y dispuestos a llevar a cabo acciones al interior de los recintos del Poder Legislativo. Todos debemos estar muy alertas para actuar de inmediato. Tenemos la información –como aquí se ha dicho-- de que pretenden presentar dicha iniciativa el 25 de marzo, el martes próximo. Por eso yo también les convoco a que ese día celebremos, a las 5 de la tarde, una nueva asamblea informativa, en esta plaza pública. Con toda sinceridad, con todo el sentimiento, les digo que todos debemos de participar. Esto es lo más valioso, pero también lo mejor que tenemos, el apoyo de ustedes. Como decía el presidente Juárez: Con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Estoy consciente, sé que no es fácil para ustedes el que volvamos a reunirnos dentro de ocho días, pero vale la pena el sacrificio, el esfuerzo. Además, tenemos que estar bien organizados, comunicándonos y muchas veces no hay la manera de hacerlo con facilidad, se nos dificulta la comunicación. Ya estamos aquí, tomemos ya la decisión de regresar el martes próximo a las cinco de la tarde. Por eso, repito ahora que estamos juntos. Les pregunto, sé que van ustedes a responder, habiendo pensado primero, si estamos dispuestos a volvernos a congregar aquí el martes 25, a las cinco de la tarde: (La asamblea responde sí) Y si estamos decididos a participar en todas las movilizaciones que sean necesarias, hasta conjurar la amenaza de privatización de la industria petrolera: (La asamblea responde sí) Repito, levanten la mano van a estar aquí el martes próximo. (La gente levanta la mano) Les pido también que empecemos la comunicación, que invitemos a más gente, que se haga conciencia de que esta lucha va más allá de nosotros, es de todo el pueblo de México y para todo el pueblo de México. Aunque como decía José Martí, hay hombres, y yo agregaría mujeres, que resumen en sí el decoro de muchos hombres. Esta lucha es de esta generación, por nuestros hijos y por las generaciones futuras. El día de mañana no nos reclamen nuestros hijos que no supimos estar a la altura de las circunstancias. Que no nos digan que nos cruzamos de brazos cuando teníamos que estar de pié, defendiendo a la nación. No podemos entregar a las nuevas generaciones un país destruido. México y su pueblo merecen un mejor destino. Pongo el énfasis en que todas las acciones en contra de la privatización del petróleo se harán en el marco de la resistencia civil pacífica. Llamo a que nos organicemos bien. Que todas y todos ayudemos en la organización, esa es una palabra clave. Todos debemos ayudar a evitar la provocación y la violencia. Todos vamos a ayudar a evitar la provocación y la violencia. Lo que vamos a hacer para quienes actúen con extremismo, lo que vamos a hacer pacíficamente es noble, responsable y eficaz. Caer en la trampa de la violencia sería contraproducente, sería ayudar a nuestros adversarios. Cuidado con los provocadores infiltrados del gobierno usurpador. Ellos van a buscar pretextos, me refiero a los integrantes del gobierno usurpador y a sus patrones, que van a buscar pretextos para el uso de la fuerza y para su campaña de desprestigio en los medios de comunicación. Todos los que se apunten para formar parte de una brigada, deberán actuar con responsabilidad y disciplina y hacer caso a sus coordinadores. Los voceros de este movimiento, quienes van a dar a conocer resoluciones, acuerdos y acciones que deban de tomarse, serán los siete integrantes –seis mujeres y un hombre-- de la Comisión Nacional para la Defensa del Petróleo; los Coordinadores Parlamentarios del Frente Amplio Progresista y los dirigentes nacionales del PRD, PT y Convergencia. Amigas y amigos: Estamos viviendo momentos definitorios para la vida pública de México. El partido que nació en 1939, criticando la expropiación petrolera, ahora ese partido, el PAN, en una alianza vergonzosa con las cúpulas del Partido Revolucionario Institucional, pretende regresarnos al porfiriato y convertirnos en esclavos en nuestra propia tierra. Ya sabemos que se nos vendrán encima con sus campañas de desprestigio en los medios de comunicación. Nos llamarán alborotadores, violentos, intransigentes, dirán que queremos que le vaya mal al país y volverán a decir que somos un peligro para México. Pero no debemos preocuparnos por estos vulgares ataques. Actuemos con convicción, guiados por valores más elevados que nuestras propias aspiraciones personales. Incluso, no importa que al final nos desgastemos políticamente, si logramos mantener bajo el dominio de la nación nuestros recursos naturales. Así estaremos demostrando, una vez más, que no somos políticos tradicionales, sino mujeres y hombres libres, íntegros y congruentes, como lo merece y lo demanda nuestra gran nación. ¡Viva la Expropiación Petrolera!¡Viva el General Lázaro Cárdenas del Río!¡Viva México!¡Viva México!¡Viva México!

MilenioPortada


UniversalPortada


Universal: PRD


BAJO RESERVA
Periodistas
EL UNIVERSAL
El Universal Martes 18 de marzo de 2008
Los Chuchos callaron la noche del domingo
Los Chuchos callaron la noche del domingo. Los estrategas de Jesús Ortega, candidato de Nueva Izquierda a la presidencia del PRD, se quedaron pasmados con el flujo de resultados del Distrito Federal. Ninguno de los bandos esperaba una victoria tan contundente de Alejandro Encinas, aspirante de Izquierda Unida, en la ciudad de México. Menos estuvo en sus planes que el baluarte de Iztapalapa se viniera abajo, muy probablemente mal fortificado por quienes se dicen sus aliados (el diputado local Víctor Hugo Círigo y el senador René Arce), nos explican.
Los datos preliminares arrojaron una diferencia dramática en el DF: 72% para Encinas y 24% para Ortega. Los sufragios en la capital gobernada por Marcelo Ebrard hicieron la diferencia. El equipo de don Alejandro vio con azoro el dato y cambió el discurso: todo fue legal a pesar de las irregularidades reportadas por la mañana y tarde, nos comentan.
Ni la victoria lo saca de la teoría del complot. Encinas dijo ayer en la radio que los periódicos cuyos titulares daban el triunfo a Andrés Manuel López Obrador, en la batalla por el PRD, tenían otro candidato y perdieron. Quizá no lo recuerde pero el tabasqueño lo presentó en sociedad como su gallo, le hizo una carta paternal para que la militancia votara por él, lo placeó y apapachó. Vaya, don Alejandro hasta defendió su derecho a que el ex candidato presidencial lo cobijara.
Son datos duros, pero ahora viene con el argumento de que algunos diarios tenían de candidato a Ortega. Sí, seguramente, los periódicos estaban tras un hueso en la dirección del PRD, quizá la Secretaría de Comunicación, que ostenta el comunicólogo Gerardo Fernández Noroña. ¡Faltaba más!
¿El SISI se fue de vacaciones? ¿Por qué la interrogante? Al menos por 24 horas, la página electrónica del Sistema de Solicitudes de Información a la Administración Pública Federal, dependiente del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, estuvo fuera del aire.
Desde la tarde del viernes pasado fue imposible ingresar al buscador de solicitudes o revisar el estatus de los requerimientos hechos al gobierno federal y sus dependencias. Llama la atención que se podía entrar al sitio, pero cada opción seleccionada remitía a la nada, al vacío informativo. ¡Felices días de guardar!
Por fin, la Secretaría de Energía dio luz sobre las asociaciones que el gobierno federal busca para Petróleos Mexicanos: alianzas con empresas multinacionales para ir por el tesoro a aguas profundas y la construcción de refinerías. Es un diagnóstico que Jordy Herrera Flores, subsecretario de Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico, ha enviado a senadores de distintos partidos.
Nos informan que antes hubo un intenso cabildeo entre distintos actores de la sociedad, para sensibilizarlos sobre las actuales condiciones financieras de Pemex.
“Sí, me gusta cocinar, pero me encanta que Martha me cocine porque va más allá de un platillo: ella pone en armonía todos mis sentidos”. El autor intelectual de esta declaración es el presidente de Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sergio Vela, para una revista del corazón, en la edición de diciembre de 2007. Él aparece riendo y ella, Martha Ortiz, con un tenedor para darle de comer en la boca.
“El proceso de la cocina es igual que el del amor”. La frase está en la parte baja de la fotografía.

Universal: PEMEX


Universal: PEMEX


18 de marzo
Ramón Cota Meza
El Universal Martes 18 de marzo de 2008
Recordamos el 70 aniversario de la nacionalización de la industria petrolera en medio de un debate sobre su inminente reforma y cierta tensión sobre un posible conflicto de interés en el primer círculo del gobierno federal. En cuanto a la reforma, el gobierno concentra su propaganda en la necesidad de asociar a Pemex con capitales privados para explorar aguas profundas con tecnología que no podría obtener de otra manera. Cualquiera que sea la veracidad de esta afirmación, saltan dos cosas a la vista:
La primera es su afinidad con la postura de las compañías petroleras expropiadas hace 70 años, las cuales auguraban colapso de la industria por incapacidad mexicana, así que los magnates extranjeros serían llamados a encabezarla de nuevo. Sucedió que los mexicanos desplegaron muchas habilidades e ingenios para mantenerla funcionando, recuperarla y desarrollarla en un contexto de escasez de partes industriales y cerrazón financiera. Hay un mar de historias del ingenio laboral mexicano en espera de ser narradas.
La propaganda oficial exhibe también una deliberada estrechez de enfoque, pues aun suponiendo incapacidad mexicana para trabajar en aguas profundas, la expectativa creada hacía pensar que una reforma tan trascendente no se limitaría a una sola área. Pemex tiene cuatro grandes áreas y multitud de operaciones concatenadas, empalmadas, duplicadas y manoseadas, cuyo análisis y algunas consideraciones extra-económicas arrojarían un orden de prioridades de inversión.
Para el PRI son prioritarias la explotación en aguas someras y la rehabilitación de campos abandonados, pues el acceso a la tecnología de aguas profundas ocurrirá más temprano que tarde por los canales de difusión del mercado. La dependencia de cualquier tecnología no es una fatalidad para ningún país; hay una tasa de asimilación tecnológica que varía con el desarrollo tecnológico mismo. No hay un tabú llamado “aguas profundas”; una empresa mexicana perfora a más de 800 metros en la sonda de Campeche hace más o menos un año.
Ahora bien, el enfoque de la propaganda oficial podría estar reflejando un retroceso real del ímpetu privatizador ante la desconfianza pública de influencias políticas en los negocios público-privados que ya prosperan. Se afirmaría así la idea de fortalecer a Pemex por su probado desempeño como generador de divisas e impuestos y como abastecedor puntual de combustible en todo el territorio nacional. Todo esto sin reforma alguna: lo que funciona bien no tiene por qué ser cambiado.
El debate del tema energético ha esparcido algunas opiniones excéntricas (que la Revolución Mexicana y la expropiación del petróleo fueron inútiles, declaran). La evidencia contraria es tan robusta y cotidiana que podemos ignorar su importancia. Al mantener el abasto de combustible suficiente a precios accesibles y generar divisas e impuestos en gran escala desde 1940, el aporte de Pemex al crecimiento del país ha sido enorme desde cualquier parámetro.
Sus beneficios para la industria, el comercio, la agricultura, la urbanización, el consumo, los servicios y la vida social son patentes. Con todo y sus deformidades, Pemex es factor mayúsculo de la transformación de la sociedad mexicana, de rural a industrial, y de la formación de una clase media que suma la mitad de la población total.
Ante un factor de modernización tan sólidamente acreditado durante 70 años, incluyendo los mayores ingresos históricos de la industria en los últimos cinco años, la afirmación de que Pemex está en crisis o que carece de recursos para modernizarse es, en el mejor de los casos, una vil falsa alarma. De la información conocida se desprende que la empresa debe ser mejor tratada por el gobierno y mejor atendida por ciertas corrientes de opinión.
blascota@prodigy.net.mx
Analista político

Universal: PEMEX


Otra vez
Francisco Rojas
El Universal Martes 18 de marzo de 2008
Hace 70 años, el presidente Cárdenas expropió las instalaciones de las compañías petroleras extranjeras cancelándoles las concesiones otorgadas para explotar los hidrocarburos. La gesta se convirtió en un motivo de unidad de los mexicanos y en una bandera ideológica que hoy pretende ser arrebatada por otras fuerzas políticas.
Nuevamente estamos inmersos en un debate respecto al petróleo. Pretenden convencernos de las bondades de abrir a la inversión extranjera áreas reservadas a la nación para apropiarse de la renta petrolera, ofreciéndonos tesoros escondidos; eso sí, proclamándose defensores de la Constitución y la no privatización de Pemex.
Son conocidas las presiones que se ejercieron contra México con motivo de la expropiación. La Segunda Guerra Mundial salvó al país del boicot, pero el desmantelamiento técnico del organismo provocó que la producción tardara en recuperarse 10 años.
La privatización silenciosa de Pemex se ha venido cumpliendo lenta, pero firmemente. En la negociación del TLC se mantuvo la negativa a otorgar garantía de abasto, contratos de riesgo, libre importación de gasolina y gas y apertura de gasolineras extranjeras; en 1995 el préstamo de 20 mil millones de dólares (mmdd) se garantizó con la exportación de petróleo y la privatización de la generación eléctrica, los complejos petroquímicos y el gas natural.
En 1999, el precio del petróleo cayó a nueve dólares; el gobierno acordó con el FMI privatizar los ferrocarriles, la banca y los aeropuertos e intentó, sin éxito, abrir el mercado eléctrico; iniciaron el uso de los Pidiregas, favoreciendo a las grandes compañías internacionales y cedieron la dirección y administración de grandes proyectos.
Los contratos de servicios múltiples de Burgos, prácticamente ceden la dirección y explotación de los yacimientos; el contrato para mantener los ductos de PEP, sigue el mismo patrón y se intenta utilizar para el resto de Pemex.
Se pretende balcanizar al país creando Pemex regionales asociados con la inversión privada; intentos anticonstitucionales y atentatorios contra el Pacto Federal que podrían propiciar, por ejemplo, que Chiapas construyera hidroeléctricas y Baja California plantas geotérmicas para vender electricidad, y Durango no le proporcionara agua a Sinaloa.
Quienes han impulsado la privatización silenciosa la quieren abierta, ampliar campos de acción y quitar los alfileres de donde todavía pende el control de nuestros recursos energéticos.
Los que afirman que el Estado debe retirarse de los aspectos industriales y que Pemex únicamente exporte petróleo, desean la participación privada en refinerías y ductos para apropiarse del valor agregado en la transformación de los hidrocarburos y empezar a regalar nuestro mercado interno que costó 70 años crear y que comercialmente valdría 75 mil mmdd.
Podemos modernizar Pemex, sostener la producción y abatir la importación de petrolíferos con soluciones reales, sin fragmentarlo, sin ceder mercados ni compartir la renta petrolera, con una reforma energética factible, con visión de largo plazo, que nos permita la transición ordenada y gradual durante los próximos 30 años. Sería grave no hacer nada; los recursos existen, la tecnología está disponible y nuestros técnicos y trabajadores podrán con los desafíos, como lo han hecho anteriormente.
Hoy más que nunca son vigentes las palabras del general Cárdenas respecto a la expropiación petrolera: “es la acción más significativa de un país decidido a defender la soberanía sobre sus recursos naturales, frente a la incesante penetración de intereses extranjeros”. Posiblemente habrá que volver a expropiar Pemex de los intereses financieros externos e internos y rescatar para las generaciones venideras el usufructo de nuestros hidrocarburos. La gesta petrolera siempre ha sido motivo de orgullo, dignidad y unidad de los mexicanos. Hay que darle la oportunidad a Pemex y a los petroleros. Después de 70 años, no podemos declararnos fracasados.
Analista político

Cartón: Rocha


Jornada: PEMEX


Jornada: PRD


Jornada: PEMEX


■ El senador e integrantes del FAP y la CND sostuvieron un encuentro con López Obrador
Habrá mensajes fuertes durante el acto para defender el petróleo: Navarrete
■ Todo está listo para conmemorar en el Zócalo la expropiación petrolera
■ Estaremos pendientes de lo que acontezca en la ceremonia de Calderón en Tabasco para darle respuesta, dice el legislador
Alma E. Muñoz
Tras un encuentro con Andrés Manuel López Obrador, el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, informó que todo está listo para el acto de defensa del petróleo, hoy en el Zócalo capitalino. Anticipó que durante el desarrollo del mismo se darán a conocer mensajes fuertes e importantes en torno al tema energético.
Advirtió asimismo que estarán pendientes de lo que acontezca en Tabasco, donde Felipe Calderón encabezará el acto por el 70 aniversario de la expropiación petrolera, “para ver si hay necesidad de algún planteamiento de respuesta” durante la asamblea vespertina.
El legislador informó que se cuenta con el respaldo del conjunto de fuerzas políticas del Frente Amplio Progresista (FAP), integrado por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, así como organizaciones sociales y sindicales, además de la Convención Nacional Democrática (CND).
Por otra parte, Navarrete Ruiz descartó que hayan cesado las protestas por el presunto tráfico de influencias en que incurrió el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, cuando era presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, y después asesor y subsecretario en la Secretaría de Energía, cuando el titular era Felipe Calderón.
El tema, dijo Navarrete, está vivo, latente, pero “en un pequeño impasse de Semana Santa. El 24 de marzo lo reanudaremos en la Cámara de Senadores y estoy seguro de que al regresar del periodo vacacional habrá información muy importante para que las dos cámaras continúen sus respectivas investigaciones”.
Agregó que sobre ese tema habrá nuevos elementos que “van a seguir gravitando en la opinión pública de manera muy importante”.
El senador del PRD sostuvo que están pendientes ante la eventualidad de que después de esta semana se presente la iniciativa para la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex). “Estamos al pendiente de eso y elaboramos medidas preventivas para que no vayamos a ser objeto de un albazo legislativo. Si lo intentan habrá respuesta inmediata la semana siguiente a ésta”, indicó.
Aclaró que en Semana Santa no será posible hacerlo porque “está suspendido el trabajo en el Congreso, no hay personal, ni siquiera administrativo, pero todo se normalizará la próxima”.
El senador Navarrete fue entrevistado al término del encuentro que integrantes del FAP y de la CND sostuvieron a puerta cerrada con López Obrador, en las oficinas centrales del ex candidato presidencial, en la colonia Roma. Sostuvo que todo está preparado para la asamblea de este martes, a partir de las 17 horas en el Zócalo capitalino. “Vamos a seguir apretando la mano en defensa del petróleo; hubo unanimidad de los asistentes en que el acto es importante.”

JornadaPortada