jueves, 24 de mayo de 2007

Jornada: FC



Espino miente, dice el PAN de Yucatán


Yazmín Rodríguez, Ricardo Gómez y Sergio Jiménez El Universal Jueves 24 de mayo de 2007
Los asesores llegaron contratados por el panismo local, aseguran

La dirigencia del PAN en Yucatán desestimó afirmaciones de su líder nacional, Manuel Espino, acerca del envío de operadores políticos de Los Pinos a los comicios estatales.
El secretario general panista en la entidad, Jorge Gamboa Wong, expresó: Miente Espino. Si vinieron operadores de Los Pinos sólo los vio él.

Rosa Ceballos Madera, presidenta del comité municipal del PAN en Mérida, afirmó por su parte que los señalados como "operadores" de Juan Camilo Mouriño (jefe de la Oficina de la Presidencia de la República) "vinieron contratados por el PAN en la entidad para asesorar al candidato panista Xavier Abreu y no fueron pagados por Los Pinos".

Fuentes cercanas al aspirante a la gubernatura confirmaron que Abreu se reunió en diversas ocasiones con personas cercanas a Mouriño o que trabajaron bajo sus órdenes en la campaña presidencial de Felipe Calderón, pero no necesariamente laboran en Los Pinos.

Entre ellos se encuentran el asesor en imagen Antonio Solá y Jorge Manzanera -considerados los más cercanos a Mouriño-, así como Alberto Castillo, Héctor Muñoz y Hugo Alfredo Sánchez Camargo, este último es yucateco y actual coordinador de giras presidenciales.

El martes Espino reclamó públicamente a Mouriño su presunta injerencia en el proceso yucateco y le pidió respetar al partido en los comicios. Un día antes, en Los Pinos, Espino se reunió con Mouriño para decirle: "Nos metiste el pie en Yucatán", según una versión del círculo cercano al dirigente panista.

De acuerdo con fuentes estatales, Solá -ex coordinador de imagen en la campaña presidencial de Felipe Calderón- logró convencer, por instrucciones de Mouriño, al aspirante derrotado para que cambiara su campaña de propuestas por una estrategia "negativa", lo que, señalan, le restó popularidad y simpatía.

En este contexto, Espino acudió ayer a la Secretaría de Gobernación para dialogar con su titular, Francisco Javier Ramírez Acuña. La denuncia del dirigente será analizada el lunes durante la reunión de la Comisión Política, uno de los órganos internos del PAN con mayor poder de discusión.

El coordinador del partido en la Cámara de Diputados, Héctor Larios, identificado con Espino, exigió autonomía entre el partido y el gobierno federal. Dijo que la denuncia de Espino "por algo será".

"Quizá hubo personas que influyeron en la toma de decisiones de la campaña, que no intervinieron haciendo campaña, que no hubo una intervención ilegítima, pero que sí intervinieron en lo que no les compete, que es el partido; creo que tiene que haber autonomía entre el partido y el gobierno", precisó.

Jornada: Las manos limpias del PAN


Se agudiza pugna entre el líder panista y Calderón, al buscar culpables de la derrota

Dividen al PAN acusaciones de Espino sobre injerencia de Mouriño en Yucatán

ANDREA BECERRIL, ROBERTO GARDUÑO, GEORGINA SALDIERNA, LUIS A. BOFFIL

Los panistas se dividieron ayer frente a las declaraciones del dirigente nacional del blanquiazul, Manuel Espino, de que la Presidencia de la República envió operadores políticos a la elecciones de Yucatán. Mientras algunos salieron a manifestar su respaldo al presidente del partido, otros le pidieron actuar con responsabilidad y prudencia, y dejar de hacer declaraciones sin sentido.

El diputado Obdulio Avila exigió aEspino que actúe con la mente fría y no con el hígado, y lo emplazó a que demuestre públicamente la intervención del jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Juan Camilo Mouriño, en la debacle panista.

"No puede haber declaraciones que enrarezcan el ambiente nacional; no se pueden tomar posturas que son más de oposición que la oposición formal, porque esto en nada ayuda a Acción Nacional ni a la Presidencia de la República", externó.

Con dureza, calificó de pernicioso que Espino arremetiera contra el Presidente de la República, y "si hay algo que se tenga que dirimir, que se haga en los espacios adecuados, como son el Consejo Nacional, el Comité Ejecutivo Nacional y las asambleas nacionales", puntualizó.

El senador Federico Döring, por su lado, advirtió que lo dicho por el dirigente lleva la intención de descalificar a Mouriño y se enmarca en la pelea por la dirección del PAN.
Consideró que Acción Nacional y su presidente ya deben "dar vuelta al caso Yucatán y empezar a pensar en Baja California, ya que tendrían que estar más preocupados por el surgimiento de Hank que por Ivonne (Ortega)".

Por separado, el senador Alejandro Zapata Perogordo comentó que no está de acuerdo con la postura asumida en los pasados días por Espino, a quien exigió mayor responsabilidad y prudencia. Llamó a dirimir de manera interna los asuntos partidistas: "No tiene el presidente del PAN por qué estar entrando en un juego mediático epistolar".
Consideró que la afirmación de Espino de que desde Los Pinos se enviaron operadores a la elección de Yucatán está "totalmente distorsionada", y le consta que no es cierto.

A su vez, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, y Humberto Aguilar, evitaron calificar lo dicho por Espino y sólo señalaron que el tema debe analizarse al interior del instituto político. La respuesta, añadió el líder parlamentario, "no puede ser a botepronto".

De los militantes que respaldaron la posición del jefe nacional panista, destacó el coordinador de los diputados federales, Héctor Larios Córdova, quien exigió total independencia y autonomía entre el gobierno federal y el Comité Ejecutivo Nacional del blanquiazul. Al cerrar filas en torno al duranguense, se sumó a las críticas contra Mouriño y, de paso, deslindó a Felipe Calderón del conflicto.

Sin emitir el nombre del funcionario, Héctor Larios se refirió así a la intervención de Los Pinos en el proceso electoral yucateco:

"Hubo personas que influyeron en la toma de decisiones de la campaña, que no hicieron campaña; no hubo nada ilegitimo (sic), pero sí intervinieron en lo que no les compete, que es asunto del partido". Y defendió a Espino, quien lo respaldó abiertamente el año pasado para convertirse en el líder de la bancada panista. "Creo que ha habido una fuerte embestida en contra del presidente del partido. Desde luego que no pone en riesgo al partido ni lo divide, porque al final de cuentas habrá un arreglo".

Mientras, el diputado Juan José Rodríguez Prats consideró correctas las declaraciones del jefe nacional panista, luego de manifestar su preocupación por la pretensión gubernamental de avasallar al partido. El PAN, puntualizó, no puede convertirse en la secretaría de acción electoral del gobierno.

En Mérida, fuentes del blanquiazul dijeron que Mouriño sí intervino en las elecciones estatales y de ello tuvo conocimiento el candidato del PAN, Xavier Abreu Sierra, quien aceptó la sugerencia del funcionario federal para que aumentara la guerra sucia contra la priísta Ivonne Ortega.

Agregaron que el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República operó independiente de la dirigencia del blanquiazul y manifestaron que el lunes 7 de mayo, dos semanas antes de los comicios, Mouriño se reunió en la hacienda Temozón Sur, localizada en el municipio sureño de Abalá, con el candidato Abreu Sierra, el publicista español Antonio Sola y el coordinador general de la campaña del primero, Juan Carlos Rosel Flores.

Mouriño decidió que la junta fuera en dicha hacienda, propiedad del ex banquero Roberto Hernández Ramírez, porque le quedaba cerca de Campeche, donde días antes fue denunciado por los panistas de esa entidad por entrometerse en la designación de consejeros nacionales.

En la lujosa hacienda donde el costo por noche puede ascender a 600 dólares, el funcionario confirmó a Abreu Sierra lo que éste ya sabía: su pérdida de popularidad en la intención del voto y que la priísta Ortega le aventajaba ya por al menos un punto porcentual. O sea: los 20 puntos porcentuales que Abreu promedió hasta antes de Semana Santa se habían esfumado.

La estrategia, sin consultar a Espino Barrientos, fue que se incrementaran los anuncios agresivos contra la priísta en un esfuerzo por contrarrestar su creciente popularidad. "Xavier (Abreu) consintió seguir con la guerra sucia diseñada por Sola hasta el final, esperanzado de que el electorado yucateco y la población indecisa optara por el candidato del PAN", afirmaron las fuentes consultadas.

Al enterarse Manuel Espino de la reunión con Mouriño, el dirigente panista le reclamó a Xavier Abreu que tomara decisiones sin antes consultarlas con él, y que se corría el riesgo de que la guerra sucia se le revirtiera al PAN, lo que al final de cuentas sucedió, expresó un directivo blanquiazul entrevistado por La Jornada.

Acerca de que si el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República envió a operadores por su cuenta, los panistas consultados remataron: "No hubo necesidad; varios de los colaboradores de Abreu decidieron maniobrar por su cuenta y rendirle cuentas sólo a Mouriño. Luis Montoya Martínez, dirigente estatal del albiazul y el gobernador Patricio Patrón Laviada también se embarcaron con el funcionario federal", aseguraron las fuentes.

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Jornada: Joseph Ratzinger



Rectifica el pontífice lo dicho en Aparecida, Brasil

Sombras en la evangelización de América, reconoce el Papa

''Imposible olvidar los sufrimientos de los indígenas''

AFP, REUTERS

Ciudad del Vaticano, 23 de mayo. El papa Benedicto XVI reconoció las ''sombras'' que acompañaron la evangelización en América Latina, 10 días después de su polémico silencio sobre esta cuestión durante su viaje a Brasil. Como ya hizo tras visitar Auschwitz (Polonia) y Ratisbona (Alemania), el pontífice alemán, Joseph Ratzinger, aprovechó su audiencia semanal en el Vaticano para rectificar sus palabras ante la polémica que surgió por el discurso que pronunció el 13 de mayo en Aparecida, ante los obispos latinoamericanos.

El recuerdo del ''pasado glorioso'' de la Iglesia católica en América Latina ''no puede ignorar las sombras que acompañaron la obra de evangelización del continente'', declaró. ''No es posible olvidar los sufrimientos e injusticias infligidos por los colonizadores a las poblaciones indígenas, cuyos derechos humanos fundamentales fueron pisoteados a menudo''.

En Aparecida, Benedicto XVI afirmó que ''el anuncio de Jesús y de su Evangelio no conllevó en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas y no impuso una cultura extranjera'', guardando silencio respecto de las matanzas que acompañaron esa evangelización. También agregó que ''Cristo era el salvador que los indígenas deseaban silenciosamente''.

Representantes de las comunidades amerindias y responsables religiosos expresaron su desacuerdo sobre la visión histórica dada por el pontífice. ''La evangelización fue una imposición ambigua, violenta, un choque de culturas que causó un perjuicio total a los indios'', recordó la teóloga católica Cecilia Domevi. A su vez, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, exigió al Papa que pidiera perdón a los indios de América por haber negado ''el holocausto aborigen''.

Reacciones a la corrección

La rectificación de Ratzinger ''es una corrección del discurso que hizo en Brasil. Es honroso que tenga el coraje de retroceder y reconocer los crímenes injustificables de los colonizadores y cómo fueron pisoteados los derechos fundamentales'' de los pueblos indígenas, dijo a Afp el asesor teológico del Consejo Misionero Indigenista de Brasil, Paulo Suess.

Por su lado, la Fundación Nacional del Indígena (dependiente del Ministerio de Justicia), por conducto de su asesoría de prensa, valoró ''positivamente que el Papa se haya retractado'' y que ''reconozca que fue un periodo sombrío''.

En conferencia de prensa de la quinta Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que se realiza en Aparecida (Brasil), el obispo de Cuenca (España), José María Yanguas, destacó este miércoles el ''reconocimiento de la realidad'' por parte del pontífice. ''Sus palabras son de gran equilibrio, de reconocimiento de la realidad, de los factores más positivos y sin ocultar los más negativos, denunciados por grandes personajes en el siglo XVI, como Bartolomé de las Casas''.

Las palabras de Ratzinger fueron interpretadas por los expertos en temas vaticanos como una especie de redención para la Iglesia católica en esos ''crímenes'' cometidos por ''los colonizadores''.El 13 de octubre de 1992, en Santo Domingo, su antecesor Juan Pablo II pidió a los descendientes de las poblaciones amerindias que perdonasen a los conquistadores españoles. Al contrario que Karol Wojtyla, Ratzinger ''es notablemente insensible al efecto que sus palabras pueden tener sobre quienes no pertenecen a su esfera intelectual y cultural'', declaró el vaticanista estadunidense John Allen, del diario National Catholic Reporter, en el sitio Internet de esa publicación.

Lo cierto es que se ha convertido en costumbre el que el Papa rectifique sus declaraciones. En septiembre de 2006, en Ratisbona, su discurso sobre las relaciones entre la fe y la razón causó una oleada de indignación en el mundo musulmán por el presunto nexo que implicaba entre Islam y violencia. Benedicto XVI se defendió de esas críticas e hizo públicas algunas precisiones, pero no se excusó por las mismas.

En mayo de 2006, durante su visita al campo de exterminio nazi de Auschwitz, el pontífice añadió de último momento a su discurso la palabra shoah, por consejo de sus colaboradores, y habló de 6 millones de víctimas polacas, sin precisar que la mitad fueron judíos.

Nuevamente volvió a intentar arreglar las cosas, cuando volvió a Ciudad del Vaticano hablando de ''unos 6 millones de judíos'' exterminados en los campos de concentración nazis.

Jornada: Hugo Chávez


Jornada: Astillero

Astillero

Julio Hernández López

Las bodas del poder

Espino, despechado, acusa

Mouriño, poder confidencial

Salinas (y Diego) en la Corte

El presidente del partido en el poder ha denunciado que operadores políticos de la Presidencia de la República actuaron en los comicios de Yucatán sin ponerse de acuerdo con los dirigentes panistas. El despechado Manuel Espino señaló como responsable de esa discordancia de ejecutantes a Juan Camilo Mouriño, el caballerito nacido en España que ejerce en la casa presidencial funciones de invasión política similares a las que en su momento practicó Marta Sahagún.

Nadie ha hecho nunca tanto contra Felipe Calderón como Manuel Espino. Resistió cuanto pudo, en alianza con Vicente Fox y la señora Marta, en espera de que un milagro hiciera candidato presidencial al ahora arrepentido Santiago Creel. Luego, cuando el michoacano ganó la postulación, le puso cuanta piedrita pudo a lo largo de la campaña electoral, del periodo previo a la toma de posesión y del ejercicio de gobierno en curso. Ahora, de un golpe, el yunqueto Espino confirma que Los Pinos destina recursos a la intervención en los comicios estatales, que hay grupos presidenciales de acción electoral, que el virtual vicepresidente (Vi-vi, aunque sus amigos le dicen Iván) de la República, Juan Camilo I, ejerce funciones de operador electoral a nombre de su jefe Felipe, y que los pleitos (entre panistas) o las negociaciones de alto nivel (con los tricolores) llevaron al PAN a perder en Yucatán frente al PRI que Calderón necesita para que le apruebe en las cámaras sus anheladas reformas legislativas.

Las acusaciones del cactáceo dirigente nacional del PAN son graves y merecerían que las autoridades encargadas de investigar la presunción de delitos electorales actuaran de inmediato para determinar si el Poder Ejecutivo está contaminando a otros ámbitos de su original circunstancia de ilegalidad e ilegitimidad. Aparte de acusar a Los Pinos de delincuencia electoral, el enojado Manuel Espino ha hecho aún más evidente el desproporcionado poder del joven Mouriño al que el simple afecto de su jefe ha convertido en personaje de primerísimo nivel (burocrático) a pesar de su evidente falta de oficio político y de la sabida vocación por los negocios en combinación con la política que distingue a su familia y a él mismo.
Mouriño, como la señora Marta (¿Martiño?), no tiene responsabilidad ante nadie porque no fue elegido por nadie sino designado a partir de una relación personal para ejercer una especie de informal poder paralelo que se expresa en las operaciones políticas supuestamente encubiertas (la compra, con delegaciones federales, de voluntades para integrar el consejo nacional panista, y ahora, según se sabe, la entrega de Yucatán al PRI), en el manejo de fondos públicos (los que ejerce a través de su oficina formal, y de la "vigilancia" de que el erario no se use para fines electorales -juar, juar- que recientemente le encargó el propio Calderón) y en la toma de decisiones políticas directas avaladas por el hecho de ser quien tiene (todo en sentido figurado) la llave privada de acceso al cuarto del poder.

Una posibilidad de que las denuncias de Espino-Fox contra Calderón-Mouriño sean castigadas se daría si la fiscalía para la indagación de delitos electorales entrara en acción. Pero, como se ha explicado aquí en anteriores columnas, Arely Gómez, la encargada de esa fiscalía de la PGR, vive un documentado conflicto de intereses porque forma parte del poder expandido de Televisa que antes controló la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Arely fue todopoderosa oficial mayor y secretaria de la presidencia de la Corte con Mariano Azuela) y ahora se encarga de mediatizar las denuncias electorales desde la PGR, con Eduardo Medina Mora, otra pieza del poder de la pantalla.

¿Ni siquiera hay esperanza de justicia cuando el dirigente del mismo partido del Presidente LegaL (PLL) acusa a éste y a uno de sus favoritos de actuar en términos que podrían constituir delitos electorales? No. Porque los órganos de procuración y de impartición de justicia están hechos de complicidades e intereses descarados. Véase, a modo de ilustración, el maridaje explícito de expedientes impunes que se dio el fin de semana durante la boda de la hija de uno de los ministros de la Corte, el chiapaneco Sergio Valls.
Entre los invitados más notables estuvieron Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, a quienes con gran frecuencia se menciona como especializados torcedores de criterios judiciales para beneficio de sus planes y negocios. Otros convidados a Cuernavaca fueron el gobernador Enrique Peña Nieto (héroe de Atenco); el empresario Mario Vázquez Raña; el actual presidente de la Corte, Guillermo Ortiz; su antecesor, Mariano Azuela; el procurador federal Medina Mora y el sacerdote oficiante que, por supuesto, fue Onésimo Cepeda (en esto de las bodas hay de todo: en diciembre del año pasado casó en Puebla una hija del consejero de la Judicatura Federal, Miguel Quiroz Pérez, quien fue diputado federal priísta y es gran amigo del góber precioso, Mario Marín.
A la fiesta fueron Sergio Valls y Margarita Luna Ramos, ministros de la Corte que investiga al gobernador de Puebla por el caso de Lydia Cacho, y dos ciudadanos distinguidos... Mario Marín y su secretario particular, Guillermo Deloya Cobián, que había sido consejero de la Judicatura federal).

El ministro Valls tiene otro motivo de fiesta: su hijo Jaime es el candidato a la presidencia de Tuxtla Gutiérrez que el gobernador Juan Sabines (político de cartera fácil) le impuso al PRD, casa ésta de alquileres que en su lista de candidatos a diputaciones plurinominales lleva en cuarto lugar al ex diputado federal priísta Rafael Cevallos Cancino, a quien se ha acusado de financiar al grupo paramilitar llamado Los Chinchulines. En el quinto lugar va Martha Grajales, cuñada de Cevallos y ex esposa de José Antonio Aguilar Bodegas, que fue candidato priísta a gobernador (un chiste local sobre el tema: ¿y qué dice de todo esto Andrés Manuel? ¡Hermano: ni Pío!)

Y, mientras Calderón gasta en su primer año de gobierno casi el doble que Vicente Fox en comunicación social y publicidad, ¡hasta mañana, en esta columna espinosa!

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