sábado, 24 de mayo de 2008

POR ESTO!

Ni con la ayuda de Salinas Imprimir
viernes, 23 de mayo de 2008
* Desde Coahuila, Andrés Manuel López Obrador asegura que la Derecha panista NO podrá arrebatarle al Pueblo de México su patrimonio nacional aunque Carlos Salinas apoye al espurio Felipe Calderón en su intento de privatizar el petróleo

* “Hay quien dijo que la discusión de los debates no es un partido de fútbol; sin embargo, es un asunto de béisbol, en donde la representación del movimiento en defensa del petróleo va ganando tres carreras contra cero del equipo de los privatizadores”

* Debe someterse a consulta popular la denominada “reforma energética” fecalista porque el Pueblo tiene la primera palabra


MONCLOVA, Coahuila, 22 de mayo (REDACCION/LA JORNADA).- Andrés Manuel López Obrador aseguró que la Derecha panista no podrá arrebatarle al Pueblo de México su patrimonio nacional, aunque Carlos Salinas apoye al espurio Felipe Calderón en su intento de privatizar el petróleo y el mismo presidente pelele llame al Congreso de la Unión a aprobar la llamada “reforma energética”. Al reunirse con comités en defensa del petróleo de Monclova, Coahuila, Andrés Manuel retomó la pregunta que en el debate de ayer en el Senado hizo Sergio García Ramírez: “¿qué beneficios le han traído al Pueblo de México las privatizaciones?, y si en aquel espacio no hubo una respuesta a esta interrogante, en Monclova y en Saltillo la respuesta fue una: “¡Ninguno, ninguno!”. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

Con “mentiras” y falta de argumentos sólidos, el gobierno espurio pretende hacer creer a los mexicanos que la empresa más rentable del país, que genera excedentes por 20 mil millones de dólares al año y que contribuye con el 40% del presupuesto nacional no cuenta con recursos propios para su fortalecimiento y debe entregarse irremediablemente al capital extranjero para su rescate, “en realidad se trata a todas luces de un atraco, y de montar en el negocio del petróleo a un pequeño grupo de inversionistas extranjeros”. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

En la plaza central de Monclova, con un calor cercano a los 40 grados, López Obrador explicó que además de ser un recurso estratégico para el desarrollo mundial, el petróleo, cuyo precio por barril deja hoy una utilidad de 108 dólares, casi 60 más de lo presupuestado por el Congreso para este ejercicio, es fundamental para asegurar el desarrollo del país y garantizar el futuro de las generaciones venideras. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

Andrés Manuel López Obrador en Saltillo, capital coahuilense. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)

Sostuvo que con la primera etapa de la resistencia civil pacífica se logró que los legisladores del PRI y del PAN se sentaran a debatir con los legisladores del Frente Amplio Progresista la propuesta del gobierno usurpador, que tiene la intención de entregar el hidrocarburo a compañías multinacionales petroleras.
Con expresiones propias del llamado rey de los deportes, hizo un balance de los foros sobre la reforma energética. “Hay quien dijo que la discusión de los debates no es un partido de fútbol, sin embargo es un asunto de béisbol, en donde la representación del movimiento en defensa del petróleo va ganando tres carreras contra cero del equipo de los privatizadores”, aclaró.
Luego, el Presidente Legítimo de México manifestó que el equipo de los privatizadores es semejante a los Yankees de Nueva York, porque ambos tienen una nómina que cuesta mucho, con peloteros muy caros, pero se encuentran en el último lugar de la serie y así van a seguir.
Al conceder una entrevista a los medios de comunicación, López Obrador reiteró su llamado a convocar a una consulta popular al pueblo de México, para conocer su rechazo o aprobación sobre la llama denominada “reforma energética”.
El Pueblo debe ejercer su derecho a manifestarse, mediante una consulta directa, porque siempre tendrá la primera palabra, aunque los legisladores tengan la última palabra, puntualizó.
A pregunta expresa de los comunicadores, sostuvo que debe haber democracia en los sindicatos mineros del país y demandó que el gobierno espurio de Calderón Hinojosa no intervenga en asuntos internos de cada representación.
Con “mentiras” y falta de argumentos sólidos, el gobierno ilegítimo pretende hacer creer a los mexicanos que la empresa más rentable del país, que genera excedentes por 20 mil millones de dólares al año y que contribuye con el 40 por ciento del presupuesto nacional, no cuenta con recursos propios para su fortalecimiento y debe entregarse irremediablemente al capital extranjero para su rescate, “en realidad se trata a todas luces de un atraco, y de montar en el negocio del petróleo a un pequeño grupo de inversionistas extranjeros”, enfatizó aquí Andrés Manuel López Obrador.
Al reunirse con comités en defensa del petróleo de este municipio, retomó la pregunta que en el debate de hoy en el Senado hizo Sergio García Ramírez: “¿qué beneficios le han traído al pueblo de México las privatizaciones?, y si en aquel espacio no hubo una respuesta a esta interrogante, en Monclova y en Saltillo la respuesta fue una: “¡ninguno, ninguno!”.
En la plaza central de Monclova, con un calor cercano a los 40 grados, López Obrador explicó que además de ser un recurso estratégico para el desarrollo mundial, el petróleo, cuyo precio por barril deja hoy una utilidad de 108 dólares, casi 60 más de lo presupuestado por el Congreso para este ejercicio, es fundamental para asegurar el desarrollo del país y garantizar el futuro de las generaciones venideras.
Destacó que los excedentes petroleros alcanzan para construir las refinerías, impulsar la industria petroquímica e instalar los ductos que el gobierno “espurio” pretende entregar al capital extranjero.
“En una política orientada a sacar provecho para unos cuantos a costa del sufrimiento de nuestro pueblo y en contra de la nación, lo hacen hoy de manera descarada, con mucho cinismo y con el apoyo de los grandes capitales y plantean la disyuntiva de mantener a México como un país o convertirlo en una colonia”.
Más tarde, en Saltillo, donde la participación ciudadana en el movimiento rebasó ya a la organización partidista, López Obrador insistió en “las mentiras del gobierno espurio, apoyado con medios de comunicación como Televisa, para convencer a la sociedad de la urgencia de privatizar y dejar a México como abastecedor de materia prima”.
Condenó también el argumento en el sentido de que sólo hay petróleo en aguas profundas, “eso nadie lo ha probado, sólo inventan eso de las aguas profundas para que las empresas extranjeras vengan a apropiarse del mejor negocio del mundo, a extraer un barril de petróleo por 4 dólares y venderlo a 112, cuando a pesar de lo mal administrado que está PEMEX y de la gran corrupción que hay en la paraestatal, es posible y necesario convertirla en palanca del desarrollo nacional con recursos propios de esa empresa”.
Antes de abandonar Coahuila, reconoció en entrevista el papel que asumió el gobernador de la entidad Humberto Moreira, al oponerse, junto con el Congreso local, “a esta reforma privatizadora y entreguista”, y convocó a otros gobernadores del tricolor a “decidirse por el respeto a la Constitución y la preservación de los bienes nacionales y no caer en la tentación de la privatización”.
Más tarde, al dialogar con la brigada de esta ciudad, hizo un recuento de los cuatro debates que hasta el momento han tenido lugar en el Senado de la República, que fueron, dijo, “resultado de la decisión de los legisladores del Frente Amplio Progresista de tomar las tribunas, para evitar el albazo que pretendía el gobierno espurio y aprobar a espaldas del pueblo una reforma anticonstitucional”.
Hizo entonces un comparativo del enfrentamiento de ideas en torno del petróleo entre los analistas, investigadores y especialistas enviados por el gobierno federal y aquellos que aún habiendo pertenecido a administraciones priístas se oponen a la privatización.
Vamos 4-0. Les hemos ganado los cuatro debates; ellos (quienes apoyan las reformas de Felipe Calderón) están como el equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York, con una nómina de peloteros muy cara, pero en el último lugar de la tabla.
Les ganamos los primeros cuatro debates y les vamos a ganar todos los que faltan porque nos asiste la razón”, sostuvo. López Obrador arribó a la ciudad de Monterrey por la noche, donde fue entrevistado por una cadena de televisión local y donde continuará hoy con las reuniones con los grupos de brigadistas en defensa del petróleo.

MilenioPortada

UniversalPortada

Cartón: Fisgón

Jornada: Desfiladero

Desfiladero

Jaime Avilés

■ El Loro Negro: un espectáculo de teatro en defensa de Pemex

Al explicar ante la Comisión de Energía del Senado por qué se oponen a la privatización de Pemex, Claudia Sheinbaum y Luis Javier Garrido alabaron uno de los valores más importantes de la industria petrolera nacional: su neutralidad ante los conflictos mundiales que tienen como eje la disputa por el control de los hidrocarburos, un tema que Alfredo Jalife-Rahme había tocado ya en el suplemento “México entre el acoso y la resistencia”, que La Jornada publicó el pasado 18 de marzo.

Si el precio internacional del crudo llegó esta semana a 133 dólares por barril es porque Estados Unidos derrocha una fortuna cada día para proteger a Arabia Saudita y alimentar a sus vapuleadas tropas en Irak. Esto determina, en opinión del doctor Jalife, que el verdadero costo del petróleo en Medio Oriente ande “cerca de 200 dólares” por barril, cifra que incluye los gastos militares de Washington en la zona.

En cambio, la extracción del barril de petróleo en el Golfo de México se mantiene en 4 dólares porque en nuestras aguas y costas reina la paz. Por absurdo que parezca, eso será lo primero que perderemos si el Senado aprueba las iniciativas petroleras de Calderón. En palabras del doctor Garrido, si se autoriza la instalación de refinerías estadunidenses en nuestro suelo, éstas se convertirán de inmediato en “objetivos militares” para los enemigos de la Casa Blanca, y por lo tanto en un peligro permanente para la seguridad del país.

De acuerdo con esa lógica, Washington podría simular un ataque de Al Qaeda contra alguna de las nuevas refinerías gringas aquí, para justificar el ingreso de sus tropas a México: algo que el propio Calderón trató de facilitar ya, a principios de 2007, cuando los diputados panistas intentaron derogar la Ley Federal de Neutralidad que veta el ingreso de ejércitos extranjeros a nuestro territorio.

En abono de lo anterior, la doctora Sheinbaum añadió que “además, las refinerías extranjeras no ofrecerían nuevos empleos”, pues “llegarían con sus ingenieros y sus trabajadores”, y, por ende, con sus propios cuerpos de vigilancia y su propio tabulador de salarios, como el que se usa ya en las plataformas privadas de la sonda de Campeche, donde los obreros y técnicos extranjeros ganan 10 veces más que los mexicanos por hacer la misma faena.

A lo largo de los cuatro primeros debates en el Senado (13, 15, 20 y 22 de mayo) los expertos demostraron que las reformas calderónicas son contrarias a la Constitución, no sólo porque pretenden que los grandes consorcios foráneos lleven a cabo funciones que hoy tienen estrictamente prohibidas –explorar, extraer, vender, exportar, almacenar y refinar crudo–, sino porque, al autorizarlas, el Congreso auspiciaría la existencia de una industria petrolera pública y otra privada, lo que violaría el precepto que le reserva al Estado absoluta exclusividad en esa materia.

Sergio García Ramírez subrayó que el Senado cometería una aberración capaz de destruir todo el sistema jurídico vigente si admitiera –como desea Calderón– que las leyes secundarias modifiquen las disposiciones de la Carta Magna a la que están subordinadas. Eso, para decirlo pronto, sería como si en un ejército los soldados dieran órdenes a los generales.

Ante los balbuceos de los “defensores” de su proyecto, que recomiendan “perfeccionarlo” para evitar que la Suprema Corte lo rechace esta semana, Calderón volvió a sacar el espantapájaros de que nos queda petróleo “para nueve años” –aunque su secretaria de Energía insista en que hay “para 60”– y, dando nuevos manotazos en el atril de la impotencia, vociferó que gracias a la privatización de Pemex, México ahorraría “100 mil millones de dólares”. ¡Cómo no!

¿Quién puede creerle media palabra ya al hombrecito de Los Pinos que prometió aumentar el empleo, reducir la inflación, bajar la deuda externa y sofocar la violencia del narcotráfico, si el país naufraga en medio de la carestía galopante, el endeudamiento ilimitado, la desocupación de millones de personas desesperadas y la lucha sangrienta de los cárteles? Todo se paga en esta vida y Calderón está saldando con inmenso descrédito su irresponsabilidad y su ineficiencia, de acuerdo con la –tardíamente desmentida– encuesta de Ulises Beltrán, según la cual en los pasados tres meses su “aceptación” cayó de 34 a 6 por ciento.

Pero las penurias del espurio no terminan ahí. Para Raúl Carrancá y Rivas, Calderón podría verse “sujeto a juicio político” por presentar un paquete de reformas contrarias a la Constitución y, de acuerdo con la docta opinión del ex ministro de la Corte Juventino Castro y Castro, antes de poner sus iniciativas petroleras a votación del Congreso, está obligado a someterlas a consulta popular, tal como lo manda el artículo 26 de nuestra ley suprema.

Sin embargo, aunque derrotado por apabullante paliza tras los cuatro primeros rounds del debate, Calderón y sus petrosenadores –Manlio Fabio Beltrones, Francisco Pemexgate Labastida Ochoa y Santiago Creel– toman providencias para que, después de eso que la ultraderecha golpista considera un simple trámite, la mayoría del PRIAN apruebe la contrarreforma petrolera en plenos Juegos Olímpicos.

Este es el mayor peligro que hoy amenaza a México y para conjurarlo no hay otro recurso que la movilización en pos de un objetivo político central: lograr que el “gobierno” de facto respete el 26 constitucional y convoque a una consulta popular sobre la contrarreforma. Esta es, hoy por hoy, la demanda más importante del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que encabeza Andrés Manuel López Obrador y respaldan millones de mexicanos en todo el país.

Para contribuir a tan noble propósito, Desfiladero entrega a sus lectores, a partir de hoy, una obra de teatro cómica, susceptible de ser representada en espacios públicos, a fin de fortalecer la campaña informativa que, a pesar de la televisión y los levantacejas electrónicos, ha generado ya un amplio consenso contra la privatización de Pemex. Ustedes pueden disfrutar del espectáculo ahora mismo, buscando en Internet la siguiente dirección electrónica es: www.eloronegro.blogspot.com, donde además hallarán sugerencias acerca de cómo llevar a cabo la puesta en escena. A continuación, un fragmento mínimo:

Entran X y Y, dos revolucionarios de 1910 y platican lo siguiente: X: Mi general, con la novedad que nuestros hombres tomaron Jerez. Y: ¿Allá por el estado de Zacatecas? X: Sí, general. Pero luego tomaron Tequila. Y: ¿Allá por el estado de Jalisco? X: Sí, general. Pero luego tomaron Tehuacán. Y: ¿Por el estado de Puebla? X: No, general. Por el estado de cruda. Y: ¿Y cómo están las cosas en Cagüila? X: Más o menos. Anoche las tropas de Villa evacuaron Piedras Negras. Y: Ah, cabrón, ¿pos qué cenaron?

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