sábado, 24 de noviembre de 2007

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Cartón: Helguera


Jornada: Desfiladero


Desfiladero
Jaime Avilés
jamastu@gmail.com
Villahermosa: más pruebas
Sin duda, el gobierno provocó la tragedia
Abraham González y los porros cibernéticos
La cinta de Mandoki no perdió un solo cine


Familia damnificada por la inundación en Villahermosa Foto: Alfredo Domínguez
Pablo O. Sandoval, ingeniero mexicano que vive en San José, California, se declaró “pasmado” por los números que Desfiladero presentó en su entrega anterior, en la que asentó que los 2 millones de litros por segundo que la presa Peñitas derramó durante los últimos tres días de octubre acumularon 488 billones de litros sobre la capital de Tabasco. Así, con un instrumental más eficiente que el ábaco del columnista, confirmó en Internet los datos del desfogue y sacó su propio cálculo.
“Peñitas derramó 2 mil 300 metros cúbicos de agua por segundo. Esto, multiplicado por 3 mil 600 segundos que tiene una hora, da 8.2 millones de metros cúbicos por hora. Si se multiplica esto por 72 horas (o tres días), se tiene un total de 596 millones de metros cúbicos de agua. Un metro cúbico tiene mil decímetros cúbicos o bien, mil litros. Si multiplicamos 596 millones por mil da un total de 596 mil millones de litros (...)
“Por otro lado, me pregunté qué significa este número. Si uno mide Villahermosa utilizando Google Earth (y de manera muy primitiva y simplista) se puede ver que la ciudad cubre un área aproximada de 12 kilómetros por 12 kilómetros (más o menos). Ahora, si uno trata de imaginar el volumen que representan los 596 mil millones de litros, esto es equivalente a una lámina de agua de 12 kilómetros de largo por 12 kilómetros de ancho por 4.14 metros de altura. Pues bien, este volumen de agua es exactamente lo necesario para cubrir la ciudad de Villahermosa”.
Otros lectores coincidieron con el ingeniero Sandoval en que había una evidente equivocación en mis cifras, pero aceptaron como válida la idea de que fue la presa, no la lluvia, y mucho menos la luna llena, lo que causó la inundación. En abono a esta certeza, un amigo me enseñó recortes del periódico Tabasco Hoy, de Villahermosa, que en su edición del martes 30 de octubre reprodujo declaraciones hechas el lunes 29, en conferencia de prensa, por el superintendente de Peñitas, Luis Toribio Martínez Ramírez.
Acompañado por el gobernador del estado, Andrés Granier, Martínez Ramírez aseguró aquella mañana: “el río Carrizal se encuentra por encima de su nivel; en las últimas horas subió un metro 90 por el desfogue de Peñitas. En la tarde se espera que aumente el nivel debido a la turbinación de 2 mil metros cúbicos. En estos momentos estamos sacando mil 500 metros cúbicos por segundo. Esa agua tendrá repercusión aquí dentro de 18 o 19 horas, que es cuando empezará a llegar”.
Pero Martínez Ramírez estaba mintiendo, en perjuicio de la población, como lo evidencian dos hechos. Ese mismo día, Gilberto Segovia Quintero, vocero de la Comisión Nacional del Agua, expresó a los medios: “lo más importante es que el desfogue de 2 mil metros cuadrados por segundo no reviente la capacidad del río Carrizal a la altura de Villahermosa. Los mil 500 metros cúbicos (nota: que estaban sacando de la presa hasta las 8:45 de la mañana) ya se reflejan en el Carrizal, y por ello aumentó este afluente un metro 90 en las últimas horas. Hasta la tarde (de ese lunes 29) se tendrá el reflejo de la nueva turbinación. Si esto no pasa a mayores, entonces podremos confiarnos”.
Por desgracia, la cosa pasó a mayores, y muy pronto. Crónicas del citado periódico relatan que, de acuerdo con diversos testimonios de habitantes de Villahermosa, a las 3:20 de la tarde el agua “empezó a salirse del río”, y a las 3:40 “la gente huyó a las azoteas de las casas” en diversos puntos de la ciudad. Martínez Ramírez faltó a la verdad al hablar de un derrame inferior al que se estaba efectuando y al pronosticar que el agua llegaría hasta el día siguiente, impidiendo que la población tomara providencias de inmediato.
En otras palabras, como prueba la declaración de Segovia Quintero, las autoridades federales cruzaron los dedos para ver qué pasaba, y pasó lo peor: ahora hay un millón de damnificados, no se sabe cuántos muertos y pérdidas materiales incalculables para miles de familias. Sin embargo, en el México de Felipe Calderón y de los golpistas que se robaron el poder sin la mínima capacidad de usarlo en beneficio de nadie, más que de ellos mismos, lo de Tabasco es apenas una de las dos caras de la moneda.
Y es que anteayer, jueves, comenzó a circular un correo electrónico firmado por un tal Arturo de la Peña Peralta para esparcir la calumnia de que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, “invirtió 2 millones de dólares para la posproducción y distribución del filme 2 de julio, el fraude que nadie vio (sic) de Luis Mandoki” (que no se llama así, por supuesto). “¿Será que si ganan el Óscar a la mejor película extranjera entrarán Chávez, Mandoki y López Obrador caminando juntos sobre la alfombra roja de Hollywood?”, preguntó el matoncito electrónico.
Minutos más tarde, el infundio fue renviado por Yazmín Gutiérrez (
yasitogutierrez@yahoo.com.mx). Si todo hubiera seguido su curso normal, pronto habrían hecho lo mismo Francisco Fosther (libra12197@yahoo.es), Paty Medina (animed21@yahoo.es), Karola Aponte (karoaponte_21@yahoo.com.mx), Arturo Malpica (aerointernacional@yahoo.com.mx), Mónica Martínez de Alba (monica_1978_piscis@yahoo.com.mx), Verónica Cifuentes (instrum_veronica@yahoo.com.mx ), y otros.
Todos ellos son integrantes de un “grupo de choque” cibernético, de extracción panista y yunquista, que durante la campaña electoral de 2006 organizó –y aún maneja– el empresario lechero jalisciense Abraham González Uyeda, hoy subsecretario de Gobernación y dueño del rancho El Zapote, donde en mayo de 2004 Francisco Ramírez Acuña destapó a Felipe Calderón Hinojosa.
Su grupo cumple varias funciones: se declara partidario de Jesús Ortega y de los chuchos; escribe todos los días a conocidos periodistas, lo mismo para burlarse de López Obrador, en todos los tonos, que para acusarlo de tener vínculos con el EPR, o cualquier otra consigna que reciba desde Bucareli. Pero también sirve para hostigar a los militantes de la Convención Nacional Democrática, como desde el buzón
omiador_legitimo@yahoo.com.mx, una tal Lechuza Nocturna hizo el pasado 5 de julio, a las 9:59 de la mañana, para decirle a José Ortiz Trejo: “no se haga el loco y póngase en contacto con la señora Rocío Samaniego y luego sigue de palero del peje”, en un correo masivo dirigido a todos los medios, o como el 21 de junio de 2007, a las 13:22, el ya citado Arturo Malpica advirtió, con fines intimidatorios, a la activista veracruzana Silvia Muro, que iba a divulgar todo lo que escribiera en Internet.
¿Por qué esta vez el correo que dizque ligaba a Chávez con Arreola y Mandoki sólo fue enviado por dos de estos porros cibernéticos? Porque a temprana hora un hacker de la sociedad civil descubrió y denunció que había sido enviado desde las oficinas del Centro Nacional de Prevención de Desastres, que dirige el ingeniero Roberto Quaas Wepen, otro corresponsable de la tragedia de Villahermosa, quien debe ser procesado por negligencia criminal.
Lo cierto es que a pesar de todas las maniobras que el “gobierno” federal está haciendo para sabotear la exhibición de Fraude: México 2006, el documental de Mandoki no perdió una sola pantalla en su primera semana, sigue en más de 200 salas, recobró la mitad de su costo y pronto será visto en el mundo entero: una noticia que debería alegrar a los tabasqueños porque anuncia mejores tiempos.

Jornada: Desfiladero

Sábado 17 de Noviembre
Desfiladero
Jaime Avilés
jamastu@gmail.com
Peñitas
Calderón, culpable de la tragedia de Villahermosa
Un estudio técnico prueba que no fue accidental
Salas llenas en el estreno de la cinta de Mandoki


Protesta en Querétaro porque no llegó Fraude: México 2006 Foto: Demián Chávez
Es cierto que el último fin de semana de octubre llovió duro en Tabasco. También es cierto que había luna llena. Y que por el derretimiento de los polos hay mucha más agua en estado líquido en la Tierra. Sin embargo, la verdadera causa de la inundación de Villahermosa es que la mañana del lunes 29 de octubre, a las 8 horas con 45 minutos, el “gobierno” de Felipe Calderón abrió las compuertas de la presa Peñitas para evitar que su cortina reventara, y que desde ese instante envió al río Carrizal 2 millones de litros por segundo a lo largo de tres días.
Si la aritmética no miente, 2 millones de litros por segundo suman 120 millones de litros por minuto, o 7.2 billones de litros por hora, es decir, 162.8 billones de litros por día. En otras palabras, el “gobierno” derramó sobre la capital de Tabasco 488.4 billones de litros para que el nivel de la presa Peñitas bajara de 90.1 metros de altura a 85, que es su rango normal.
La razón por la que el agua se elevó tres metros por encima del “nivel máximo operativo” (87 metros de altura) no fue la intensidad de la lluvia, ni el efecto de atracción de la luna llena y mucho menos la disolución de los hielos polares. No: el agua de Peñitas se acumuló así debido a la política del “gobierno” en materia de generación de energía eléctrica.
Peñitas no es un depósito de agua para fomentar actividades agrícolas en caso de sequía: no podría serlo de ninguna manera, ya que Tabasco posee las tres cuartas partes del agua dulce que hay en nuestro país. Por lo tanto, Peñitas cumple la sola función de almacenar agua para que ésta mueva un conjunto de turbinas que al rotar sobre su propio eje producen electricidad.
Así, la cantidad de electricidad que genera depende de la cantidad de agua que los operadores de la presa mueven a través de un complejo sistema de compuertas: a mayor producción de luz, más bajo será el volumen de líquido disponible.
El único motivo por el cual había tanta agua durante esos días críticos obedece al hecho de que el “gobierno” de Calderón mantuvo la orden de generar la menor energía posible, para que las empresas privadas que se dedican ilegalmente a la misma tarea produjeran más, se la vendieran al propio “gobierno” y de tal modo incrementaran sus ganancias particulares.
El lunes primero de octubre, cuando el nivel del agua en Peñitas era de 85 metros con 40 centímetros, la fricción de sus turbinas dio 3.03 gigavatios gracias al movimiento de 430 mil litros por segundo.
Del martes 2 al miércoles 10, la producción permaneció por debajo de tres gigavatios mientras el nivel del agua se elevaba a 85 metros con 50 centímetros y los operadores conservaban un promedio de 430 mil litros movidos por segundo. Pero el jueves 11, repentinamente, el nivel ascendió a 86 metros con 40 centímetros, llegando casi al tope de seguridad; no obstante, los operadores movieron sólo 455 mil litros por segundo para generar 3.21 gigavatios.
Poco a poco la situación se agravaba: el viernes 12, el nivel ascendió a 88 metros con 10 centímetros y la generación a 4.49 gigavatios con 636 mil litros movidos por segundo; estos índices prevalecieron el sábado 13 y el domingo 14, y gracias a ellos el agua bajó el lunes 15 a 87 metros con 70 centímetros y el martes 16 otro metro.
Entre el miércoles 17 y el martes 23, a un nivel promedio de 85 metros, la generación volvió a caer por debajo de 3 gigavatios con un volumen de 430 mil litros movidos por segundo. Pero el miércoles 24, el nivel saltó a 88 metros con 20 centímetros y el jueves 25 a 89 metros con 10 centímetros, en tanto la producción se elevaba apenas a 3.94 gigavatios y el volumen movido a 558 mil litros por segundo. De esta suerte, los días 26, 27 y 28, el nivel fue de 89, 88.6 y 88.1 metros de altura, con una producción promedio de 3.60 gigavatios y un volumen de 520 mil litros por segundo, pese a que las lluvias arreciaban hasta alcanzar la peor intensidad del año.
¿Por qué el “gobierno” no incrementó la producción como sí lo hizo en enero pasado, cuando el nivel subió a 89 metros con 98 centímetros y el volumen de agua movida fue de 910 mil litros por segundo, mismo que se mantuvo así, durante cuatro días, hasta que el nivel descendió a 85 metros? Esa es la pregunta clave que está obligado a responder Calderón. ¿Por qué, mientras caían las peores lluvias de 2007 en Tabasco y el nivel de la presa llegaba a 90 metros con 10 centímetros, por qué, en lugar de incrementar la producción, abrió las compuertas para derramar casi 500 billones de litros sobre Villahermosa?
Todos los datos expuestos en los párrafos anteriores forman parte de la denuncia penal que Andrés Manuel López Obrador presentó el pasado miércoles ante la Procuraduría General de la República contra Felipe Calderón y otros. En ese alegato demuestra que desde el último año del sexenio de Ernesto Zedillo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) redujo la generación de energía mientras favorecía, en proporción directa, el crecimiento de las empresas particulares en ese sector, como tras el punto y aparte se explica.
En 2000, los llamados Productores Independientes de Energía (PIES) generaron 1.21 teravatios por hora contra 190 de la CFE. Cuatro años después, ya proveían 45.7 contra 160, antes del estancamiento de 2005 en que se quedaron en 45.6, lo que forzó a la CFE a subir su aporte a 170 teravatios. Sin embargo, la comisión rectificó en 2006, contrayendo su oferta a 162, cuando los PIES volvieron a crecer a 59.4. Hasta el 31 de octubre de este año, los particulares iban en 52.1 contra 121 de la CFE, lo que habla de una privatización clandestina acelerada, que salió a flote tras la desgracia de Villahermosa.
No hace falta acudir a los archivos de las monumentales pifias cometidas por Calderón en su primer año al frente del Ejecutivo para darse cuenta de que la inundación criminal de Villahermosa es la peor de todas. Eso debe movernos a pensar que si los golpistas se atrevieron a esto, o no lo pudieron evitar por sus compromisos con las empresas particulares y por su visible ineptitud, el futuro puede ser mucho más peligroso de lo que suponíamos para todos los mexicanos. Quizá sea ya el momento de comprender que sólo removiendo a este “gobierno” incompetente, ilegal y asesino, el país podrá volver a sentirse un poco más seguro.
Pero mientras las vociferaciones calderónicas tratan de ocultar la responsabilidad del espurio en la tragedia de Villahermosa, periodistas de distintas regiones del país avisan que recibieron amenazas de quedarse sin empleo si tocan en sus espacios radiofónicos el tema de la película de Luis Mandoki sobre el fraude de 2006 que empezó a ser proyectada ayer en 230 cines.
Federico Arreola, productor de la cinta, dijo a Desfiladero que en su primer día la película tuvo un reporte de salas llenas en el Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y otras ciudades, en donde los exhibidores la pasarán desde hoy en locales con mayor cupo, en tanto en Querétaro hubo una protesta de espectadores indignados porque a esa plaza no llegó ni una copia debido a escasez presupuestal.
Con este triunfo sobre la censura y la hipocresía de los golpistas, el movimiento encabezado por López Obrador sostendrá una reunión de capital importancia, mañana a partir de las 10 de la mañana en el Zócalo, donde el “presidente legítimo” propondrá un plan de acción de cinco puntos para agudizar la lucha de resistencia contra Calderón.

Jornada: Santiago Vidaurri



Paco Ignacio Taibo II
Santiago Vidaurri: una batalla de bronce
Controversia por el proyecto para reivindicar la figura del cacique separatista
He visto la estatua en una fotografía de la primera plana de un diario de Monterrey. La transportan en un camión de redilas rumbo a un depósito mientras se enfría el asunto. Santiago Vidaurri está sentado muy contento en su bronce de dos metros de altura, obra de un tal Cuauhtémoc Zertuche. Nunca me gustó el cacique liberal, cacique separatista, cacique imperial de Nuevo León en el siglo XIX. Su rostro y su historia tienen un no sé qué vampiresco, soez, carroñero...
Pero algunos en Nuevo León lo quieren mucho. Tanto, que quieren poner su estatua en el lugar donde nació, el pequeño pueblo de Lampazos, 4 mil 428 habitantes, 4 mil 324 católicos (según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática). Un pueblo gobernado por el PAN, que tiene importantes figuras natales: el propio Vidaurri, Pablo González, José Alvarado.. e incluso su corrido, que a la letra dice: Hoy te canto, mi tierra querida, /mi lindo Lampazos, como tú no hay dos, /tus mujeres, que son retechulas /como no hay ninguna, por vida de Dios.
¿Quiénes algunos quieren? ¿Los habitantes de un pueblo de Nuevo León deciden espontáneamente homenajear a un caudillo del siglo XIX que murió fusilado por traidor?
II
¿Santiago Vidaurri? Nacido en 1808, oficial de frontera, perseguidor de indios comanches, promotor de un proyecto separatista en 1855 llamado la República de Sierra Madre, que de haber salido bien hubiera separado de México los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, dándole probablemente en el futuro un destino similar al de Texas; gobernador eterno del estado de Nuevo León, liberal de membrete, hombre del dinero.
En la terrible huida hacia el norte del gobierno de Juárez, perseguido por traidores, mochos e imperiales, la Presidencia de la República se instaló en San Luis Potosí. La carencia de recursos era enorme, el ejército, convertido en una serie de grupos más guerrilla que fuerza regular, bajo presión en todos los frentes. Juárez pidió a Vidaurri que apoyara a la Federación con el dinero de las aduanas de Nuevo León y Coahuila, que el gobernador había estado reteniendo. Vidaurri se opuso con el argumento de que eso “le traería la ruina al estado” y de pasada soltó algunas amenazas contra el gobierno republicano.
Juárez escribió en esos días a su yerno: “A Vidaurri es necesario atraérselo o eliminarlo. Estoy por el primer extremo. Sólo que no baste esto para utilizarlo en bien de la nación debe recurrirse al último. Trabaje, pues, en lo primero”. Incluso mandó a Margarita para “asencillar” el diferendo.
Obligado a seguirse replegando, llegó a Saltillo y finalmente se reunió con Vidaurri en Monterrey el 12 de febrero de 1864. Guillermo Prieto narra en Lecciones de historia Patria el encontronazo. Juárez había llegado acompañado de su gabinete y Vidaurri se presentó con una multitud:
“La entrevista fue fría y llena de majestad por parte de Juárez. Un hijo de Vidaurri (Indalecio), sacando su pistola, rompió toda contestación y declaró el motín. Lerdo había previsto el desenlace y tenía listo el coche: con suma precipitación subieron a él, el mismo Lerdo, Juárez, Iglesias, Suárez y Navarro (...) Entonces se desencadenó el populacho y siguió al coche, haciendo disparos. El coronel Guiccione, con unos cuantos hombres y haciendo prodigios de valor, detuvo a la multitud enfurecida.”
El atentado contra el presidente Juárez fue celebrado por Vidaurri y sus amigos con repique de campanas, salvas de artillería y otras demostraciones de regocijo. Y como para que no quedara duda del camino que había tomado, el gobernador dio a la publicidad una carta circular en la que insultaba al gobierno y a la camarilla que, según el traidor, pretendía introducir la desmoralización en todo el estado; al mismo tiempo prevenía a las autoridades de la entidad, “que no obedeciesen al gobierno de Juárez, se aprehendiese a sus agentes y se desconociese esa autoridad.”
Juárez respondió movilizando a las tropas de Naranjo y Escobedo hacia Monterrey. No podía permitirse en plena ofensiva de los imperiales un flanco abierto. Vidaurri huyó a Texas y sólo volvió a Nuevo León una vez que Monterrey fue ocupada por los franceses; reconoció al emperador Maximiliano, y recibió a cambio el cargo de consejero imperial primero, y luego ministro de Hacienda.
Vidaurri acompañó al emperador a Querétaro, pero salió en los últimos días del cerco con las caballerías de Márquez y terminó escondiéndose a la derrota del imperio en la ciudad de México.
Pedro Salmerón, en su reciente biografía de Juárez, cuenta cómo a la caída de Querétaro, el gobierno republicano fue muy benévolo con los imperiales. Únicamente fueron fusilados Maximiliano, Miramón y Mejía, los dos últimos juzgados de acuerdo con la ley del 25 de enero de 1862, que condenaba a muerte a quienes prestaran ayuda al invasor extranjero, y el general Ramón Méndez, culpable de las ejecuciones de José María Arteaga, y Carlos Salazar. La plana mayor del imperio sería indultada, algunos pasaron un año de cárcel y fueron perdonados.
Vidaurri no tuvo tanta suerte. Porfirio Díaz, que estaba a cargo de la ciudad de México hasta la llegada del gobierno, ordenó a los oficiales imperiales que se entregaran, dándoles 24 horas y en caso contrario amenazando con aplicarles la ley del 25 de enero. El regiomontano, escondido en la casa de un norteamericano llamado Wright, de la que iba a salir vestido de mujer para abandonar el país, fue delatado por su protector. El 8 de julio de 1867, los republicanos le cayeron de madrugada en la casa numero 6 de la calle de San Camilo.
A las 4 de la tarde lo fusilaron sin juicio previo en la Plaza de Santo Domingo. Las narraciones abundan en detalles escabrosos: fue fusilado de espaldas, de rodillas y vendado, cerca de un cagadero, mientras una banda de música hacía sonar la cancioncilla que Guillermo Prieto le había dado al liberalismo en la Guerra de Reforma, vuelta casi himno republicano, Los cangrejos, dedicada a militares y curas, que como los cangrejos y como todo el mundo sabe, “dominan dondequiera” y marchan para atrás.
¿Supo Juárez de la decisión de Díaz de fusilar a Vidaurri? No lo sé, no he encontrado referencias al respecto. Se dice que Vidaurri dijo antes de morir: “Deseo que mi sangre sea la última derramada y que México sea feliz”.
III
Parece ser, me cuentan los periodistas locales, que la historia de reivindicar a Vidaurri no es nueva, que cada año, un 25 de julio, aniversario de su nacimiento, en Mesa de Cartujanos, en Coahuila, muy cerca de Lampazos, donde Vidaurri tenía su rancho y su casa, aparecen aviones privados (¿cuántos serán? Para uno que viaja en Aeroméxico y en ADO, más de tres ya son muchos) que transportan a un sector de la oligarquía conservadora de Monterrey para rendirle homenaje con misa y conferencia incluida. Algunos son sus descendientes, no hay que olvidar que Vidaurri reunió una importante fortuna en el uso del poder; otros, me dicen, son hombres y mujeres del dinero regiomontano, banqueros, vinateros, muebleros.
La última vez que se vieron, acordaron lo de la estatua e incluso promover la escritura y edición de un libro reivindicatorio, “porque ya es hora de que al personaje se le hiciera justicia”, escrito por los jefes del archivo histórico y del archivo administrativo de Nuevo León.
El valedor de la propuesta fue el secretario del ayuntamiento del municipio, Erasmo Quiroga, un señor de traje y gordito, de hacerle caso a la única foto en Internet que lo muestra en una reunión para repartir los libros de Martita Sahagún para la educación familiar, junto a un charro del SNTE, que declaró: “El principal pecado de Vidaurri fue haber amado primero a Nuevo León, por encima de México.”
Y curiosamente, el gobernador, Natividad González, se hizo ecuánime eco: “El tribunal de la historia cambia con el tiempo, se ven las cosas desde distintas perspectivas,” porque la historia de la estatua de Vidaurri había salido de lo oscurito, y estaba llegando a los medios de comunicación de Nuevo León y Coahuila.
A lo largo de julio y agosto una intensa polémica se desarrolló llegando al congreso del estado y ventilándose en la prensa local cuando diputados del PT y el PRD pidieron que la estatua no se pusiera y que se recabara la opinión del INAH y el Conaculta. Y de nuevo el gobernador intervino, salomónico: “Que ellos decidan”. ¿Ellos quiénes? ¿Los nativos de Lampazos, incluidas sus retechulas mujeres o los herederos financieros e ideológicos de Santiago Vidaurri?
Me desconcierto y pregunto: ¿Y por qué un gobernador priista se compra un boleto como éste?
Mis informadores locales tienen dos respuestas precisas: es un gobernador del PRI con congreso mayoritariamente panista, al que le debe y hace frecuentes concesiones y además el dinero de los vidaurristas estuvo apoyando su campaña.
El INAH regional, después de una primera respuesta airada en la que decía que por qué no le hacían la estatua en Austria, se limitó a rechazar la petición del municipio para colocarla justo frente a un busto de Benito Juárez, en la plaza principal de la localidad, pero dejó abierta una salida, argumentando que no se oponen a que los habitantes de Lampazos le erijan un monumento a Vidaurri, sólo al emplazamiento que han escogido para ello.
El góber volvió a la carga: “Yo pienso que la revisión de ciertos personajes de la historia de México debe estar abierta a lo que las distintas corrientes del pensamiento señalen, y no hay que descalificar, ni satanizar, ni juzgar, ni perdonar, porque eso el tribunal de la historia lo habrá de determinar en su momento”. Y mientras el tribunal de la historia decide (¿quiénes lo formarán? Esperemos que no sea una comisión mixta de periodistas mochos y gobernadores preciosos), temporalmente la estatua se fue a un depósito.
IV
En los últimos años, decenas de enconadas batallas en torno a la historia de México se han dado a lo largo y ancho del país. Forman parte de la reacción conservadora contra la vieja historia de bronce priísta. Ni una, ni otra. Nos hemos enfrentado con regular éxito a la desaparición de los retratos de Benito Juárez en los despachos de los miembros del gabinete foxista, las reiteradas ofertas de hacer retornar los huesos de Porfirio Díaz para que sean enterrados en Oaxaca, el intento de devolverle al clero el Palacio del Arzobispado, la desaparición del nombre del general Zaragoza asociado al nombre de Puebla, el fallido intento de colocar el nombre de Mejía en el panteón de los hombres ilustres en Querétaro, la sistemática recuperación de Agustín de Iturbide, la desaparición en Veracruz de la estatua del malecón que honraba a los defensores del puerto contra la invasión norteamericana.
Y ahora nos intentan traer de regreso a Santiago Vidaurri, en una nueva versión que se está elaborando, entre otros, por Catón, autor de la nueva biblia del antijuarismo, en la que todo se explica porque el regiomontano se limitó a reaccionar acosado por Juárez.
¿Por qué reivindicar a Vidaurri? Estudiarlo, claro, hacer una biografía, revisar la riqueza de las fuentes, darle al personaje carne y hueso, revisarlo sin esquematismos, explicarlo. Desde luego. Pero ¿reivindicarlo? Si la historia es de todos, y no de los herederos, ni de los historiadores, ni del estado. ¿Por qué reivindicar a un personaje que estuvo a punto de fragmentar el país, que sirvió a una fuerza invasora con las armas, que casi acaba con el gobierno republicano en Monterrey, con las consecuencias que hubiera esto producido, al consolidar el imperio? ¿Qué extrañas y oscuras razones pueden llevar a alguien a ofrecerle culto a un personaje así?
Debe ser porque me anima una especie de santa locura, porque seguro que ningún intelectual francés estaría dispuesto a movilizarse para impedir que un McDonalds se colocara en la casa natal de la doncella de Orléans, si tal cosa existiera; y desde luego ninguno de mis amigos escritores italianos iría en peregrinación laica a llevarle flores a la tumba de Malatesta. Mi locura tiene que ver con esta extraña condición de mexicano. Y por eso propongo una solución mediadora. Hágasele una estatua. No se la ponga en Lampazos, sino en el mero meritito centro de Monterrey. Que Vidaurri en el bronce aparezca de espaldas, vendado y de rodillas, con recado abajo que diga: “Así se fusila a los traidores”, para que la estatua sirva de recordatorio, que falta hace.

Jornada: Fuga de capitales


Cifra mayor a la inversión extranjera captada en el mismo periodo: Banco de México
Sacaron mexicanos del país en nueve meses 11 mil 800.34 mdd
Esa transferencia de recursos hacia el exterior es la mayor ocurrida en los recientes 10 años
Las remesas de julio a septiembre fueron por 6 mil 339 millones de dólares, reporta el instituto
Roberto González Amador
Entre enero y septiembre de este año, empresas y ciudadanos mexicanos transfirieron a sus cuentas en bancos del exterior recursos por un monto equivalente a 11 mil 800.34 millones de dólares, reveló este viernes el Banco de México. La cantidad fue superior, para efectos comparativos, al ingreso de divisas por concepto de nueva inversión extranjera durante el mismo periodo, indicó el banco central, que también dio cuenta de una nueva disminución en el dinamismo de las remesas familiares que llegan desde Estados Unidos.
La salida de divisas desde México hacia cuentas de particulares, personas y empresas, en el exterior durante los tres primeros trimestres de 2007 es la de mayor cuantía en los últimos 10 años, de acuerdo con la información del banco central.
Sólo en el tercer trimestre de 2007, los “activos” financieros de mexicanos en bancos fuera de México aumentaron en seis mil 464.8 millones de dólares una cifra que contrasta con la reportada en el mismo periodo de 2006, cuando lo ocurrido fue exactamente lo contrario: ciudadanos y empresas mexicanas trajeron al país desde sus cuentas bancarias en el exterior tres mil 561.9 millones de dólares, reportó el banco central.
Así, en los tres primeros trimestres de 2007 las salidas de divisas hacia cuentas bancarias fuera de México, un renglón en que también se incluyen las operaciones que realiza el gobierno federal, sumaron 11 mil 880.33 millones de dólares, cantidad que superó en 62 por ciento a la registrada entre enero y septiembre de 2006, cuando la transferencia alcanzó 7 mil 263.6 millones de dólares.
En los tres primeros trimestres del año, por contraste, el ingreso de divisas al país por el rubro de “nuevas inversiones extranjeras” fue de 7 mil 307.06 millones de dólares, cantidad inferior a lo que los residentes mexicanos enviaron durante el mismo lapso a cuentas bancarias en el exterior.
La información del banco central sólo ofrece los datos del flujo de divisas y no abunda en explicar la causa de esa transferencia de recursos desde México hacia cuentas bancarias en el exterior. De manera no oficial, una fuente de la institución comentó que el movimiento refleja el dinamismo del comercio exterior del país y también el mayor valor de las operaciones de firmas mexicanas en otras naciones.
Los datos reportados por el banco central muestran que en lo que va de 2007 se ha incrementado la transferencia de recursos hacia cuentas bancarias del exterior, en comparación con años previos. Los 11 mil 800.33 millones de dólares que salieron entre enero y septiembre pasados superaron en 62 por ciento a los del mismo periodo de 2006 y en 71 por ciento a los 6 mil 880.9 millones de dólares que fueron transferidos a bancos del extranjero en los mismos meses de 2005.
Para efectos comparativos, el envío de divisas por parte de residentes en México fue de 7 mil 888.9 millones de dólares en todo 2006; de 4 mil 402.5 millones de dólares en 2005 y de 5 mil 579.3 millones de dólares en 2004.
Contrario a esa tendencia, en 2003 los residentes en México trajeron de sus cuentas bancarias en el exterior 7 mil 457.1 millones de dólares; algo similar ocurrió en 2002, cuando repatriaron 10 mil 773.3 millones de dólares.
Nuevamente en 2001 se registra una salida de recursos desde México hacia cuentas bancarias en el extranjero, en ese año por mil 511.7 millones de dólares. En 2000 ocurrió un regreso de fondos desde cuentas bancarias foráneas, por 3 mil 549.7 millones de dólares. En 1999 salieron hacia instituciones bancarias foráneas 3 mil 37 millones de dólares y en los dos años previos, 1998 y 1997 se reportan en los datos del banco central repatriaciones de recursos desde cuentas bancarias extranjeras, por 155 millones y 4 mil 859.6 millones de dólares.
Remesas: a paso lento
El Banco de México, al informar sobre la evolución de la balanza de pagos –una cuenta que registra el ingreso y salida de divisas por operaciones de comercio exterior, turismo, movimiento de viajeros, operaciones de deuda y transferencias– reportó un menor dinamismo en el movimiento de remesas, en línea con lo que ha venido ocurriendo desde finales de 2006.
En el tercer trimestre de 2007, las remesas familiares sumaron 6 mil 339 millones de dólares. Esta cantidad representó un incremento anual de 2.7 por ciento, luego de que en la primera mitad del año habían aumentado en 0.7 por ciento.
En una medición más amplia, el flujo de remesas ha ido más lento que en ejercicios previos.
Entre enero y septiembre ingresaron al país remesas por 18 mil 198 millones de dólares, lo que significó una alza de 1.4 por ciento en relación con la cifra reportada en el mismo periodo de 2006. Sin embargo, en septiembre del año pasado, la tasa de crecimiento anual de las remesas fue de 10.6 por ciento, añadió el banco central

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