martes, 27 de noviembre de 2007
Milenio: AMLO
Tomo el párrafo de La diferencia, el recién publicado libro de Rubén Aguilar y Jorge Castañeda. Quien habla es Vicente Fox: “López Obrador sabe que violó la ley, número uno…, pero el pueblo le da la razón. Número dos, López Obrador sabe que Bejarano se clavó ese dinero. Su respuesta es ‘Puta, ¿ahora qué hacemos? Nada de que cumplimos, ¡qué complot me están armando!’”Forma parte, desde luego, del capítulo sobre el desafuero, donde los autores aportan dos elementos no documentados hasta hoy: 1) el ex presidente Carlos Salinas sí trabajó para degradar a Andrés Manuel López Obrador; 2) el presidente Fox sí armó una estrategia con el mismo fin.De Salinas seguramente se ocupará su legión de críticos. Tomo la otra parte. Aguilar y Castañeda explican que, en un principio, el desafuero no fue una estrategia, “sino la consecuencia mecánica jurídica infernal ajena a Fox y López Obrador”.Pero conforme pasaron los días, Fox repitió varias veces al Procurador, al secretario de Gobernación y a los asesores legales que había una diseño estratégico que seguir: 1) procede el desafuero; 2) López Obrador es puesto a disposición de un juez, es procesado y declarado culpable; 3) paga o se le paga la fianza; 4) por ningún motivo va a la cárcel; 5) queda habilitado para participar en la elección; 6) es patente para la sociedad que violó la ley.Lo patente es que López Obrador estaba en lo cierto al hablar de una acción concertada en su contra. ¿Quién va a creer ahora que el punto cinco no tuvo el prefijo “in”, que convertía la palabra “habilitado” en “inhabilitado”?Y nos lo vienen a contar el ex canciller Castañeda y el ex vocero Aguilar, el hombre que por esos días patentizó el despectivo “señor López”.
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