viernes, 7 de marzo de 2008

MilenioPortada


Milenio: Mouriño

Ciro Gómez Leyva
Mouriño-Díaz Ordaz, Mouriño-Echeverría
Al cumplirse una semana de la desafortunada aparición de Juan Camilo Mouriño para defenderse de la acusación de que hacía negocios siendo ya funcionario público, el secretario de Gobernación regresó a los medios para decir que lo que hizo fue legal.Sus asesores habían intentado atenuar la pena con el argumento de que no había irregularidad administrativa que sancionar, por lo que el dolor de cabeza se disiparía con unos días de reposo. Pero el daño político era grande y crecía. Anoche, en el noticiero de Joaquín López-Dóriga, Mouriño trató de frenarlo. Para ello echó mano, no de buenos argumentos, sino del discurso de guerra.En vez de aclarar las cosas o asumir alguna responsabilidad, culpó de todo a “quienes sólo quieren golpear”. Y de golpe, devolvió al gobierno de Felipe Calderón al 2006.¿Actuó por cuenta propia o con el consentimiento del Presidente de la República? Grave, lo primero. Mucho más, si fue lo segundo.Hace apenas 45 días, el presidente Calderón llevó a Mouriño a Bucareli para tener un secretario de Gobernación con mayúsuculas, pues Francisco Ramírez Acuña no había podido serlo. Calderón mandó el mensaje de que con Mouriño habría alguien al que más valdría tomarle las llamadas, como se le tomaban a Jesús Reyes Heroles o Manuel Bartlett.Pero quería un secretario de diálogo, acuerdos, paz. No imaginaba, claro, un golpe tan rápido y certero de López Obrador y el PRD. Calderón pareció quedar entonces ante tres posibilidades. Una, deshacerse de Mouriño. Dos, dejar que se convirtiera en Francisco Ramírez Acuña Segundo. Y tres, ir a la guerra, transmutarlo en un Gustavo Díaz Ordaz, en un Luis Echevarría, para que los adversarios sepan que a este gobierno no le tiembla la mano.Malos presagios.

Cartón: Helioflores


Cartón: Carreño


Universal: Muriño


UniversalPortada


Cartón: Rocha


Jornada: Mouriño



■ Me atacan los que quieren que a México le vaya mal; no renunciaré
Sí firmé contratos con Pemex: Mouriño
El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, admitió anoche que los contratos de servicio firmados entre Pemex y la empresa Ivancar –propiedad de su familia en la que fungía de apoderado– son “auténticos”. Calificó su conducta de “legal y ética” y, con base en ello, aseveró que no renunciará a su cargo.
Al manifestar la legalidad de su firma y de los contratos (cuando era coordinador de asesores de Felipe Calderón, entonces secretario de Energía) señaló que, desde ese puesto, “no tenía nada que ver con el tema de hidrocarburos”.
Sostuvo que el presidente Calderón desconocía la existencia, a detalle, de su participación en las transacciones con la paraestatal, hechos que documentó el pasado 24 de febrero Andrés Manuel López Obrador.
Después de dos semanas de ser objeto de críticas a partir de las acusaciones y pruebas entregadas a diputados del PRD por el tabasqueño, Mouriño eligió El Noticiero de Televisa para exponer sus argumentos y congratularse de poder dirigirse a los ciudadanos por este medio: “Estoy aquí para dar la cara, para que todo mexicano, para que el ama de casa que nos está viendo tenga la tranquilidad y la seguridad de que yo actué conforme a la ley y que no hice nada indebido. No tengo nada qué ocultar, no tengo nada de qué avergonzarme. Jamás he beneficiado a nadie desde mis cargos públicos”.
Dijo que desde el primer día que llegó a Gobernación ha sido atacado. Primero se metieron con mi nacionalidad, con mi madre, al decir que “ella mintió y falsificó su acta de nacimiento”; después se fueron hasta la tumba de mi abuelo. “Han dicho mentira tras mentira y ésta es una más”.
Calificó de “escándalo mediático” la exigencia de que deje su cargo y aseveró que es una estrategia para atacar al gobierno, “de aquellos que quieren que a México le vaya mal” y distraer a la opinión pública con estos “ataques” ante la falta de argumentos para presentar en instancias competentes.
Afirmó que “apuestan por el fracaso de nuestro país y hacen todo lo posible porque a México le vaya mal, pero nosotros estamos convencidos de lo que estamos haciendo y eso, evidentemente, no gusta a los que no quieren que México sea exitoso”. No quieren que se discutan los grandes temas.
Mouriño insistió en que no dejará el cargo y dijo que el presidente Calderón sabe de dónde vienen los ataques y que no son clandestinos, por lo cual ha decidido seguir adelante.

Jornada: Mouriño



■ También habló con Santiago Creel, Héctor Larios y Germán Martínez
El titular de Gobernación se reunió una hora con Beltrones en Bucareli
Fabiola Martínez
El titular de la Secretaría de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, se reunió ayer con el dirigente y los coordinadores parlamentarios del Partido Acción Nacional (PAN) para estudiar su defensa jurídica ante una eventual demanda penal por el presunto tráfico de influencias.
Por otra parte, el funcionario federal recibió por la tarde al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, el priísta Manlio Fabio Beltrones, quien al término del encuentro privado, de poco más de una hora de duración, declaró que el presidente de la Comisión de Energía, el también priísta Francisco Labastida Ochoa, “ha estado dialogando” con la secretaria del ramo, Georgina Kessel, para abordar los cambios en Petróleos Mexicanos (Pemex).
El senador Beltrones señaló que la denuncia de tráfico de influencias del secretario Mouriño no será moneda de cambio para continuar con la reforma energética.
“La actitud reformista del Congreso no va a variar por un evento de esta naturaleza (…) Necesitamos ordenar el debate para evitar linchamientos anticipados o exoneraciones que no caben”, dijo.
La agenda del responsable de la política interna arrancó ayer muy temprano con un encuentro en el que participaron Germán Martínez, dirigente nacional del blanquiazul, así como los coordinadores panistas en ambas cámaras, Héctor Larios, en San Lázaro, y Santiago Creel, en Xicoténcatl.
Oficialmente el encuentro sirvió para abordar “diversos temas de la agenda legislativa” del actual periodo ordinario de sesiones, en especial la reforma judicial y otros rubros relacionados con la pretendida enmienda constitucional a los sectores laboral y energético.
No obstante, fuentes consultadas precisaron que Mouriño Terrazo y sus compañeros de partido (Santiago Creel y Germán Martínez son abogados) consideraron que el mejor escenario para el gobierno federal sería que el Frente Amplio Progresista, integrado por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, optara por la vía penal, porque entonces –afirmaron– el secretario de Gobernación y sus asesores tendrían todos los elementos a su favor para defenderse, especialmente para justificar el porqué Pemex no tuvo otra opción, en el sureste, más que firmar contratos con la empresa (Ivancar) propiedad de la familia del funcionario.
Por lo pronto, agregaron las fuentes, persiste el consenso en el PAN de defender a Mouriño, y que la autoridad que tome el caso sea la única que emita el veredicto.
Por la tarde, tras el desencuentro con los dirigentes campesinos y sindicales que acudieron a Bucareli, el titular de Gobernación recibió al senador Beltrones, a quien –de acuerdo con fuentes de la dependencia– agradeció insistentemente su visita.
Antes, se había difundido la versión de que Mouriño emitiría una nueva explicación sobre las acusaciones de tráfico de influencias –cuyos documentos con las firmas de contratos con Pemex fueron difundidos recientemente por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador–, pero el funcionario no tocó el tema frente al legislador visitante y tampoco le pidió nada al respecto; en cambio, optó por conversar acerca de la reciente reunión de gobernadores, así como en la definición de un nuevo formato para el Informe presidencial.
Beltrones Rivera insistió en que a los documentos del caso Mouriño, actualmente en poder de los coordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados, habrá que darles el cauce que permita florecer la verdad, es decir, es un asunto que debe resolver el Congreso de manera libre y autónoma.

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