La evaluación plantea revisar nuevamente el régimen de jubilaciones y pensiones
Colapso del IMSS en 2008 de seguir su crisis financiera: estudio
Las reservas económicas que acumula el instituto representan uno de los principales escollos
ANGELES CRUZ MARTINEZ
El documento que se supone fue entregado al Presidente de la República y al Congreso de la Unión el pasado fin de semana, propone varias alternativas para revertir el déficit. Son un conjunto de políticas internas y externas con modificaciones a la Ley del Seguro Social que permitirían mantener el equilibrio entre los ingresos y los egresos. Lo anterior, además de dejar de acumular reservas económicas -establecidas en la ley para financiar en un futuro las prestaciones de los seguros que administra el IMSS- permitiría al instituto disponer de 100 mil millones de pesos durante los próximos cinco años.
Con ese dinero, señala el informe, el primero del instituto durante del gobierno calderonista, se revertiría el déficit histórico de infraestructura médica, calculado en 60 mil millones de pesos, además de que el Seguro Social podría hacer frente al aumento en la demanda de servicios, cuyo costo se estima en 5 mil 100 millones de pesos por cada 500 mil nuevos derechohabientes.
Las medidas que se plantean como necesarias para alcanzar esta meta involucran la cancelación del Seguro de Salud para la Familia, al que están adscritos trabajadoras domésticas y empleados por su cuenta, entre otros; cambiar el balance de las primas entre los seguros que administra el IMSS, y obtener aportaciones extraordinarias del gobierno federal.
Además del cambio legal, el aumento en la cuota de la Federación se utilizaría para cubrir la mitad del costo de las enfermedades caras, capitalizar los gastos médicos de pensionados y modificar la cuota del Seguro de Enfermedades y Maternidad (SEM) para fijarlo en 11.6 por ciento del salario base de cotización de los trabajadores.
La aplicación de estas últimas tres medidas permitiría al instituto obtener ingresos adicionales en una proporción tal que se alcanzaría la suficiencia financiera en el periodo 2008-2050, inclusive después de la constitución de reservas, asegura el informe.
De acuerdo con los cálculos realizados a petición del IMSS por el Departamento del Actuario del gobierno del Reino Unido, en ese lapso se tendrían aportaciones promedio anuales por 77 mil 772 millones de pesos, con lo que el déficit pasaría de 35.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) del escenario actual, y con una constitución media de reservas de los pasados cinco años, a un superávit acumulado de 6.6 por ciento del PIB.
Como cada año desde que en 2001 se estableció la obligación del IMSS de informar sobre su situación financiera, en el documento más reciente también se presenta un panorama de la seguridad social y los desafíos que enfrenta el instituto. Se refiere a los servicios médicos y la infraestructura con que cuenta, aunque destaca que por las restricciones presupuestarias impuestas de manera fundamental por la obligación establecida desde 1997, de constituir reservas económicas, no ha sido posible revertir la tendencia decreciente en los índices de consultorios y de camas por cada mil derechohabientes usuarios.
En el primero, existe 0.41 consultorios por cada mil derechohabientes, casi una tercera parte de lo que había 26 años atrás; en tanto que el índice de camas censables se ubica en 0.83 por cada mil derechohabientes, que equivale a menos de la mitad de lo que había en 1980.
Otro aspecto destacado del informe que hasta ayer estuvo disponible en la página electrónica del IMSS, es el relativo al régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del instituto, cuyo pasivo asciende a 833 mil 149 millones de pesos. Subraya que la reforma a la ley de 2004 y el convenio logrado con el sindicato en octubre de 2005 son insuficientes para abatir la carga financiera por este rubro y que sus alcances son en extremo limitados para la contratación de nuevo personal.
Por ello, plantea "revisar el marco normativo, los procesos internos y la estructura orgánica, y lograr acuerdos" con el sindicato para "ligar las condiciones laborales con la eficacia y la productividad". De esa manera se otorgarían servicios médicos por medio de jornadas extendidas en fines de semana, mediante el uso de tiempos extra, o bien, mediante la contratación de servicios médicos con terceros (privados).
En el capítulo sobre Suficiencia financiera, el informe explica las posibles alternativas para salvar al IMSS de la crisis que enfrenta, aunque lo condiciona al cumplimiento de variables como el crecimiento del empleo y los salarios, entre otros.
El estudio ubica la constitución de reservas como uno de los principales factores que limita la mejoría en la calidad de los servicios de salud. De hecho, señala que de continuar con esta acumulación, el IMSS tendría una suficiencia financiera de cero años y a partir del próximo estaría imposibilitado para continuar con la prestación de la atención médica.
Enseguida, divide a las posibles opciones entre políticas internas y externas. Entre las primeras destaca el incremento en la recaudación de las cuotas obrero patronales, reducir 4 por ciento el costo de los medicamentos, así como los días subsidiados por trabajador del IMSS. Resulta, según el informe, que los índices de siniestralidad en los pasados cinco años por enfermedad general y riesgo de trabajo han sido en promedio 3.5 y 1.5 veces mayores, respectivamente, para los trabajadores del IMSS en relación con el resto de los empleados del sector privado del país. Para ello se tendría que modificar el contrato colectivo de trabajo del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.
Las políticas externas sin costo fiscal implican la cancelación del Seguro de Salud para la Familia a partir de 2009. El IMSS plantea que quienes se encuentren bajo este esquema pueden recurrir al Seguro Popular; "rebalancear las primas entre seguros", dado que los de Riesgos de trabajo e invalidez y vida son superavitarios, mientras que el SEM reporta un déficit histórico.
Entre las políticas externas con costo fiscal está la aportación extraordinaria del gobierno federal para cubrir la mitad del costo de los padecimientos que tienen un alto impacto en las finanzas institucionales; una cuota fija por cada pensionado igual a la que aporta en el SEM por cada asegurado, y establecer las contribuciones al SEM en 11.6 por ciento del salario base de cotización. Actualmente, para las prestaciones en especie, esta aportación se calcula sobre el 13.9 por ciento del salario mínimo general vigente en el Distrito Federal para quienes ganan menos de tres veces ese monto, y se prevén aportaciones adicionales para quienes tienen ingresos superiores.
El informe asegura que con la aplicación del conjunto de acciones internas y externas se dispondría en el primer año de 20 mil millones de pesos para construir 430 consultorios de medicina familiar, con lo que se alcanzaría el índice de calidad; aumentar en 2 mil 462 el número de camas censables, equivalentes a la tercera parte de lo que se requiere; incrementar en 2 mil las plazas de médicos familiares y en 4 mil las de enfermeras generales.
También se podría aumentar en 2 mil 656 millones de pesos el gasto en conservación y servicios generales, igual a 15 por ciento del gasto anual para estos rubros del año pasado; así como subir en 2 mil 949 millones de pesos el gasto en medicamentos y material de curación, equivalente a 15 por ciento del gasto anual reportado el año pasado.
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