lunes, 27 de abril de 2009

Jornada: Epidemia

David Brooks
Corresponsal

Nueva York, 26 de abril. El gobierno de Barack Obama y las máximas autoridades federales de salud de este país declararon hoy una emergencia de salud pública como acción preventiva por la dispersión del virus de influenza porcina al confirmarse más casos en Estados Unidos, y anunció una serie de medidas que están tomando para responder al fenómeno.

La Casa Blanca afirmó que se espera la detección de más casos; hasta este domingo se han confirmado 20 en cinco estados y, por lo tanto, el gobierno se moviliza para responder a la crisis, incluso emitió la declaración de una emergencia de salud pública, que permite liberar recursos para apoyar la capacidad de las instancias de salud locales y estatales y colocar dosis de drogas antivirales en zonas afectadas.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) anunciaron hoy un total de 20 casos detectados en Estados Unidos, más otro probable, incluida la confirmación de ocho casos en Nueva York reportados ayer, todos contagiados de la influenza porcina que se ha detectado en ambos lados de la frontera. En California van siete casos, dos en Kansas, dos en Texas, nueve en Nueva York, más uno nuevo en Ohio.

Se trabaja para enfrentar el brote

Por primera vez y en lo que pareció ser tanto una respuesta política como científica a la creciente alarma sobre la influenza, altos funcionarios del gobierno de Obama –incluida la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano– ofrecieron una sesión informativa sobre el asunto en la Casa Blanca. El mensaje principal ahí fue que el presidente y su equipo están haciendo todo lo necesario a los niveles más altos para enfrentar el brote e informar al público sobre la evolución de este fenómeno. Sin embargo, hasta la fecha, los afectados aquí han tenido síntomas muy leves que no provocarían tal preocupación entre el público si no fuera por las noticias dramáticas en el país vecino.

El asesor de Asuntos de Seguridad Interna del presidente, John Brennan, informó que mantiene informado de manera constante al presidente Obama de la situación aquí y en México, que se estableció un grupo interministerial de trabajo en el Consejo de Seguridad Nacional para coordinar esfuerzos frente a este asunto, y que el Departamento de Seguridad Interna encabezará el esfuerzo para enfrentar esta situación, con el apoyo del Departamento de Salud y Servicios Humanos. A la vez, informó que Obama ha comprometido su apoyo pleno al pueblo y gobierno mexicanos.

Brennan dijo que el objetivo principal ahora es mitigar un brote más amplio en Estados Unidos y mantener informado de manera precisa y plena al público estadunidense. Por lo tanto, se informó que la Casa Blanca ofrecerá una sesión informativa diaria sobre la evolución de esta crisis.

El doctor Richard Besser, director en funciones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), afirmó en la sesión informativa en la Casa Blanca que se anticipa que crecerá el número de enfermos aquí. Reiteró que por fortuna todos los casos aquí han sido leves, con sólo uno que requirió hospitalización. Respecto de por qué los casos aquí no han sido tan severos y hasta fatales como en México, respondió que es una pregunta sin respuesta hasta ahora, y que se investiga, pero advirtió que por lo que está ocurriendo en México, esperamos casos más severos en Estados Unidos

Napolitano, la secretaria de Seguridad Interna, anunció que el gobierno declaró una emergencia de salud pública en este país. Pero indicó que eso suena peor de lo que es, y que en verdad se le debería llamar una declaración de preparación para emergencia. Dijo que es un mecanismo que permite el traslado de recursos y fondos del gobierno federal en preparación para una posible emergencia real. Estamos preparándonos sin saber finalmente cuál será el tamaño o la seriedad de este brote.

A la vez, dijo que las agencias de la Patrulla Fronteriza y Aduanas, así como las autoridades de seguridad de transporte iniciaron un mayor monitoreo en todos los puntos de entrada al país han implementado medidas de vigilancia pasiva para todo viajero que ingresa al país desde áreas afectadas como México. Explicó que, por el momento, eso sólo implica que los agentes pregunten sobre si están enfermos (si es así, serán aislados y examinados) pero que no hay cierre al acceso, ni cuarentenas, no estamos ni cerca de eso, afirmó. También dijo que no se han emitido alertas sobre viajes a México, pero advirtió que la situación es fluida y que todo puede cambiar.

Besser, del CDC, dijo que es una pregunta crítica entender por qué los casos mexicanos han sido más graves que los detectados de este lado de la frontera, e informó que su agencia aporta apoyo técnico a sus contrapartes mexicanas, incluyendo mejorar la capacidad de los laboratorios mexicanos para diagnosticar la enfermedad. Dijo que los CDC evalúan la situación en México para determinar si en algún momento se debe de elevar el nivel de alerta aquí.

Brenner y Besser descartaron que el nuevo virus sea bioterrorismo, aunque afirmaron que se evalúan todas las posibilidades. Besser respondió a la pregunta subrayando que esta cepa no es diferente de otras de aparición reciente, todas las cuales son nuevas combinaciones. Nada de lo que hemos visto en nuestro trabajo ofrece evidencia de que esto sea diferente de algo generado de manera natural.

Al ampliarse la crisis a nivel internacional, circula la interrogante aquí de por qué el gobierno de Felipe Calderón demoró días, tal vez semanas, en identificar e informar sobre el brote de influenza, y de hecho sólo anunciar la crisis al público después de que autoridades de salubridad en Estados Unidos anunciaron que habían detectado varios casos de influenza porcina en California y Texas.

Según las CDC, México no envió las primeras 14 muestras a sus laboratorios en Atlanta hasta el 18 de abril, cinco días después de registrarse el primer fallecimiento por la enfermedad; un hombre en Oaxaca. Las autoridades de salubridad en México observaron que los casos de influenza se triplicaron a finales de marzo y principios de abril, pero se pensaba que sólo era una fase tardía de gripe estacional. Aun después de que laboratorios en Estados Unidos detectaron la influenza porcina en California y Texas antes del fin de semana pasado, las autoridades mexicanas aun consideraban hasta el miércoles pasado los casos en México como influenza estacional, reportó la agencia Ap. Fue en la tarde del jueves pasado que oficiales en México recibieron una llamada desde Estados Unidos y Canadá anunciando que era un virus nuevo.

Aunque algunos han preguntado sobre la demora y trabas en la coordinación entre México y Estados Unidos, Besser subrayó que la comunicación y cooperación de las autoridades de salud mexicanas ha sido magnífica.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en conferencia de prensa dominical, afirmó que todo indica que no hay un brote dispersado en esta ciudad, y que los ocho casos confirmados entre estudiantes de una preparatoria católica privada en Queens sólo muestran síntomas leves. A la vez, confirmó que algunos de los estudiantes viajaron a México para las vacaciones de primavera y que es muy probable que se trajo desde México, pero nadie sabe.

Aunque las autoridades de salubridad de Nueva York han decidido suspender clases en esa preparatoria por ahora, todas las demás escuelas de la ciudad permanecerán abiertas de manera normal el lunes. A la vez, otras infecciones reportadas aquí, incluso entre niños en una guardería, resultaron negativas para este tipo de influenza.

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