viernes, 29 de febrero de 2008

El Sendero del Peje


El día de hoy Joaquín López Dóriga le dedica
su columna de Milenio a este blog. En su columna Joaquín hace una serie de acusaciones y señalamientos que considero necesario responder. Dice López Dóriga:
En PrivadoPor Joaquín López DórigaEl sendero del Peje
Y quieren convertir lo obvio en necesario. Florestán.Desde antes de que Andrés Manuel López Obrador iniciara oficialmente su campaña presidencial, en 2005, un grupo de sus duros, encabezado por Víctor Hernández, hizo una aportación a la ciberpolítica al crear El sendero del Peje, espacio de culto y propaganda, instrumento de golpeteo, descalificación, calumnia y difamación, herramienta para intimidar e insultar.En el sendero cabía todo lo que fuera apoyo a su candidato, y desde ahí salieron los peores ataques a quienes consideraban no sus contrincantes, sino sus enemigos, tachados con los peores adjetivos, el más reiterado el de traidor y vendido.El blog tuvo un éxito nunca visto y se convirtió en un referente. Ningún otro candidato tenía ese espacio cibernético, no con esa eficacia e influencia.El tono, de por sí intolerable, aumentó sus decibeles hasta llegar a niveles insospechados conforme se acercaba la fecha de la elección presidencial, el 2 de julio de 2006, y rebasó todos los límites racionales con el conflicto poselectoral, donde se exacerbó aún más el ya exacerbado clima político y social.Era El sendero del Peje y, por lo tanto, era intocable, lo que allí se decía no tenía nada que ver con la verdad ni con la realidad, sólo con los impulsos de su inspirador y guía. Uno y otro, El Peje y su sendero, llegaron a ser indestructibles. El tono del blog se fue endureciendo en la medida en que su guía se endurecía, y luego viniendo a menos en la medida que su guía se debilitaba.Así, El sendero del Peje comenzó a comerse a su inspiración y ser más duro que él, al punto de rebasarlo y lanzarse contra un sector del perredismo que ha pintado una raya con el ex candidato presidencial.El domingo, luego del mitin en la torre de Pemex, cuando AMLO calló a los que no dejaban hablar al diputado Javier González Garza, y deslindarse de la violencia contra el senador Carlos Navarrete, el blog del Peje se rebeló y se fue en su contra por “descalificar los reclamos del pueblo”.“No somos borregos, Andrés Manuel. Nos hemos roto la madre para apoyar a este movimiento, y no vamos admitir que se nos condene por exigirle a los primeros que deberían estar con este movimiento, los diputados y senadores del PRD, por sus actitudes blandengues y lacayunas”.En el sendero fueron señalados varios legisladores perredistas que corrieron a la PGR a levantar una denuncia, ahora sí, por amenazas, calumnia y difamación, y exigir el bloqueo del sitio.Para eso me gustaban, para delicados y cobardes. Por meses, desde ese blog, se denostó y calumnió, amenazó a cientos de ciudadanos lo que ellos, con su silencio, avalaron. Hoy que los tocan, piden que lo silencien.Por lo demás, el sendero es como el alacrán, atacar está en su naturaleza. Aunque sea a su inspiración.Nos vemos el martes, pero en privado.RESPONDO:Joaquín,Por principio de cuentas veo que te escandaliza el "tono" que se usa en este blog. No tengo problema en expresarme de manera higiénica, a pesar de que en la casa y con los amigos no sea ese el tono que usa la abrumadora mayoría de los mexicanos para expresarse. Si no es el caso contigo, me sorprenderé en demasía. Especialmente al referirte a figuras como Jesusa Rodríguez.Inicias tu columna acusando a este blog de haberse creado como espacio de culto, golpeteo, propaganda, calumnia y otros etcéteras, como una herramienta para "intimidar e insultar." Te equivocas, Joaquín. Y te equivocas por partida doble. Primero porque la creación de este blog no tuvo mayor intención que reseñar notas de los medios referentes a Andrés Manuel López Obrador. No nos interesó nunca (ni nos interesa) el golpeteo, la difamación o la calumnia. Lo único que nos interesó fue tener la libertad para expresarnos como se nos pegara la gana. Porque tal vez ignores esto, pero lo que me orilló a crear este blog fueron los constantes intentos de censura utilizados por un panista contra los temas referentes a la izquierda mexicana en el foro de internet en el que yo escribía antes de crear este blog.Lo cual nos lleva al punto número dos de tu equivocación, Joaquín. Lo que tu calificas como calumnia y difamación nosotros consideramos que simple y sencillamente se trata del ejercicio irrestricto de la libertad de expresión. Nos resulta verdaderamente hipócrita que sea solamente permitido el usar el tono del cual te quejas mientras sea a escondidas, fuera del alcance de los ojos y los oídos del público, siendo que esa esa la manera en la que todos nos expresamos cuando de verdad queremos ejercer nuestra libertad como individuos. Si tu preferencia es el esconder la libertad detrás de una fachada de supuesta higiene verbal, la nuestra no lo es.Por otro lado, me sorprende que nos acuses de descalificación, difamación y calumnia, cuando programas de Televisa como El Privilegio de Mandar y Tercer Grado se dedicaron precisamente a eso justo cuando faltaban pocos días para las elecciones presidenciales de 2006. ¿O no fue una calumia y una difamación en El Privilegio de Mandar el comparar a Andrés Manuel López Obrador con Hugo Chávez y sugerir que se convertiría en un dictador? Si mal no recuerdo, Joaquín, ese era precisamente el guión de la guerra sucia pagada por el Consejo Coordinador Empresarial y por el PAN. Pero de eso jamás te quejaste. Y de la cantidad de calumnias, difamaciones y mentiras (y verdades omitidas, que es peor) que se han dicho en Tercer Grado, programa en el que tú participas, ni para que hablar porque no acabo nunca.Pero la diferencia entre lo que hacemos nosotros y lo que hace Televisa, Joaquín, es que mientras Televisa busca por todos los medios posibles, así sean estos los más deleznables, el impedir un cambio verdadero en este país para de esta manera conservar sus privilegios como empresa, nosotros lo que buscamos es precisamente lo contrario; que México cambie de una buena vez por todas y que lo haga para bien.Te pregunto, Joaquín; ¿Qué clase de país quieres? ¿Uno en el que los directivos de una televisora maniobran para callar voces críticas, como la de Carmen Aristegui, y en el que las televisoras compran las voluntades de los políticos para aprobar leyes infames como la llamada Ley Televisa? ¿Uno en el que tenga uno que esconderse de la vista del público para hablar en completa libertad? Yo no, Joaquín. Y la primer trinchera de la lucha por la verdadera libertad en México es precisamente la trinchera del tono; el tomar la decisión de hablar y opinar como a uno se le pegue su gana.Me resulta también muy curioso, Joaquín, que los auténticos golpeteos usados por directivos de Televisa contra Carmen Aristegui no hayan recibido descalificación alguna de tu parte. Publica la revista Proceso en su edición de esta semana
una grabación con expresiones de directivos de la televisora para la que trabajas que verdaderamente son alarmantes, dado el tono de desprecio hacia el trabajo profesional de Carmen. Pero, nuevamente, de esta grabación no ha habido descalificación alguna de tu parte.¿Qué es peor, Joaquín? ¿Una mentada de madre o llamar "traidor" al político que le da la espalda al pueblo al que le pide el voto, o pretender silenciar la voz de una periodista profesional y reconocida como Carmen Aristegui?Curiosamente dice uno de los directivos de la Televisora para la que trabajas según la grabación que difundió Proceso:
–Es que, la verdad, la jefa de Raúl es ella –revira Tejado Dondé. Ya lleva un mes de incendiaria; desde hace un mes, va a todos los foros, nos mienta madres, pide que nos quiten canales (…) es el noticiero de los más escuchados en la radio. ¡Somos nosotros! Pues esto… ya me doy, la verdad…"Incendiaria", "mienta madres". ¿Es eso lo que de verdad les molesta, Joaquín? ¿Que existan voces críticas que no se agachen ni se doblen ante el guión que dictan los poderosos?Continuando con tu columna, nos acusa de que lo que se decía en este blog durante el conflicto postelectoral no tenía nada que ver con "la verdad ni con la realidad." No obstante, no ofreces en tu columna un sólo ejemplo que respalde semejante acusación. Y eso SÍ se llama calumnia, Joaquín.Peor; nos acusas de faltar a la verdad cuando la Televisora para la cual trabajas mintió de manera descarada el primero de Diciembre de 2006 al asegurar que la toma de protesta de Felipe Calderón, con la cual USURPÓ la presidencia de la república, se llevó a cabo "en completa calma." Ahí están las grabaciones, Joaquín. No hay forma de desmentirlas.En todo caso, si lo que quieres es que se determine quien falta a la verdad, hagamos entonces esto; propongamos entre los dos a un equipo independiente que evalúe los contenidos de este blog y los contenidos de Milenio, de Radio Fórmula y de Televisa, y que sea este equipo independiente quien determine quien falta a la verdad y quien incurre en difamación, calumnia y golpeteo.Digo, si es que de verdad esa es tu preocupación.Más adelante en tu columna dices que nos fuimos contra Andrés Manuel López Obrador simplemente por que expresamos nuestro desacuerdo con la recriminación a los reclamos del pueblo. No sé si te tomaste la molestia de leer BIEN lo que escribí esa vez (da la impesión de que no), pero claramente dije que si bien no estamos de acuerdo con la violencia y con las agresiones físicas, tampoco estamos de acuerdo con que se le recrimine al pueblo por ejercer su derecho a reclamarle a los políticos. El que yo en lo personal haya estado en desacuerdo con AMLO en ese punto en particular NO implica, ni por error, que nos hayamos ido "en contra" de Andrés Manuel. Implica una diferencia de opinión respecto a un asunto muy específico, pero tú lo sacas de contexto y lo presentas como un acto de rebelión, cuando simpe y sencillamente volvemos a ejercer nuestro derecho a tener una opinión. ¿O suponías que en este blog seguimos la línea directa de la oficina del Gobierno Legítimo? ¿Pensabas que no somos ciudadanos independientes con opinión propia? Si fue el caso, te equivocaste, Joaquín. Nosotros somos ciudadanos libres y tenemos todo el derecho a no estar de acuardo con AMLO en asuntos específicos sin que esto implique menoscabo alguno en nuestro apoyo hacia el Presidente Legítimo de México.Raro, además, que seas tú quien se manifieste como lo haces por una simple diferencia de opinión, siendo que tanto tú como la televisora para la que trabajas, no han parado de atacar a AMLO incluso desde antes de las elecciones de 2006. Eso se llama HIPOCRESÍA, Joaquín.Hacia el final de tu columna mencionas la denuncia que puso ante la PGR el diputado perredista (y ex-panista, vale la pena recordar) de Nueva Izquierda Francisco Javier Santos Arreola acompañado por Antonio Ortega Martínez, señalado como hermano de Jesús Ortega Martínez y te quejas de que ahora se quejan de lo que antes avalaron con su silencio. Esto también me resulta curioso, puesto que realmente lo que estás haciendo, desde mi punto de vista, ya que esa es la interpretación que le doy a tus palabras, no es recriminarles a estos dos diputados federales por su acusación dolosa y sin fundamento alguno (porque lo es), sino el que se hayan tardado tanto en hacerla. Curioso, eso sí, que no cuestiones en lo más mínimo el que se nos acuse de hacer amenazas puesto que te dices lector del blog y jamás se ha amenazado en este blog a nadie. Más bien pareces avalar la calumnia que los diputados de Nueva Izquierda hicieron contra nosotros.Te salió muy bien el aplaudir sin mover las manos, Joaquín. Tengo que admitirlo. Lástima que al hacerlo dejaste muy clara cual es tu postura respecto a este incidente: la de censurar las voces que te resultan incómodas.Para finalizar, Joaquín, te reitero que aquí el problema de fondo no es el tono ni el lenguaje, sino el ejercicio irrestricto de la libertad de expresión. A ti no parece gustarte el prospecto de que exista un medio que no se ajuste a la línea que dictan los poderosos. Pero para mi ese es el punto principal del uso del lenguaje y del tono que usamos en este blog; romper con un cerco informativo e ideológico que tanto Televisa como la parte más deleznable de la clase política ven con malos ojos por considerarlo un peligro para sus intereses.Te equivocas, Joaquín, si supones que el ejercicio de la libertad de expresión es el ejercicio de la calumnia y la difamación. Como también te equivocas si supones que callarse la verdad y ajustarse a la línea de los poderosos para poder tener un yate y cuantiosos lujos es algo a lo que deberíamos aspirar todos los comunicadores.

Revista NUEVA, del 12 de Febrero de 2008ESO, Joaquín, es precisamente lo que ha impedido que en México se ejerza la verdadera libertad de expresión. Nosotros, Joaquín, preferimos la libertad.

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