Presenta Cárdenas propuestas para modernizar la paraestatal
Apertura de Pemex a la IP, sólo sin violar la ley
Rechazó que pueda darse una reforma para privatizar la empresa
Viable, contratar tecnología para exploración en aguas profundas
Enrique Méndez y Roberto Garduño
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas aseguró ayer que sólo puede considerarse una inversión privada en el sector energético en las áreas donde no se viole la ley, pero rechazó que pueda darse una reforma constitucional para privatizar Petróleos Mexicanos, porque no debe entregarse el sector “a intereses ajenos y contrarios al Estado mexicano”.
En ese sentido, definió que el Estado debe mantener el control de ductos, refinerías, exploración y explotación, pero consideró que sí es necesario buscar la contratación de tecnología para búsqueda de yacimientos en aguas profundas, sin asociación con particulares.
La tecnología “puede obtenerse sin compartir riesgos. Si cuesta cientos de millones o incluso miles de millones de dólares, si uno llega con el costal o la maleta, que tendría que ser grande para ofrecer, no van a decir que no si se está dispuesto a pagar”, delimitó.
Modernización y nueva política petrolera
Ayer, Cárdenas presentó ante unas 700 personas, entre ellos los coordinadores de PRI y PAN en la Cámara de Diputados, un paquete de propuestas para la modernización de Pemex y “una nueva política petrolera” en el país, que no pasa –resaltó– por la pérdida de soberanía.
“Hay una opinión amplia entre los mexicanos, que compartimos, que las actividades en la industria petrolera reservadas al Estado deben mantenerse como tales. Qué bueno que haya quienes estén dispuestos a defender esta posición”, resaltó. Sin embargo, cuestionó que hasta ahora el debate se limite “supuestamente entre privatizadores y defensores del petróleo”, y lamentó que ante la falta de propuestas se corre el riesgo de viciar a priori una discusión necesaria que “por polarizarse pierde objetividad”.
En entrevista posterior, afirmó que él y Andrés Manuel López Obrador coinciden “prácticamente en casi todo” en sus planteamientos sobre Petróleos Mexicanos, pero al preguntársele si asistiría a la protesta del domingo en la torre de Pemex, convocada por el “presidente legítimo”, respondió que “no”.
Al concluir su conferencia en el auditorio del edificio E de la Cámara, el secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, consideró que con los elementos aportados por Cárdenas, el sol azteca podría plantear a sus grupos parlamentarios una iniciativa de reforma.
“Cárdenas ha presentado propuestas alternativas dentro del marco constitucional para desarrollar Pemex y que, sin privatizarlo, sí se puede desarrollarlo siendo eficiente. Sin duda, Andrés Manuel (López Obrador) también presentará una iniciativa dentro del marco constitucional”, expresó.
Sin embargo, ambas posibilidades fueron rechazadas por el coordinador de los diputados del sol azteca, Javier González Garza, quien expresó que la propuesta de Cárdenas no puede ser considerada por el PRD para presentar una iniciativa. “De ninguna manera”, dijo.
“Hemos decidido en el grupo no presentar propuestas, porque no queremos que a partir de una iniciativa de nosotros se empiece a discutir en comisiones y venga un mayoriteo. Si viene una propuesta privatizadora, de asociaciones, no lo vamos a permitir. Vamos a frenar esa discusión”, dijo González Garza.
Invitado por Ruth Zavaleta, presidenta de la mesa directiva de la Cámara, Cárdenas presentó ayer durante casi hora y media su propio diagnóstico y alternativas para el repunte de la industria petrolera, y contó para ello con un auditorio en su mayoría de diputados de todos los grupos parlamentarios, e inclusive fue bien recibido por los coordinadores de PAN y PRI, Héctor Larios y Emilio Gamboa.
De inicio afirmó que el modelo vigente de explotación del petróleo, que tiene como finalidad casi única aportar recursos fiscales, está “prácticamente agotado”, pero también resaltó que desde la expropiación petrolera de 1938, “intereses entreguistas internos, alentados principalmente desde el exterior”, pretenden volver al pasado y “dejar el petróleo del país al servicio de intereses ajenos a los de la nación”.
Enseguida presentó las que considera deben ser las prioridades de una nueva política petrolera: conceder autonomía de gestión a Pemex; que la empresa tenga recursos para invertir y atender sus necesidades de expansión, y reducir gradualmente la exportación de crudo y transformarlo en refinerías mexicanas.
La autonomía de gestión, explicó, requiere que no se considere a Pemex dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación ni sujetarlo a las disposiciones de las leyes de Obra Pública y de Adquisiciones, y que asimismo el Estado asuma como deuda pública la contratada a través de los Programas de Inversión Diferidos en el Registro del Gasto (Pidiregas), que se le ha impuesto a la paraestatal y que implica una doble contabilidad.
Planteó que Petróleos Mexicanos debería definir, a través de un consejo técnico con alta calidad profesional, la plataforma de producción para establecer como prioridad de seguridad nacional satisfacer la demanda interna de combustibles y materias primas y limitar la exportación.
Respecto de la ampliación de recursos para la petrolera, dijo que el Congreso debe continuar con el proceso de liberación de fondos para que cuente con mayor capacidad de inversión y darle el trato fiscal de cualquier otra empresa productiva del país.
Refirió que en 2007 Pemex pagó 643 mil millones de pesos por impuestos, derechos y aprovechamientos, el equivalente a 54 por ciento de sus ingresos, al considerar el pago de derecho ordinario de 74 por ciento por la venta de crudo.
Consideró que si sólo pagara impuestos con una tasa de 30 por ciento, similar a la de las personas morales, “Petróleos Mexicanos habría podido disponer de unos 356 mil millones de pesos más, esto es, 40 mil millones de dólares para invertir en su expansión o sus necesidades. Esta tarea, me parece, es del Poder Legislativo: despetrolizar gradualmente los ingresos fiscales mediante una política de crecimiento de la economía”.
Los recursos, dijo, se requieren para dar mantenimiento a todas las instalaciones petroleras, la construcción de refinerías, extender la red de ductos.
También sugirió que el Congreso requiera al gobierno federal la información sobre los yacimientos ubicados en aguas profundas, y recomendó revisar si existen acuerdos para aprovechar los yacimientos en el Golfo de México, en la zona conocida como “el hoyo de dona”.
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