jueves, 24 de mayo de 2007

Jornada: Las manos limpias del PAN


Se agudiza pugna entre el líder panista y Calderón, al buscar culpables de la derrota

Dividen al PAN acusaciones de Espino sobre injerencia de Mouriño en Yucatán

ANDREA BECERRIL, ROBERTO GARDUÑO, GEORGINA SALDIERNA, LUIS A. BOFFIL

Los panistas se dividieron ayer frente a las declaraciones del dirigente nacional del blanquiazul, Manuel Espino, de que la Presidencia de la República envió operadores políticos a la elecciones de Yucatán. Mientras algunos salieron a manifestar su respaldo al presidente del partido, otros le pidieron actuar con responsabilidad y prudencia, y dejar de hacer declaraciones sin sentido.

El diputado Obdulio Avila exigió aEspino que actúe con la mente fría y no con el hígado, y lo emplazó a que demuestre públicamente la intervención del jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Juan Camilo Mouriño, en la debacle panista.

"No puede haber declaraciones que enrarezcan el ambiente nacional; no se pueden tomar posturas que son más de oposición que la oposición formal, porque esto en nada ayuda a Acción Nacional ni a la Presidencia de la República", externó.

Con dureza, calificó de pernicioso que Espino arremetiera contra el Presidente de la República, y "si hay algo que se tenga que dirimir, que se haga en los espacios adecuados, como son el Consejo Nacional, el Comité Ejecutivo Nacional y las asambleas nacionales", puntualizó.

El senador Federico Döring, por su lado, advirtió que lo dicho por el dirigente lleva la intención de descalificar a Mouriño y se enmarca en la pelea por la dirección del PAN.
Consideró que Acción Nacional y su presidente ya deben "dar vuelta al caso Yucatán y empezar a pensar en Baja California, ya que tendrían que estar más preocupados por el surgimiento de Hank que por Ivonne (Ortega)".

Por separado, el senador Alejandro Zapata Perogordo comentó que no está de acuerdo con la postura asumida en los pasados días por Espino, a quien exigió mayor responsabilidad y prudencia. Llamó a dirimir de manera interna los asuntos partidistas: "No tiene el presidente del PAN por qué estar entrando en un juego mediático epistolar".
Consideró que la afirmación de Espino de que desde Los Pinos se enviaron operadores a la elección de Yucatán está "totalmente distorsionada", y le consta que no es cierto.

A su vez, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, y Humberto Aguilar, evitaron calificar lo dicho por Espino y sólo señalaron que el tema debe analizarse al interior del instituto político. La respuesta, añadió el líder parlamentario, "no puede ser a botepronto".

De los militantes que respaldaron la posición del jefe nacional panista, destacó el coordinador de los diputados federales, Héctor Larios Córdova, quien exigió total independencia y autonomía entre el gobierno federal y el Comité Ejecutivo Nacional del blanquiazul. Al cerrar filas en torno al duranguense, se sumó a las críticas contra Mouriño y, de paso, deslindó a Felipe Calderón del conflicto.

Sin emitir el nombre del funcionario, Héctor Larios se refirió así a la intervención de Los Pinos en el proceso electoral yucateco:

"Hubo personas que influyeron en la toma de decisiones de la campaña, que no hicieron campaña; no hubo nada ilegitimo (sic), pero sí intervinieron en lo que no les compete, que es asunto del partido". Y defendió a Espino, quien lo respaldó abiertamente el año pasado para convertirse en el líder de la bancada panista. "Creo que ha habido una fuerte embestida en contra del presidente del partido. Desde luego que no pone en riesgo al partido ni lo divide, porque al final de cuentas habrá un arreglo".

Mientras, el diputado Juan José Rodríguez Prats consideró correctas las declaraciones del jefe nacional panista, luego de manifestar su preocupación por la pretensión gubernamental de avasallar al partido. El PAN, puntualizó, no puede convertirse en la secretaría de acción electoral del gobierno.

En Mérida, fuentes del blanquiazul dijeron que Mouriño sí intervino en las elecciones estatales y de ello tuvo conocimiento el candidato del PAN, Xavier Abreu Sierra, quien aceptó la sugerencia del funcionario federal para que aumentara la guerra sucia contra la priísta Ivonne Ortega.

Agregaron que el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República operó independiente de la dirigencia del blanquiazul y manifestaron que el lunes 7 de mayo, dos semanas antes de los comicios, Mouriño se reunió en la hacienda Temozón Sur, localizada en el municipio sureño de Abalá, con el candidato Abreu Sierra, el publicista español Antonio Sola y el coordinador general de la campaña del primero, Juan Carlos Rosel Flores.

Mouriño decidió que la junta fuera en dicha hacienda, propiedad del ex banquero Roberto Hernández Ramírez, porque le quedaba cerca de Campeche, donde días antes fue denunciado por los panistas de esa entidad por entrometerse en la designación de consejeros nacionales.

En la lujosa hacienda donde el costo por noche puede ascender a 600 dólares, el funcionario confirmó a Abreu Sierra lo que éste ya sabía: su pérdida de popularidad en la intención del voto y que la priísta Ortega le aventajaba ya por al menos un punto porcentual. O sea: los 20 puntos porcentuales que Abreu promedió hasta antes de Semana Santa se habían esfumado.

La estrategia, sin consultar a Espino Barrientos, fue que se incrementaran los anuncios agresivos contra la priísta en un esfuerzo por contrarrestar su creciente popularidad. "Xavier (Abreu) consintió seguir con la guerra sucia diseñada por Sola hasta el final, esperanzado de que el electorado yucateco y la población indecisa optara por el candidato del PAN", afirmaron las fuentes consultadas.

Al enterarse Manuel Espino de la reunión con Mouriño, el dirigente panista le reclamó a Xavier Abreu que tomara decisiones sin antes consultarlas con él, y que se corría el riesgo de que la guerra sucia se le revirtiera al PAN, lo que al final de cuentas sucedió, expresó un directivo blanquiazul entrevistado por La Jornada.

Acerca de que si el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República envió a operadores por su cuenta, los panistas consultados remataron: "No hubo necesidad; varios de los colaboradores de Abreu decidieron maniobrar por su cuenta y rendirle cuentas sólo a Mouriño. Luis Montoya Martínez, dirigente estatal del albiazul y el gobernador Patricio Patrón Laviada también se embarcaron con el funcionario federal", aseguraron las fuentes.

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