Tres horas antes de que venciera el plazo, Hacienda avaló refinanciar la deuda del DF
La ciudad tenía razón: Finanzas
Suscriben bases de coordinación sobre transparencia, uso de recursos y mecanismos de operación
JUAN ANTONIO ZUÑIGA, LAURA GOMEZ, GABRIELA ROMERO, ROCIO GONZALEZ
Un conflicto que se prolongó por espacio de 52 días para decidir si se otorgaba o no el aval del gobierno federal al de la ciudad de México para refinanciar con la banca privada 38 mil millones de pesos de su deuda se resolvió en siete líneas, tres horas antes de que venciera el plazo. Y con el epílogo por parte del Gobierno del Distrito Federal que reza: "La ciudad tenía razón".
A las nueve de la noche de ayer el Ejecutivo federal informó, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público: "el día de hoy en el Salón Panamericano de Palacio Nacional se llevó a cabo una reunión entre el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, doctor Alejandro Werner, y el secretario de Finanzas del Distrito Federal, licenciado Mario Delgado, donde se hizo entrega de la autorización de la operación de refinanciamiento de la deuda del Distrito Federal.
"Asimismo, en la reunión se suscribieron las bases de coordinación en relación con el esquema de refinanciamiento del endeudamiento del Distrito Federal en materia de transparencia, uso de recursos y mecanismos de operación".
Pocos minutos después de las nueve de la noche, el Gobierno del Distrito Federal emitió por su parte otro comunicado, pero de 12 líneas, en el que asentó: "el día de hoy, la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal recibió el oficio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público donde autoriza concretar el exitoso proceso de refinanciamiento emprendido por la ciudad desde marzo pasado.
"Es importante señalar que con este refinanciamiento la ciudad mejorará el perfil de su deuda, al ampliar sus vencimientos promedio a un plazo de 30 años y obtener un ahorro total cercano a los mil quinientos millones de pesos.
"Como se anunció desde el inicio de este proceso por parte del jefe de Gobierno, con esta operación se liberarán recursos para invertirlos en infraestructura básica y generar con ello mejores condiciones de vida para todos los capitalinos.
"Con esta acción se fortalecen las finanzas de la ciudad y se consolida a la capital como uno de los principales polos económicos del país y de la economía global.
"La ciudad tuvo la razón", concluyó el comunicado.
Los antecedentes
Desde el 8 de junio de este año la Secretaría de Finanzas del gobierno capitalino envió oficios a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como representante del Ejecutivo federal, para que esta dependencia diera su aval para culminar un proceso de refinanciamiento de la deuda del Distrito Federal por un monto de 38 mil millones de pesos, que inició con los bancos acreedores desde marzo pasado.
En las negociaciones, la banca acreedora accedió a extender el plazo de vencimiento de esa deuda a 30 años en promedio, pero debido a que el gobierno de la capital no tiene autonomía, como el resto de las entidades, para determinar el manejo de la deuda, por ley está obligado a contar con la anuencia del gobierno federal para las operaciones que realiza con su débito. Así también, es la Cámara de Diputados la que determina el monto anual de su techo de endeudamiento.
Todavía el lunes 30 de julio por la noche, la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado en el que condicionaba el otorgamiento de su aval a tres compromisos que debía asumir la administración capitalina. En ese comunicado la dependencia del Ejecutivo federal afirmó que el GDF "enfrenta una situación de enorme endeudamiento que le obliga a pagar alrededor de 20 mil millones de pesos en los próximos cinco años, que no está en posibilidad de administrar sin comprometer las finanzas públicas de la capital".
Incluso aseguró que "la situación es de tal gravedad que ha hipotecado el futuro de la entidad y puesto en riesgo la viabilidad de la ciudad en el largo plazo". Esas apreciaciones hicieron evidente la rispidez de la relación entre los gobiernos federal y capitalino.
Por la mañana de ayer, en conferencia de prensa, el secretario de Finanzas, Mario Delgado, lamentó el lenguaje utilizado por la Secretaría de Hacienda para dirigirse a una entidad federativa. "Para su mala suerte", dijo Delgado, precisamente el lunes 30 de julio la calificadora de riesgos Fitch Ratings ratificó la calificación triple A de la deuda de la ciudad de México, "la cual representa la más alta que un ente emisor puede obtener y significa 'la mejor calidad crediticia respecto de otras entidades, emisores o emisiones del país'".
En el informe, Fitch Ratings contraviene a Hacienda y asegura que las finanzas del DF tienen una sólida estructura de ingresos propios, en comparación con el resto de los estados mexicanos. Por ejemplo, aclara, "el DF cubre el 87.5 por ciento del gasto operativo con recursos propios, mientras que el resto de las entidades lo hacen en una proporción significativamente menor".
Destaca también las enormes fortalezas que tiene la capital: "es la octava ciudad más rica del mundo, atrae el 60 por ciento de la inversión extranjera directa del país, su PIB es de casi 315 mil millones de dólares, mientras el PIB per cápita es casi tres veces del producto nacional y tiene una sólida estructura financiera", argumentó la calificadora internacional en su evaluación a las finanzas del Gobierno del DF.
"A pesar de que traten de minimizarnos, la verdad es que la ciudad de México es un incubador muy importante, no sólo en el país, sino en el mercado mundial", puntualizó el titular de Finanzas.
Reclamo a Carstens
También por la mañana, el presidente de la Comisión de Presupuesto, José Luis Morúa, y el secretario de la Comisión de Gobierno, de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Agustín Guerrero, advirtieron que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, se abrogó facultades que sólo competen al legislativo al decirle al Gobierno del DF qué debe hacer con los mil 500 millones de pesos, resultantes del eventual refinanciamiento de su deuda, "ubicándonos como diputados de segunda".
Morúa recriminó que el gobierno federal y la Secretaría de Hacienda enturbiaran este tema cuando sólo tenían que decir si se otorgaba o no el aval al gobierno capitalino para refinanciar su deuda; y la dependencia "desaparece la facultad que le da el artículo 122 de la Constitución a la Asamblea Legislativa, que es la de definir el presupuesto, monto y destino del presupuesto de la ciudad. Es una barbaridad inaceptable, ni lo tenemos que pensar, no cabe en dos dedos de frente la afirmación", agregó el perredista Agustín Guerrero.
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